Vientos de paz y guerra después del acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes
El acuerdo de paz entre Israel y los Emiratos Árabes fue la noticia más hablada durante la semana pasada en Israel y la región. En Occidente tuvo un impacto más sorpresivo, pero no tanto en Medio Oriente, ya que las relaciones venían ya muy cercanas.
Para la visión occidental esto puede ser motivo de grandes esperanzas, y para nosotros también, pero aquí la historia no admite ilusiones de paz perpetua o definitiva.
Dicho acuerdo no es algo nuevo para quienes siguen estas relaciones de cerca, se sabe hace tiempo que entre los Emiratos Árabes e Israel existen contactos en el rubro comercial, lo que nos alegra es poder ver que hoy estas relaciones ya son públicas si las comparamos con las anteriores cuando estos países mantenían su amistad con un bajo perfil. Tengamos en cuenta que entablar relaciones con ciertos países árabes no solo depende de los gobiernos, sino de la reacción de los enemigos, como asimismo la reacción de sus mismos ciudadanos. No siempre el mundo árabe vio bien a los países de la zona que tienen relaciones diplomáticas con Israel.
Hoy en día esto cambió y el resultado lo vimos con este nuevo acuerdo. Las razones podrían ser muchas, pero la más conversada es la que explica la creciente influencia que Israel está ganando al mismo tiempo que se debilita la imagen de los Estados Unidos en la zona. El interés hacia Israel viene por causa de la crisis que los países del golfo están viviendo hace algunos años por la caída del precio del petróleo, siendo este mineral la base de su economía, al verse este mercado afectado, estos países incluido Arabia Saudita comenzaron una serie de contactos por terceros con empresarios israelíes en rubros tecnológicos con la intención de poder importar desde Israel nuevas startups junto a nuevas inversiones que puedan beneficiar bilateralmente.
Reconozcamos que Emiratos Árabes tuvo gran valor en por fin declarar sus relaciones con Israel, y este paso podría ser muy eficaz para Israel y su acercamiento a más países del Medio Oriente.
Vientos de paz
El acuerdo logró que otros países se animen a normalizar sus relaciones con Israel:
Bahrain -Este país según las estadísticas podría haber sido el primero en formalizar relaciones con Israel. Desde hace muchos años Bahrian se dirige de manera muy positiva hacia el estado sionista. Según analistas, este Reinado será el segundo con el cual Israel también establecerá relaciones diplomáticas.
Omán – Este es otro estado del golfo quien no perdería su oportunidad de relacionarse con Israel. Omán transmite una gran voluntad para comenzar un diálogo ya desde los años 90. La visita de Shimon Peres en 1996 tuvo buenos resultados y Omán abrió su oficina de comercio en Jerusalén la cual se cerró en el año 2000 durante la segunda Intifada. La visita del Primer Ministro Israelí Netanyahu en el 2018, donde se reunió con el Sultan Qaboos bin Said, despertó de nuevo los intereses de ambas partes. Se dice que una delegación de omaníes a Jordania habló de la importancia sobre la normalización de relaciones con Israel.
Arabia Saudita – Arabia Saudita es el país árabe que más ha mostrado interés por Israel en los últimos años. Las razones son muchas, como por ejemplo la amenaza iraní contra la cual combaten juntos, como también su rivalidad contra los Hermanos Musulmanes.
Arabia Saudita también fue líder de la iniciativa árabe para reconocer a Israel que comenzó en el año 2000 a cambio de la retirada israelí de Cisjordania y, por lo tanto, Riad ha mostrado su apoyo a la apertura de relaciones con Israel en este contexto. Para Arabia Saudita es importante mantener una imagen fuerte ante la causa palestina, de esta manera estaría obstaculizando la influencia iraní y turca en esa zona.
Qatar – Durante muchos años se pensó que Qatar sería el primer país el cual Israel firmaría un acuerdo. También con Qatar se abrió en 1996 una oficina comercial y se cerró por disputas políticas. Durante mucho tiempo Qatar mantuvo una postura muy positiva sobre Israel y hoy existe la posibilidad de que sigan los pasos de los Emiratos Árabes.
Hasta ahora la prensa dio ejemplos de aquellos países de los cuales ya se hablaban sobre su relación o acercamiento a Israel, pero se tendría que analizar también la posibilidad de otros. Sudán se ve como una opción muy positiva después del encuentro entre el Primer Ministro Israelí Netanyahu con el líder sudanés el pasado febrero, notaremos también que en el último tiempo este se acercó mucho a Egipto y Arabia Saudita, lo que lo acerca más a Israel.
Túnez es un poco más complicado. Si bien en el pasado este país era considerado de los moderados y con una gran expectativa de poder relacionarse con Israel, la realidad cambió. Túnez cuenta con una comunidad judía liberal, pero eso no evitó que líderes tunecinos se opongan a comenzar relaciones diplomáticas con Israel.
