Tras los rastros de los armenios ocultos de Turquía

por | Dic 30, 2024 | Blog, Entrevistas | 0 Comentarios

Oriente Medio Net- Muchas gracias, Avedis, por hablar con nosotros. Nos gustaría comenzar conociendo un poco sobre tu biografía, trayectoria académica y temas de investigación.

Avedis Hadjian-  Nací en Alepo, Siria, en 1968. En 1970, a mi padre le ofrecieron un trabajo en Buenos Aires como director de una escuela armenia, San Gregorio el Iluminador, y como editor del periódico Armenia. Junto con mi madre y mi hermana Araz, que tenía solo dos meses en ese momento, nos instalamos en Argentina. Allí asistí a escuelas armenias. Estudié periodismo en la Universidad del Salvador, una universidad privada en Buenos Aires, de la cual me gradué en 1991. Para entonces, ya llevaba dos años trabajando en La Prensa, un periódico fundado en 1869, como editorialista. 

Trabajé en La Prensa desde 1989 hasta 1998. En 1996, completé una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Cambridge gracias a una beca Chevening del British Council. Actualmente estoy trabajando en mi doctorado en Historia en la École des hautes études en sciences sociales, en París. Me mudé a Estados Unidos en 1999, donde viví casi de manera continua hasta 2013, trabajando para CNN, Bloomberg News y The Wall Street Journal. En 2012, trabajé durante un año para Dow Jones en Santiago, Chile. Actualmente resido en Venecia, Italia. Mis áreas de interés siempre han sido Armenia, la antigua Unión Soviética, el Cáucaso y Europa del Este.

OMN- Has nacido en Siria, un país con una historia armenia muy interesante. Cuéntanos un poco sobre esta presencia armenia en el Levante.

AH- Aunque he nacido en Siria, no tenía ni dos años cuando nos fuimos de allí, y nunca he regresado. No puedo contar más de lo que sé por relatos o lecturas. En cualquier caso, efectivamente había una comunidad armenia grande en Siria que se ha reducido considerablemente en las últimas décadas, especialmente tras la guerra civil que estalló en 2011. Los armenios todavía constituyen una comunidad importante, aunque menguante, y su legado y su significado para la Diáspora siguen siendo de gran relevancia.

OMN- Eres el autor de un libro realmente interesante, “Secret Nation: The Hidden Armenians of Turkey” (del cual, por cierto, existe una versión en español). ¿Cuáles fueron tus motivaciones personales y profesionales para escribir este libro?

Secret Nation

AH- Es cierto, recientemente la editorial La Línea del Horizonte publicó la versión en español en Madrid: “Nación secreta: los armenios ocultos de Turquía”. No estoy seguro de poder separar mis motivaciones personales de las profesionales. En este caso, ambas eran una misma cosa. Lo que me impulsó a escribir ese libro fue la búsqueda de sobrevivientes tras el exterminio de los armenios en nuestras propias tierras conquistadas por invasores, turcos en este caso.

OMN- En tu libro abordas el tema de los armenios que lograron permanecer en el territorio de la actual Turquía después del genocidio sufrido por la nación armenia. ¿Cuáles son las prácticas culturales y los mecanismos de preservación de la memoria e identidades armenias en Turquía?

AH- Antes de viajar a Turquía para buscar a los armenios en la geografía del genocidio de 1915, cuando aproximadamente 1,5 millones de armenios fueron exterminados o murieron como resultado del hambre o enfermedades durante las marchas de la muerte ordenadas por el gobierno turco, tenía una noción muy vaga—y, como resultó ser, inexacta—de lo que encontraría. En el terreno, descubrí una realidad muy fragmentada en la que la preservación de la memoria se reduce a poco más que la certeza de su origen o raíces armenias, o, más a menudo, a su identidad, que mantienen en diferentes grados de secreto, dependiendo de la región o las circunstancias locales, que pueden variar de un distrito a otro. Algunas regiones o lugares de Turquía son mucho más tolerantes con los armenios—como Dikranaguerd, el nombre armenio de la ciudad de Diyarbakır—mientras que otras pueden ser peligrosas para cualquier persona con un nombre o un origen armenio, como Karin, que los turcos llaman Erzurum.

OMN- La experiencia armenia al final del Imperio Otomano y durante la República de Turquía está llena de violencia y discriminación, pero también de interesantes intercambios con poblaciones no armenias como los kurdos (quienes también participaron en el genocidio). ¿Cuál es tu opinión sobre la relación armenio-kurda?

AH- La relación armenio-kurda comenzó a cambiar solamente a finales de la década de 1980, con el movimiento revolucionario kurdo iniciado por Abdullah Öcalan y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, o PKK (por sus siglas en kurdo). Después de lo que llamo la educación política de los kurdos, las relaciones en ciertas zonas con mayoría kurda y entre ciertos kurdos comenzaron a mejorar. 

Dicho esto, debemos evitar generalizaciones en este sentido. Muchas tribus kurdas (ashirets), así como algunas brigadas, incluidas las Hamidíye (más tarde rebautizadas), participaron activamente en las masacres llevadas a cabo bajo el régimen del sultán Abdül Hamid II en la década de 1890 y en el genocidio organizado y perpetrado por el régimen del Comité de Unión y Progreso que gobernó el Imperio Otomano de 1908 a 1918. No debemos olvidar que los armenios vivían en un entorno de discriminación extrema y hostigamiento bajo la dominación kurda de los emiratos orientales, que gobernaban la mayor parte de la meseta armenia y Cilicia. 

