Oriente Medio News. Muchas gracias, Sona por platicar con nosotros.  Nos gustaría empezar conociendo un poco sobre tu biografía, carrera académica y profesional. 

Sona Mkhitaryan.- De nada. Soy investigadora y estudiante de doctorado en la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de Ereván, Armenia. Después de un largo recorrido académico en varias instituciones, incluida la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Católica de Lovaina, me especializo en comunicación política y asuntos europeos. He contribuido a varias revistas académicas abordando temas como el papel de los partidos europeos en la política exterior de la UE, el enmarcamiento mediático, la cooperación entre partidos políticos y actores cívicos, etc.

También trabajo en el sector de la sociedad civil avanzando en el esfuerzo colectivo de la formulación de políticas basadas en los derechos humanos. Principalmente, participo en actividades que impulsan la participación de la sociedad civil armenia en la elaboración de reformas, contrarrestando la desinformación antidemocrática y abogando por una participación ciudadana efectiva en la gobernanza.

OMN.-Hablar del Cáucaso es hablar de un espacio poco conocido aún en América Latina. A modo de introducción cuéntanos sobre las naciones, pueblos y países que componen el Cáucaso Sur. 

SM.- El Cáucaso Sur está compuesto por tres países: Armenia, Azerbaiyán y Georgia, que tras la disolución de la Unión Soviética resurgieron como estados independientes en 1991. Limitando con grandes actores geopolíticos que eran antiguos imperios, la región es uno de los territorios más diversos cultural, lingüística y étnicamente hablando del mundo.

Presentaré más detalles sobre Armenia. Armenia fue la primera nación en adoptar el cristianismo en el mundo como religión oficial en el año 301, y enfrentó diversas tragedias y victorias a lo largo de la historia. El último reino armenio desapareció en la Edad Media y el territorio armenio siguió siendo invadido por varios imperios, como Persia, el Imperio Otomano y posteriormente el Imperio Ruso. La primera república armenia apareció entre 1918 y 1920 antes de ser absorbida por la Unión Soviética en los territorios poblados por armenios del antiguo Imperio Ruso, conocidos como Armenia Oriental. Uno de los eventos más trágicos de su historia fue el genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano entre 1915 y 1923, con el objetivo de destruir a los armenios y su identidad. Este genocidio puso fin a más de dos mil años de civilización armenia indígena en Anatolia. Debido a varios sucesos de pérdida de la soberanía armenia y numerosas invasiones extranjeras, comunidades armenias se han formado en países y regiones vecinas desde la Edad Media. Como resultado del genocidio armenio, cientos de miles de sobrevivientes encontraron refugio en diversas partes del mundo, formando lo que hoy se conoce como la «diáspora armenia».

Actualmente, Armenia es una joven democracia en transición. Un país montañoso sin acceso al mar. Limita con Georgia, Turquía, Azerbaiyán e Irán. Desde 1993, Turquía y anteriormente Azerbaiyán impusieron un bloqueo a Armenia, pero el país está involucrado en diversas plataformas de cooperación europeas y euroasiáticas, esforzándose en un desarrollo socioeconómico constante.

Aunque geográficamente nuestras dos regiones han estado distantes, la presencia de la diáspora armenia en América Latina, que escapó de persecuciones en su propia tierra durante décadas, ha servido como puente de cooperación. Es importante señalar que el primer país en reconocer oficialmente el genocidio armenio en el año 1965, fue Uruguay, mientras que Argentina es el más grande en América Latina en cuanto a la cantidad de miembros de la comunidad armenia. Otros países latinoamericanos, como Brasil, también tienen grandes comunidades armenias. Espero que, impulsados por nuestros valores comunes de humanismo y una rica historia cultural, la cooperación entre nuestras regiones continúe creciendo, acercando más a las personas entre sí.

Distribución etnolingüística del Cáucaso Sur

OMN.- Armenia ha atravesado por varios momentos históricos complicados y ahora el pueblo armenio en general y la República de Armenia y Nagorno Karabaj en particular, están enfrentando una gran crisis. En general, ¿cuál es la situación actual en Armenia y Nagorno Karabaj?

SM.- La limpieza étnica de la población armenia de Nagorno-Karabaj resultó en la llegada de aproximadamente 100.000 refugiados de Nagorno-Karabaj a Armenia, un país con una población de menos de 3 millones de habitantes, lo que ha creado una crisis humanitaria difícil de manejar. Aunque la respuesta inicial del gobierno a la crisis fue exitosa, muchas necesidades de la población refugiada aún deben ser abordadas. El país aún necesita una estrategia integral y el apoyo de organizaciones internacionales para llevarla a cabo. Al mismo tiempo, el destino del antiguo patrimonio cultural armenio de Nagorno-Karabaj permanece desconocido. Varias organizaciones internacionales, altos funcionarios de EE. UU. y la UE, y expertos han expresado una seria preocupación sobre su destino bajo el dominio de Azerbaiyán.

