Papa Francisco junto a Putin

Francisco, el Papa de Putin

Manuel Férez. Coeditor del libro “Ukraine´s Many Faces” 

El Vaticano, de voz de su líder, el Papa Francisco, ha repetido constantemente gran parte de la propaganda y narrativa falseada rusas a lo largo de la guerra de agresión y genocida que Moscú ha desatado contra Ucrania como país y contra los ucranianos como nación. ¿A qué se debe esta postura del máximo jerarca católico y cómo influye en el desarrollo de esta agresión que ya se prolonga por diez años?

El Papa Francisco presenta varias contradicciones pues ha abogado fuertemente por la despenalización de la homosexualidad a nivel mundial acercándose empáticamente con la comunidad LGBTQIA+ y se ha mostrado preocupado por los temas relacionados al cambio climático pero ha decidido desde hace tiempo no sólo alabar el pasado imperialista ruso sino también evitar condenar a Rusia por su agresión genocida contra la nación ucraniana.

Este mismo Papa Francisco, que en 2015 jugaba un rol muy activo en la mejora de las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, casi una década después decide justificar, blanquear una agresión genocida rusa y pedirle al pueblo ucraniano agredido que se rinda. 

En el último de los comentarios condenables del Papa, que resultó ser un intento indolente y soberbio por redefinirle a los ucranianos lo que es el coraje ante una invasión genocida, Francisco ha instado a Ucrania a que “tenga valor y acepte negociar”. Esto lo dijo en una entrevista a la radio y televisión suiza RSI que saldrá al aire el próximo 20 de marzo. 

La actitud de Francisco resulta muy extraña pues, a inicios de esta nueva invasión rusa (recordemos que la agresión rusa contra Ucrania data de 2014), el Papa se apersonó el 26 de febrero de 2022 en la embajada de Rusia en Roma para condenar la agresión y llamar ese mismo día al presidente ucraniano Zelensky para manifestarle su apoyo. 

Sin embargo, poco tiempo después, Francisco comenzó a cambiar de actitud. Una prueba de este cambio se dio en agosto de 2022, cuando el Papa describió el asesinato de Darya Dugina, hija del propagandista ruso Alexander Dugin, como «un caso de inocentes que pagan por la guerra ruso-ucraniana«. 

Tres meses después, en noviembre de 2022, Francisco fue entrevistado por América, una revista cristiana. En esa ocasión al Papa se le preguntó por su falta de voluntad para criticar directamente a Rusia a lo que respondió que “la mayor crueldad no provenía de los rusos sino de naciones no rusas como chechenos y buriatis pues la violencia no ha sido ni es parte de la tradición rusa”. 

Los comentarios racistas del Papa tenían como objetivo el reducir la responsabilidad de Moscú en la violencia, violaciones, secuestros y masacres perpetradas en suelo ucraniano en una guerra, recordemos, lanzada por Vladimir Putin, mismo al que Francisco evita criticar directamente. En esa misma entrevista Francisco se preguntaba si resultaba correcto las potencias occidentales armaran y ayudaran a Ucrania a defenderse lo que ya indicaba un cambio importante en su postura ante esta agresión.

El primer comentario de Francisco relacionado a la agresión rusa a Ucrania de 2023 se dio en marzo. Un día después de que Rusia lanzara un ataque brutal con misiles y drones contra varias ciudades ucranianas, el Papa consideró prudente decir que la guerra estaba respondiendo y era alimentada por intereses imperiales. En esa ocasión Francisco tampoco mencionó directamente ni a Rusia ni a Putin y mucho menos condenó sus acciones. En línea con esa línea de pensamiento y acción papales, el 3 de mayo continuó Francisco con su diatriba prorrusa al afirmar que la OTAN estaba “ladrando a las puertas de Rusia y era la culpable de la invasión rusa a Ucrania”. 

