De mientras los medios de comunicación de Occidente se empeñan en publicar artículos informando la culpabilidad del Gobierno Saudita como principal culpable del asesinato del periodista Jamal Ahmad Khashoggi, existen dentro de Medio Oriente países y organizaciones aliadas al régimen Saudita que comenzaron a demostrar su apoyo, entre sus aliados prominentes se encuentran Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania, la Autoridad Palestina y fuentes desde el Líbano afiliados al campo simpatizante del príncipe heredero Ibn Salman.
Estos países, juntos con la Liga Árabe y el Consejo de Cooperación de los Estados del Golfo a través de su secretario el Sr. Abd al-Latif al-Zayani, manifestaron en contra del ataque de los medios de comunicación hacia Arabia Saudita, destacando su estatus regional y su contribución a la paz y estabilidad regional y mundial, con mensajes en apoyo al reino por su transparencia, sus esfuerzos de investigación y los pasos que ha tomado hasta ahora. El rumor que estos países intentan dar a conocer como frente a las acusaciones son que Qatar, Irán, Turquía y la Hermandad Musulmana -esta última como organización externa- están detrás del crimen y conspiración, pero el que podría desatar un conflicto más, es el típico que existió siempre entre Occidente y Medio Oriente, estamos hablando del deseo de extorsionar económicamente a Arabia Saudita, y también lo que según el mundo islámico ve como principal amenaza, el deseo de Occidente en sembrar una división dentro del mundo árabe.
Los Emiratos Árabes llaman a una unión de apoyo a Arabia Saudita
Teniendo Arabia Saudita un papel principal en el mundo árabe y musulmán con gran impulso y poder, no se puede debilitar al fomentar falsas conspiraciones que llevarán a conflictos internos. Según los Emiratos, Arabia Saudita es la clave para resolver las crisis en la región y, seguirá siendo un importante centro espiritual y político en el mundo árabe/musulmán, mientras que los países que abandonaron el “verdadero” Islam se contentarán escondiéndose en la oscuridad.
El dilema que se habla los últimos días se enfoca en la política exterior liderada por Donald Trump, si bien lo dicho no es algo nuevo, lo que sorprende es cómo el líder del mundo Occidental intenta intimidar incluso a sus aliados del Medio Oriente. Para afrontar este problema, los Emiratos Árabes utilizan el pretexto del interés occidental por querer llevar al Islam a su división, lo que incluye el alejamiento de la tradición islámica, algo muy delicado en esta comunidad religiosa, por esto las publicaciones en los medios de comunicación árabes advierten que las sanciones e incitaciones de este tipo podrían dañar la estabilidad del gobierno Saudita, y por lo siguiente el mundo árabe, musulmán e internacional.
También remarcaron la actitud del reino Saudita después de la muerte del periodista, donde según ellos, los pasos tomados por el reino después de la investigación sobre el crimen atestiguaron los valores y principios supremos de la ley y la justicia en los que se basa Arabia Saudita.
Para finalizar, los Emiratos árabes llaman al resto de los países islámicos a unirse, examinar los hechos y mirar con prudencia y atención este asunto de manera más amplia y dar a entender, que la estabilidad de Arabia Saudita es de interés árabe, musulmán y global.
El Reino de Bahrein se sumó y manifestó que continuará apoyando a al reino Saudita con todas sus fuerzas en vista de los ataques hostiles en su contra, basando su argumento también en que cree que Arabia Saudita es la garantía firme de seguridad y estabilidad, la cual podrá enfrentar todos los peligros que enfrenta la región y el mundo en general.
Egipto, quien demostró su apoyo a Arabia Saudita, expresó a través de su Ministro de Exteriores que sigue con preocupación las implicaciones del asesinato del periodista saudí y exige llegar a la verdad a través de una investigación clara y transparente.
Esta unión entre los países árabes como demostración de apoyo es para evitar dañar políticamente a Arabia Saudita con acusaciones sin fundamento. Después de la admisión sobre la muerte del periodista, el Ministerio de Relaciones Exteriores del reino emitió una declaración de apoyo afirmando que el gobierno saudita se compromete para llegar a la verdad del incidente.
Estos países han publicado por todos sus medios de comunicación, las acusaciones de los Estados Unidos junto con sus aliados como un caballo troyano, con el objetivo de penetrar en el Medio Oriente debilitando el status e imagen de Arabia Saudita. Si bien a muchos no cabe la duda de que el gobierno saudita pudo haber estado detrás del asesinato de Jamal Ahmad Khashoggi, Trump le convendría llevar este asunto de diferente manera, ya que la amenaza de una unión por parte de los países árabes contra el líder de occidente, no le es conveniente a nadie.