Después de las incursiones militares de Azerbaiyán y el ataque al territorio soberano armenio en 2021-2022, Azerbaiyán ahora ocupa aproximadamente 200 km2 del territorio armenio. Las alturas estratégicas que han quedado bajo el control de Azerbaiyán han perturbado la vida normal de los pueblos y comunidades armenias cercanas, manteniendo a la población constantemente bajo el temor de un nuevo ataque.

Bandera de Artsaj

Civiles armenios de Artsaj desplazados por Azerbaiyán

OMN.- Mucho se ha debatido sobre el derecho a la autodeterminación de los armenios de Artsaj/NK y del lado azerbaiyano se habla de la integridad territorial como derecho. ¿Cuáles son los orígenes de la disputa entre ambas naciones por esta región? En la época soviética hubo limitaciones y cambios que afectaron la zona. Cuéntanos al respecto. 

SM.- La pregunta requiere una respuesta bastante extensa, pero intentaré presentar brevemente la esencia del conflicto. Nagorno-Karabaj es una región poblada por armenios étnicos cuya historia se remonta a varios siglos, su nombre armenio es Artsaj. Desde 1918-1919, Nagorno-Karabaj estuvo bajo la administración de facto del Consejo Karabaj Armenio local, hasta que por decisión de las autoridades soviéticas fue incorporado en Azerbaiyán como Óblast Autónomo de Nagorno-Karabaj (NKAO). La mayoría de las decisiones sobre la transferencia de territorios y el establecimiento de nuevas entidades autónomas en la Unión Soviética se tomaron bajo presión de Stalin. Durante los 65 años de existencia del NKAO, los armenios de Artsaj fueron discriminados por Azerbaiyán. El malestar armenio se originó porque Azerbaiyán cortó los lazos entre Artsaj y Armenia y siguió una política de desarmenización cultural, asentamiento planificado de azeríes, expulsando a la población armenia del NKAO y descuidando sus necesidades económicas. Cuando comenzó el proceso de disolución de la Unión Soviética en 1991, el parlamento regional de Nagorno-Karabaj reclamó su autodeterminación mediante la declaración de la República de Nagorno-Karabaj, de acuerdo con el Artículo 3 de la Constitución Soviética que establecía el derecho de las regiones autónomas a separarse de las repúblicas a través de un referéndum en caso de disolución de la Unión Soviética. Azerbaiyán reaccionó violentamente a esta decisión y las turbas nacionalistas organizaron pogromos contra las poblaciones armenias de Bakú, Sumgait y Kirovabad (hoy día Ganja), cuya consecuencia fue la primera guerra de Karabaj que duró hasta 1994 y causó numerosas muertes en ambos lados, armenio y azerí.

El símbolo de Artsaj. Monumento «nosotros y nuestras montañas. También conocido como Tatik-Papik

El Grupo de Minsk de la OSCE fue creado en 1992 por la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), ahora Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para fomentar una resolución pacífica y negociada de Nagorno-Karabaj. Los copresidentes del grupo eran Rusia, Francia y Estados Unidos. Las negociaciones no dieron resultados y fueron interrumpidas por constantes violaciones del régimen de alto el fuego. Durante las últimas tres décadas, se han producido al menos 7 documentos como posibles soluciones al conflicto de Karabaj, pero ninguno de ellos fue plenamente aceptado y realizado por las partes negociadoras. Por ejemplo, los principios de Madrid propuestos en 2007 para resolver el conflicto de NK se basaron en los principios del Acta Final de Helsinki que son:  No Utilización de la Fuerza, Integridad Territorial y la Igualdad de Derechos y la Autodeterminación de los Pueblos. Con el paso de los años, el lado armenio estaba ofreciendo establecer un mecanismo de monitoreo del alto el fuego, al que Azerbaiyán se oponía rigurosamente.

OMN.- La limpieza étnica perpetrada por Bakú contra la población armenia nativa de NK fue poco mencionada en los medios latinoamericanos y no tuvo mucha atención de nuestros políticos. ¿a qué atribuyes esta indiferencia ante este crimen que desplazó de su homeland a más de 100 mil personas en cuestión de horas?

