En algunos círculos “académicos” de América Latina en general y de Chile en particular se utiliza el término “sionista” de manera peyorativa y negativa para describir a la persona o a la postura que manifieste solidaridad y/o apoyo al Estado de Israel
A esta actitud la suelo denominar la “academia satanizante” que ve en el sionismo y la creación del Estado de Israel el origen de todos los males del Medio Oriente (y en algunos casos francamente ridículos del mundo). En este sentido entendemos que la designación de “sionista” proviene más de una visión simplista y sesgada en relación al conflicto palestino-israelí y mucho menos de un conocimiento y estudio detallado del movimiento nacional judío moderno.
Del otro lado del espectro tenemos lo que yo denominaría una “academia apologista” la cual comete el mismo error conceptual que la “academia satanizante” al partir también de una premisa simplista aunque opuesta: el sionismo es sólo un movimiento de liberación nacional y ha sido inocente de cualquier crimen, abuso o violencia injustificada a lo largo de su historia. También esta corriente comparte otro símil con la satanizante: un abandono del análisis serio y apolítico del movimiento sionista que, con sus honrosas excepciones, ha creado una actitud defensiva, aislada y acrítica.
Como alguien interesado en el tema siempre me ha parecido una tristeza el abandono, en aras de una postura política o un simplismo académico burdo y grosero, del análisis de las diversas propuestas e ideologías que el movimiento sionista, desde su concepción y creación, tuvo a su interior y que lo hacen un objeto de estudio riquísimo. Sin embargo, el análisis serio, profundo e imparcial (lo más que se pueda ser) ha dejado el campo libre al debate polarizado y polarizante sobre el concepto “sionismo” Por lo anterior, en esta breve reflexión intento mostrar algunas publicaciones que considero interesantes y que lidian con la diversidad al interior de dicho movimiento nacional.
Esta visión personal sobre el sionismo parte de una selección, la misma que reconozco parcial, y que es el pensamiento político de Yeshayahu Leibowitz.(1) En el pensamiento de Leibowitz podemos detectar algunas influencias de la ideología pre sionista, aquellas reflexiones filosóficas y políticas previas al establecimiento del Estado de Israel. Considero que Leibowitz abre la puerta a los debates internos del sionismo tanto en sus concepciones primigenias como en sus manifestaciones actuales en Israel y en la diáspora judía (Chile incluido) y nos muestra una ideología sionista en constante reformulación y crisis (entendiendo la crisis como un momento evolutivo de la ideología).
Sin duda una obra central en este deseable debate sobre el sionismo es la obra de Shlomo Avineri “La idea sionista. Notas sobre el pensamiento nacional judío”, traducida a varios idiomas y disponible también en castellano. Avineri tiene un gran mérito con este libro ya que nos muestra a 18 pensadores y políticos judeo/sionistas en un recorrido que, desde Krojmal con su “hegelización de la historia judía” hasta Ben Gurión y la implementación de los postulados sionistas en un Estado nación, nos demuestra que la reflexión intelectual y debates políticos por el logro de la autodeterminación judía discurrió por canales diferentes, algunos dominantes y otros siempre minoritarios pero, al final de la historia pre sionista, todos contribuyendo al debate sobre lo que implicaría una nación judía y lo que un Estado judío (o un Estado para los judíos) debería ser.
Contrastando con la obra de Avineri, quien nos muestra a los pensadores pre sionistas y sionistas más conocidos, tenemos una obra de similar constitución y estructura editada por Michael Selzer y titulada “Zionism Reconsidered” (sólo he encontrado la obra en inglés, lo que nos habla de su menor difusión en relación a la obra de Avineri) en la cual se muestran reflexiones sobre el sionismo de personajes como Hannah Arendt, Phillip Roth, Simon Dubnow, Achad Haam, Nathan Birnbaum y otros más.
Podríamos sumar a esta breve reflexión a una obra publicada por Sleeper y Mintz bajo el título “The New Jews” la cual, si bien incorpora principalmente artículos relativos a la situación judía en Estados Unidos y temas meramente religiosos, también incluye interesantes artículos críticos al sionismo redactados por autores judíos.
Las tres obras referidas hasta el momento tienen coincidencias notables: su fecha de publicación, su estructura y sus objetivos. En cuando a la fecha de publicación baste decir que la obra de Avineri ve la luz por primera vez en 1980 bajo el título en hebreo “Haraaión hatzioni ligvanav”, la de Selzer es incluso varios años anterior pues sería en 1970 cuando se publica y la compilación de Sleeper y Mintz se imprime en 1971. La estructura de los tres libros obedece a una lógica similar: mostrar la evolución de la idea sionista dominante en el caso de Avineri y la evolución de las posturas críticas a dichas posturas sionistas dominantes en el caso de Selzer y Sleeper/Mintz.
Desde el inicio de su obra ya nos advierte Avineri del objetivo central de su libro “delinear ciertos aspectos del pensamiento sionista, tal como fuera expresado en los escritos de personalidades centrales selectas de los siglos XIX y XX”. Para Avineri el sionismo es una paradoja en revolución constante, así lo explica tanto en la introducción como en el epílogo del libro pues si bien se logró el objetivo principal: un Estado judío (lo que significaría que el sionismo fue un movimiento exitoso), aún existen tensiones y dinámicas e incluso se generaron nuevas cuestiones e interrogantes tanto al judaísmo como al propio Estado creado en 1948.