En agosto de 2023, en una vídeo conferencia el Papa envió un saludo a los asistentes al “Encuentro Panruso de la Juventud Católica” celebrado en San Petersburgo. Durante el discurso, el Papa se dirigió a los jóvenes diciendo: «Vosotros sois los descendientes de la gran Rusia: la gran Rusia de los santos, de los gobernantes, la gran Rusia de Pedro I, de Catalina II, de ese imperio, educado, de gran cultura y de gran humanidad«. La falta de tacto y empatía por parte de Francisco hacia todas las naciones sometidas y colonizadas por la Rusia imperialista sólo abona a la narrativa instalada por Putin en la cual Moscú ha sido y es el centro civilizador de un entorno bárbaro y sin cultura. Sobra decir que la historia demuestra justo lo contrario: una Rusia expansionista, genocida y brutal contra centros de cultura no rusos a los que saqueó y sobre los cuales ha gobernado despóticamente rusificando, y en otros casos extinguiendo, a naciones no rusas. 

Francisco no sólo ha cultivado una cercanía con algunos dictadores como Putin, el azerbaiyano Aliyev (gobierno que dona millonarias cantidades de dinero al Vaticano) o el turco Erdogan sino también con el patriarca ruso Kirill, corrupto líder religioso al que se la han encontrado cuentas y propiedades millonarias. Hay que recordar que en febrero de 2016 Kirill y Francisco se reunieron en La Habana siendo esta la primera vez que los líderes del Patriarcado de Moscú y la Iglesia Católica compartían el mismo escenario. Esta reunión fue aprovechada por la maquinaria propagandista rusa para blanquear el apoyo ruso al dictador sirio Bashar Al Assad y su invasión a Ucrania. 

El dictador azerbaiyano Aliyev, uno de los principales donantes del Vaticano

El dictador azerbaiyano Aliyev, uno de los principales donantes del Vaticano

Para ser justos, Francisco también ha condenado la guerra en muchas ocasiones. Ha advertido a Kirill que no se convierta en «el monaguillo de Putin», ha declarado que Ucrania tiene «el derecho legítimo de defenderse». Pero estas declaraciones no sólo son excepcionales sino que se han vuelto irrelevantes al elogiar el Papa el pasado imperialista de Rusia culpara a otros por las crueldades en Ucrania y afirmara que la guerra en Ucrania ha sido provocada por la OTAN. 

Es ya realmente inexplicable que el Papa no condene a directa y constantemente a Rusia siendo el agresor e invasor y tampoco le pida que cese su genocidio que ya ha matado a miles de personas ucranianas y forzado al exilio a millones más. Pero es insoportable el que le pida a Ucrania dejar de defenderse, levante una bandera blanca y se rinda aceptando la pérdida de más del 40% de su territorio internacionalmente reconocido y se pliegue a los designios del tirano de Moscú. 

Beatitude Sviatoslav, líder de la Iglesia Católica Griega de Ucrania le respondió al Papa Francisco que “nadie en Ucrania ha considerado el rendirse y que si bien los ucranianos están heridos no serán conquistados”. Sviatoslav le recomendó a Francisco el escuchar a las personas de Khakiv, Sumy, Zaporizhzhia o Kherson para ver que el espíritu ucraniano se mantiene firme. La recomendación de Sviatoslav no sólo aplica para el indolente Papa Francisco sino también para todos aquellos que opinan sobre Ucrania y los ucranianos sin el mínimo de empatía y solidaridad con un pueblo que heroicamente se ha defendido del imperialismo de Moscú. Habría que escuchar más a los ucranianos que se defienden y menos a los rusos que agreden. 

Rusia continua con su guerra de desinformación en la que utilizar tanto a políticos como a académicos y figuras influyentes sobre todo en momentos de crisis. No es coincidencia que los infames comentarios del Papa Francisco aparezcan en los medios de comunicación justo después de que el presidente francés Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europa Ursula von der Leyen y otros líderes políticos europeos han elevado el tono de su condena a Rusia y prometido mayor asistencia militar a Ucrania. 

Francisco muestra su apoyo explícito al régimen iliberal rebelde de la Unión Europea, Hungría

Francisco muestra su apoyo explícito al régimen iliberal rebelde de la Unión Europea, Hungría

Las cobardes palabras del Papa Francisco sólo refleja que Rusia y sus aliados tienen miedo a ser derrotados en Ucrania pues eso implicaría el inicio del fin tanto del régimen criminal dirigido por Vladimir Putin y sus cómplices y que Francisco, así como muchos indolentes políticos, intelectuales y académicos, aún no quieren comprender que la nación ucraniana está luchando por su sobrevivencia ante una Rusia genocida