SM.- En primer lugar, la distancia geográfica entre las dos regiones es una de las causas de una menor atención por parte de los políticos latinoamericanos y un mayor público en la región. Dado que el conflicto de Nagorno-Karabaj, así como las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, tienen un menor impacto en el contexto geopolítico y político, el tema recibe menos cobertura en los medios de comunicación latinoamericanos. Aunque es importante reconocer que ha habido algunas ocasiones en las que los políticos y gobiernos latinoamericanos reaccionaron a los acontecimientos en la región, como la declaración condenando los ataques de Azerbaiyán a Armenia por parte de la Cámara de Senadores de Uruguay, la entrega de ayuda de Argentina para los refugiados de Nagorno-Karabaj, la resolución sobre la situación en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán del comité de asuntos exteriores de Guatemala, etc., lo que puede ser visto dentro del marco de fortalecimiento de las relaciones de estos países con los estados del Cáucaso Sur. Es importante señalar que, con algunos países latinoamericanos, Armenia ha establecido relaciones solo recientemente y los políticos y expertos latinoamericanos aún pueden carecer de un conocimiento integral sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj y los desarrollos en la región.

Finalmente, el actual entorno geopolítico turbulento, como la guerra de Rusia en Ucrania y la situación en el Medio Oriente, que están en la agenda prioritaria de muchos actores de la política exterior, han marginado la gran tragedia que han sufrido los armenios de Nagorno-Karabaj.

OMN.- Se habla de una próxima agresión de Bakú contra territorio soberano armenio, ¿cuáles son las regiones que busca anexionarse el régimen de Aliyev? ¿Cuáles son las opciones diplomáticas y militares de Armenia?

SM.- Las provincias orientales de Armenia que limitan con Azerbaiyán (Tavush, Gegharkunik, Vayots Dzor y Syunik), especialmente la sección donde Azerbaiyán ocupó alturas estratégicas y puede incluso supervisar carreteras interestatales, están en mayor riesgo. Es importante mencionar que Azerbaiyán ocasionalmente demanda acceso sin obstáculos, en particular un corredor extraterritorial a su exclave Nakhichevan, exigiendo que el transporte y las personas azerbaiyanas no pasen por el control de aduanas y fronteras armenias, violando así la soberanía de Armenia sobre su territorio. En contraste, el liderazgo armenio ofrece su iniciativa «Encrucijada de paz», destinada a la cooperación regional. Esa propuesta incluye conexiones entre el territorio principal de Azerbaiyán y Nakhichevan con controles de aduanas y fronteras armenias. Se teme que Azerbaiyán pueda optar por un ataque militar para obtener un corredor terrestre que lo conecte con Nakhichevan y sea la ruta terrestre más corta hacia Turquía.

Armenia ha reiterado que todas las cuestiones de desbloqueo económico y de transporte, así como de delimitación y demarcación de fronteras, deben llevarse a cabo a través de negociaciones pacíficas. Mientras tanto, ha anunciado llevar a cabo reformas militares y obtener equipo militar que mejorará sus capacidades defensivas. Aunque hay desarrollos positivos en este aspecto, el desequilibrio militar a favor de Azerbaiyán aún hace que Armenia sea notablemente vulnerable en términos de seguridad.

Simultáneamente, Armenia fomenta sus lazos diplomáticos con varios actores como Occidente, la UE e Irán para disuadir una mayor agresión por parte de Azerbaiyán creando la probabilidad de un alto costo en términos de reputación y daño político para su liderazgo.

OMN.- Armenia parece alejarse de Moscú y acercarse a la Unión Europea, principalmente a Francia ¿Cuáles son las opciones reales de Armenia de establecer una relación profunda con una UE que no ha hecho mucho por protegerla de Turquía y Azerbaiyán?

SM.- El vacío de poder creado en la región, así como la decepción del liderazgo armenio hacia Rusia como actor de seguridad ineficaz, han llevado al país a buscar nuevos aliados. Es importante mencionar que Armenia no solo ha recurrido al Occidente en busca de nuevos aliados militares y políticos, sino que también lo ha hecho con países del Medio Oriente y Asia. India ha surgido como un socio importante en ese aspecto.

El fortalecimiento de las relaciones de Armenia con la UE puede beneficiar aún más las perspectivas económicas, políticas y de democratización del país. Aunque actualmente no actúa como un garante de seguridad, los lazos con la UE pueden permitir el acceso de Armenia al mercado militar europeo y al desarrollo de capacidades de defensa. La misión de observación civil de la UE desplegada en Armenia ha sido vista como un disuasivo suave contra una escalada militar de Azerbaiyán.

Las consecuencias desconocidas de la guerra de Rusia en Ucrania para la región del Cáucaso Sur hacen necesario que Armenia busque más allá de las alianzas tradicionales, navegue cuidadosamente las confrontaciones geopolíticas y asegure asociaciones de defensa adicionales. Además, en medio de la transformación del orden global, parece que una política de alineación múltiple y equilibrada, bien calculada, para países en entornos hostiles como Armenia, puede ayudar a alcanzar este objetivo.