Selzer incluye en su compilación artículos que abordan distintas dimensiones e interrogantes intra sionistas e intra judías como los comentarios del Rebbe Lubbavithcher Rabbi Shulem ben Schneersohn sobre el sionismo, los posicionamientos del Naturei Karta, una reflexión de C.G. Montefiore sobre si los judíos constituyen una nación o una comunidad religiosa o el análisis de Dubnow sobre el nacionalismo judío y su doctrina (dogma) y los artículos críticos de Kohn y Arendt sobre la necesidad de una reconsideración intelectual de la empresa sionista.
¿Por qué considero importante hacer esta reflexión sin apelar directamente a Herzl, Hess o Ben Gurión como en la gran mayoría de las veces se hace al hablar del sionismo? Pues porque para entender a dichos pensadores se debe hacer un recorrido intelectual (una historia de las ideas sionistas) por sus influencias previas y por aquellos que establecieron posteriormente las cuestiones fundamentales del movimiento nacional judío moderno y que, hasta nuestros días, siguen teniendo vigencia y múltiples respuestas tanto en Israel como en los círculos intelectuales interesados en el devenir de la nación judía.
Hay que señalar en este punto que en el periodo posterior a la fundación del Estado de Israel comenzaron a aparecer obras en Israel y en la diáspora que cuestionaban no sólo la ideología sionista sino también acciones específicas del Estado recién establecido. Este periodo se denominaría post sionista al considerar que el sionismo, como movimiento, habría concluido con la creación de Israel.
Una obra que ejemplifica esta dinámica es el libro “New Essays on Zionism” editado por David Hazony, Yoram Hazony y Michael B. Oren el cual es “un esfuerzo de una nueva generación de pensadores israelíes para defender filosófica e históricamente al sionismo contra el profundo escepticismo contemporáneo sobre el Estado nación. Llegando más lejos que las meras críticas de las tendencias post-sionistas para ofrecer trabajos constructivos y positivos de calidad”
Reconozco que a lo largo de mi vida académica siempre he preferido a escritores, intelectuales y escritores que, declarándose sionistas, en su momento no tuvieron ni tienen miedo en recuperar el debate y crítica interna al movimiento. Son estos pensadores, hasta cierto punto marginales para las academias satanizante y apologista, los que mantienen la discusión y la evolución en cuestiones centrales para el Estado de Israel y el periodo post sionista en el cual vivimos.
Entre dichos temas destacan: los fundamentos morales e ideológicos del Estado, la relación entre dicho Estado judío y la diáspora judía, las posiciones morales, legales e identitarias del Estado hacia su población no judía, la relación de la nación judía con el territorio reclamado para fundar su Estado nación, el lugar de la religión (normas y rituales) en el entramado institucional y legal israelí actual, la frontera entre democracia y religión en las dinámicas sociales y políticas, entre otros cuestionamientos actuales y urgentes que se abordan de manera más profunda si apelamos y accedemos a estos debates intelectuales que se presentaron a finales del siglo XIX, fueron intensos a lo largo del siglo XX y que en el siglo XXI mantienen su vigencia.
¿Por qué considero importante hacer esta reflexión sin apelar directamente a Herzl, Hess o Ben Gurión como en la gran mayoría de las veces se hace al hablar del sionismo? Pues porque para entender a dichos pensadores se debe hacer un recorrido intelectual (una historia de las ideas sionistas) por sus influencias previas y por aquellos que establecieron posteriormente las cuestiones fundamentales del movimiento nacional judío moderno y que, hasta nuestros días, siguen teniendo vigencia y múltiples respuestas tanto en Israel como en los círculos intelectuales interesados en el devenir de la nación judía.
Hay que señalar en este punto que en el periodo posterior a la fundación del Estado de Israel comenzaron a aparecer obras en Israel y en la diáspora que cuestionaban no sólo la ideología sionista sino también acciones específicas del Estado recién establecido. Este periodo se denominaría post sionista al considerar que el sionismo, como movimiento, habría concluido con la creación de Israel.
Una obra que ejemplifica esta dinámica es el libro “New Essays on Zionism” editado por David Hazony, Yoram Hazony y Michael B. Oren el cual es “un esfuerzo de una nueva generación de pensadores israelíes para defender filosófica e históricamente al sionismo contra el profundo escepticismo contemporáneo sobre el Estado nación. Llegando más lejos que las meras críticas de las tendencias post-sionistas para ofrecer trabajos constructivos y positivos de calidad”
Reconozco que a lo largo de mi vida académica siempre he preferido a escritores, intelectuales y escritores que, declarándose sionistas, en su momento no tuvieron ni tienen miedo en recuperar el debate y crítica interna al movimiento. Son estos pensadores, hasta cierto punto marginales para las academias satanizante y apologista, los que mantienen la discusión y la evolución en cuestiones centrales para el Estado de Israel y el periodo post sionista en el cual vivimos.
Entre dichos temas destacan: los fundamentos morales e ideológicos del Estado, la relación entre dicho Estado judío y la diáspora judía, las posiciones morales, legales e identitarias del Estado hacia su población no judía, la relación de la nación judía con el territorio reclamado para fundar su Estado nación, el lugar de la religión (normas y rituales) en el entramado institucional y legal israelí actual, la frontera entre democracia y religión en las dinámicas sociales y políticas, entre otros cuestionamientos actuales y urgentes que se abordan de manera más profunda si apelamos y accedemos a estos debates intelectuales que se presentaron a finales del siglo XIX, fueron intensos a lo largo del siglo XX y que en el siglo XXI mantienen su vigencia.
(1) Para ampliar más sobre el pensamiento de Leibowitz, se puede leer mi anterior artículo aquí
Publicado el 5 de marzo 2019 por la Comunidad Chilena de Israel.