Argelia parece un país que está lejos de cualquier normalización con Israel. Incluso encarceló a un bloguero por realizar una entrevista con un israelí. Argelia tiene sus propios problemas internos, como las protestas del año pasado y una insurgencia islamista histórica que desgarró al país en los años 90. También tiene el trasfondo de la lucha anticolonial que fue enmarcada como parte de la misma lucha palestina en los años 60 y 70.
Con Siria se intentó durante los años 90’s y principios del 2000, pero hace tiempo ya que esos diálogos no son relevantes y su acercamiento a Irán la hizo más hostil contra Israel.
En relación con Libia es un poco complicado teniendo en cuenta su política interna la cual está dividida. Dentro de estos dos campos políticos Israel apoya el lado del Khalifa Haftar quien es respaldado por Egipto y en ese caso se podría intentar por ese canal, pero vista la situación interna de Libia todavía no podemos decir nada.
Yemen también se encuentra en medio de una guerra civil, y los hutíes respaldados por Irán tienen un lema oficial que dice: «Muerte a Israel, maldice a los judíos». Allí no habrá paz.
Irak: la historia dice que sí hubo intentos de acercamiento con Irak, en especial con la región de Kurdistán. Hoy Irak se encuentra bajo una gran influencia iraní, y la región de Kurdistán está amenazada por su crisis económica y su conflicto con Turquía, quien comenzó una campaña militar contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Pakistán y Malasia mantienen la hostilidad contra Israel, e Indonesia si bien tuvo un momento donde se mostró más amigable, hoy está centrada en sus conflictos políticos internos.
Lo que nos da un poco de esperanza fueron las palabras del presidente libanés Michel Aoun cuando se le preguntó qué pensaba del tratado de los Emiratos Árabes Unidos celebrado con Israel el jueves pasado, Aoun respondió que su país puede estar listo para la paz con Israel, pero depende de muchas cosas, «tenemos problemas con Israel y primero hay que resolverlos. Con este país también de momento se ve difícil, si nos fijamos en la influencia que todavía tiene Hezbollah en el gobierno libanés.
Vientos de guerra
Era de esperar que países como Irán y la Autoridad Palestina mostraran su desagrado y oposición ante el acuerdo, y conociendo el Medio Oriente estas actitudes no podrían pasar sin una buena lista de argumentos amenazantes por parte de estos dos últimos. Palestina se siente traicionada pero más le afecta que dentro del acuerdo se incluya el pedido de los Emiratos Árabes en que Israel no proceda con la anexión de territorios en Judea y Samaria (Cisjordania). Aunque la exigencia intenta mostrarse favorable al presionar a Israel, el gobierno palestino ni siquiera fue llamado a pedir su opinión, lo que les golpea en el orgullo propio, al no haberlos tenido en cuenta. Esto es un tema muy delicado que afecta la “respetabilidad” de la imagen palestina dentro de la cultura política del Medio Oriente.
Irán de momento se dirigió a los Emiratos Árabes condenando el acuerdo. Para Irán, la cuestión palestina le sirve como único denominador común con la población árabe en el Medio Oriente. El acuerdo es una oportunidad para Irán para volver a presentarse como el verdadero y único representante de los palestinos y humillar a los Emiratos calificándolos de traidores.
El Ministerio de Exteriores iraní expresó su “decepción” sacando un comunicado expresando lo siguiente: «La República Islámica de Irán considera que el vergonzoso intento de los Emiratos Árabes Unidos de normalizar sus relaciones con el régimen sionista es ilegal e inhumano, advertimos contra cualquier intento de participación sionista en las ecuaciones regionales del Golfo Pérsico».
Siguiendo con los juegos de orgullo y honor, la prensa iraní dirigida por su mismo gobierno intenta influenciar en la opinión social publicando notas en idioma árabe para que lleguen hasta los Emiratos, calificando a los líderes que participaron en el acuerdo como cobardes, los cuales se arrodillaron ante Occidente: «después de setenta años de resistencia este acuerdo apuñala a los musulmanes por la espalda, esto fue un regalo de los EAU a Trump para futuros votos ante las elecciones que se aproximan, así como al primer ministro Netanyahu quien se encuentra bajo presión interna y externa con un juicio por delante.»
Siendo Irán el país líder del eje contra los Estados Unidos e Israel era sabido que no iban a esperar en dar una opinión al respecto. Irán ve este acuerdo como algo irreal el cual no llevará a nada y menos logrará estabilizar el conflicto entre occidente y el mundo árabe, al contrario según los países opositores mencionados anteriormente, dicho acuerdo no se tenía que haber hecho sin el consentimiento del resto de los países del Golfo.
La amenaza hoy por parte de los países que se oponen es la presión que podrían causar a los Emiratos. Sabemos que de momento no se escucha mucho sobre la opinión social árabe pero sí conocemos que la misma en su mayoría no simpatiza con Israel, y esta es la materia prima para que los iraníes alimenten el odio del resto de los ciudadanos del Medio Oriente.
Muy buen análisis informativo !!!!