Por Álex Puente
En 1959, la editorial Dar Al Hilal en el Cairo Egipto comenzó a publicar al popular roedor de nombre Mickey en idioma árabe, y que estuvo vigente hasta 2003.
En sus primeros números publicados en árabe, Dar Al Hilal tradujo la revista tal y como estaba, manteniendo las historias en inglés; es decir, bajo un contexto cultural y visión completamente occidental.
Posteriormente cuando la revista se hizo popular en Egipto, los traductores y escritores adaptaron a Mickey y sus amigos a un contexto culturalmente más árabe e islámico.
Para 1967, el escritor Magdi Naguib y el ilustrador Muhammad Altahami crearon a Mickey Mouse como un personaje que despierta a la gente y alistarlos para el «suhoor», palabra en árabe que hace referencia al primer alimento que se consume previo al inicio del ayuno intermitente que practican los musulmanes en el mes islámico conocido como Ramadán.
Finalmente, en 2004 la editorial árabe Dar Al Nahda – Egypt, comenzó la emisión de Mickey en árabe y distribución a otros países de Medio Oriente y Norte de África.
La realidad es que el éxito en Egipto y demás países árabes en cuanto a producción de dibujos animados, no es exclusivo del popular ratón Mickey; de hecho, existe un personaje de gran popularidad entre los hablantes nativos del idioma árabe el cual abarca toda la región del arco extendido desde el levante pasando por la península arábiga y hasta el norte de África. Se trata de Juha, un heroico “hombre común” de Medio Oriente y que apareció por primera vez en el siglo IX, los cuentos de Juha, la caracterización de un “viejo tonto” pero sabio y su burro, compañero y amigo de aventuras que hoy en día aún generan gran emoción en la audiencia infantil de países árabes.
Juha, el sabio tonto
En contraste, la esfera pública occidental se ha acostumbrado a los héroes que merodean el folclor árabe. Es decir, existen algunos personajes como Sinbad El Marino o Alí Baba que evocan inmediatamente imágenes de tesoros escondidos e intensas luchas con espadas. Sin embargo, en el Medio Oriente, una gran mayoría de la audiencia dentro de la esfera pública suele manifestar preferencia por una figura más realista; aquí encaja perfectamente la peculiar caricatura de nombre Juha. Puede que no lleve una cimitarra (tradicional sable con una curvatura) como elemento característico dentro de la vestimenta popular en personajes árabes y de Medio Oriente en general, pero Juha ha sido parte de la cultura local durante siglos y ha resultado útil para los bromistas y satíricos árabes hasta la actualidad.
Juha, el «tonto sabio», es muy conocido y querido en todo Oriente Medio y el norte de África. Las historias de Juha también se han extendido más allá de la región MENA (Medio Oriente y norte de África por sus siglas en inglés), con versiones del personaje que aparecen en el folclor turco, iraní, italiano, rumano, judío mizrahí y sefaradí. Algunas historias se basan únicamente en la tonta sabiduría de Juha; otras implican su travieso desprecio por la autoridad. Sin embargo, su acomodo no se expande al abstenerse de comentar cuán tontas considera ciertas reglas de protocolo social.
Al final desde este breve análisis, existen un par de resultados tangibles que se han logrado manifestar a lo largo de los años desde la creación del popular personaje y que están dirigidos a la audiencia infantil de los países que conforman la región MENA; el primero, los niños refuerzan el aprendizaje del idioma árabe al ser un público receptor de las caricaturas como Juha o el popular ratón Mickey Mouse, posicionando así a Egipto, como la nación con el idioma árabe más popularizado en los hablantes nativos de este idioma.