Como digo en “Nación secreta: los armenios ocultos de Turquía”, un pacto había hermanado a kurdos y turcos en el islam desde la Batalla de Chaldirán en 1514, en la que los emires (príncipes) kurdos apoyaron a los otomanos sunitas contra los safávidas chiítas de Persia. 

Armenios islamizados, que fueron absorbidos por los árabes luego del genocidio
Armenios islamizados, que fueron absorbidos por los árabes luego del genocidio

A los kurdos se les concedió un gobierno autónomo y dominio sobre los armenios y otros cristianos en los territorios del este de la Meseta Armenia [Anatolia, como se la conoce actualmente], además de los privilegios que disfrutaban los musulmanes dentro del imperio. La relación entre el estado turco y los kurdos solo comenzó a deteriorarse en la década de 1920, en un proceso que había comenzado tras el Tratado de Sèvres, cuando los kurdos, liderados por el jeque Said, se rebelaron contra el gobierno de Mustafá Kemal, especialmente después de que este aboliera el califato y los kurdos temieran perder sus prerrogativas como gobernantes musulmanes en las provincias orientales, pensando que habría una especie de “devolución” por la cual los armenios recuperarían el control de las provincias armenias, en las que, de todos modos, ya habían sido en su mayoría exterminados en el genocidio de 1915.

OMN- Los “armenios secretos” de Turquía me recuerdan a los criptojudíos de España. ¿Qué similitudes observas en estos dos casos de procesos de ocultamiento/mantenimiento de identidad?

AH- El caso de los criptojudíos es un ejemplo extraordinario de preservación de la identidad. La similitud que puedo encontrar en ambos casos es que ambos grupos respondieron con el disimulo la intolerancia religiosa. Según entiendo, entre los criptojudíos en la península ibérica (tanto España como Portugal) se preservaron más elementos rituales y fuertes lazos sociales que los unían, mientras que en el caso de los criptoarmenios en lo que ahora es Turquía la realidad es mucho más fragmentada y en algunos casos la pérdida de memoria es aguda. El caso de los criptojudíos también se destaca por el tiempo que han logrado preservar su identidad, seis siglos después de la conversión.

OMN- Hrant Dink, un político de origen armenio pero ciudadano de Turquía, fue asesinado en 2007 y ha quedado como un símbolo de estos complejos procesos de pertenencia armenia en Turquía. Cuéntanos un poco sobre Dink y su legado.

AH- No podemos subestimar el legado de Dink. Es principalmente gracias a Dink no sólo que la realidad de la existencia de los armenios forzados de Turquía salió a la luz, sino también que la verdad del genocidio se convirtió en una realidad ineludible para la sociedad turca.

OMN- Pueblos, aldeas que en el pasado estuvieron habitados por armenios son hoy lugares de memoria. Has visitado muchos de esos lugares; cuéntanos sobre algunos de ellos y qué queda de la presencia armenia en ellos (monumentos, iglesias, etc.).

AH- Turquía, especialmente las provincias que corresponden a Armenia Occidental y Cilicia, está llena de vestigios del legado arquitectónico y cultural armenio. Lamentablemente, están en un estado terrible y deteriorándose, como resultado de un genocidio cultural activo por parte del Estado turco, que también explica la falta de medidas para proteger iglesias, cementerios y monumentos de las depredaciones de buscadores de oro que siempre están detrás del mítico “oro de los armenios”, un claro aunque primitivo testimonio de la memoria del genocidio, así como de la mentalidad de saqueo que éste ha perpetuado.

OMN- ¿Por qué crees que la República de Turquía ha tenido tantas dificultades para enfrentar su pasado, reconocer oficialmente el genocidio perpetrado contra los cristianos y avanzar hacia un sentimiento nacional civil turco más allá de las fronteras étnicas y religiosas?

AH- Esa razón es simple, aunque requiere una respuesta muy elaborada que podría tener la extensión de muchos libros. Sin embargo, para resumirlo en una línea, el genocidio armenio de 1915 es fundacional para la República de Turquía. Aun así, podemos ir más atrás. Cada centímetro de tierra de Turquía ha sido arrebatado por la fuerza de su población nativa—armenios, asirios y griegos—por conquistadores invasores. El genocidio y la invasión son fundacionales para Turquía. De una manera perversa, el Estado turco y su discurso oficial lo reconocen en todo menos en el nombre, celebrando lo que equivale a conquista y genocidio como capítulos heroicos de la historia turca, obviamente distorsionando los hechos y falsificando las cifras y demás información.

OMN- Por último, nos gustaría que nos hablaras de más académicos, periodistas y artistas armenios que aborden temas similares a los de tu libro.

AH– La lista es bastante grande: en armenio, en orden alfabético, Meline Anumyan, Raffi Bedrosyan, Sofia Hakobyan, Ruben Melkonian, Lucine Sahakyan y Sergey Vardanyan han hecho importantes contribuciones al campo. En turco, Fethiye Çetin inició este género de literatura con su libro seminal “Anneannem” (“Mi abuela,” en turco), sobre su abuela, una sobreviviente del genocidio armenio que suprimió su identidad armenia hasta mucho más tarde en su vida. En inglés, debemos mencionar a George Aghjayan y Matthew Karanian, ambos en los Estados Unidos. Sin embargo, esta lista no es exhaustiva, ya que el tema ha ganado un interés significativo en el último decenio, tanto en el ámbito académico como en los medios de comunicación.

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