La supresión identitaria de los georgianos musulmanes

por | Dic 20, 2021 | Ensayos, Portada | 0 Comentarios

Mathijs Pelkmans en su artículo “Religion, Nation and State in Georgia: Christian Expansion in Muslim Ajaria” (Journal of Muslim Minority Affairs, Vol. 22, No. 2, 2002) propone una hipótesis interesante. Para Pelkmans el retorno del sentimiento e identificación religiosa que se dio a lo largo y ancho del espacio ex soviético generó múltiples casos de retorno a prácticas religiosas presoviéticas. Sin embargo, el caso de la República Autónoma de Adjaria (Ayaria, Adzharia, en georgiano აჭარა) muestra un caso de transformación identitaria en el cual una comunidad georgiana musulmana pre soviética experimenta un potente proceso de conversión al cristianismo inmediatamente después de la desaparición de la URSS.

La República Autónoma de Adjaria ubicada en la costa del Mar Negro y parte de Georgia es el espacio que concentra una comunidad particular compuesta por georgianos étnicos que, por siglos, ha profesado el islam. En dicha autonomía georgiana residen unos 120 mil adjarios musulmanes y alrededor de 240 mil adjarios cristianos ortodoxos, lo que nos presenta un espacio sociocultural particular en un país como Georgia en donde la iglesia cristiana ortodoxa ha jugado un rol central en el desarrollo de la identidad nacional.

En las estadísticas oficiales se calcula que unos 433,784 georgianos, un 10% de la población del país se identifican a sí mismos como musulmanes, aunque los líderes y representantes comunitarios musulmanes estiman en 800 mil el número de ciudadanos georgianos musulmanes.

La gran mayoría de los musulmanes de Georgia no son georgianos étnicos destacando el caso de los azerbaiyanos quienes se concentran en tres distritos del sureste de Georgia, muy cerca de la frontera con la República de Azerbaiyán. En esos distritos viven 280 mil ciudadanos georgianos de origen étnico azerbaiyano y de religión musulmana.

Musulmanes georgianos Musulmanes georgianos

Además de los musulmanes azerbaiyanos se encuentran pequeñas comunidades musulmanas de chechenos, kists y ávaros. Estas comunidades se concentran principalmente en las regiones del este y noreste de Pankisi y Kvemo Kartli.

Los musulmanes étnicamente georgianos, tema de esta reflexión, se ubican en la ya mencionada República Autónoma de Adjaria y se calcula en 120 mil las personas pertenecientes a este grupo étnico/religioso tan particular. Otro grupo musulmán presente en Georgia y del cual hemos hablado anteriormente y son los turcos meskheticos que suelen ser confundidos con los musulmanes georgianos, aunque componen una comunidad diferenciada lingüística y étnicamente.

Breve historia de Adjaria

En el año 901 se inició el largo proceso de incorporación de la región de Adjaria a la cristiana Georgia, sin embargo, este proceso se vería interrumpido por una serie de invasiones entre las que destacan la seléucida (1001 a 1100), mongola (1201 a 1300) y timúrida (1301 a 1400). Si bien estas intrusiones impactaron y forman parte de la historia de Adjaria sería la conquista otomana de 1401 la que provocaría cambios profundos y permanentes en dicho territorio.

Además de incorporar Adjaria a la estructura administrativa de su imperio, los otomanos motivarían, e incluso en momentos particulares forzarían, la conversión al islam de los habitantes de la región. Este proceso de conversión religiosa sería largo pues se extendería de 1561 a 1700 por lo que no es de extrañar que, cuando se cedió la región a Rusia en el 1878, la población musulmana de Adjaria mantuvo sus relaciones comerciales, étnicas y religiosas con la población otomana vecina lo que creó fricciones y enfrentamientos con los georgianos cristianos y los rusos colonizadores también cristianos.

Puerto de Batumi Puerto de Batumi

La década de los veinte del siglo XX resulta clave para entender el origen de varios conflictos, tensiones y dinámicas étnicos y religiosos del Medio Oriente y Cáucaso contemporáneos y en ese marco se entiende que uno de los efectos del Tratado de Kars, firmado entre Turquía y la Rusia soviética el 13 de octubre de 1921 fue el establecimiento formal de la frontera entre el territorio turco y las tres repúblicas soviéticas del Cáucaso (Armenia, Azerbaiyán y Georgia).

De acuerdo con los artículos de dicho tratado, Adjaria sería una autonomía dentro de la República Soviética de Georgia en la cual se brindaría protección a los musulmanes locales lo que convertiría a Ayaria en una de las dos entidades autónomas (el Oblast Autónomo Judío con capital en Birobidzhán sería la segunda) basadas en consideraciones religiosas y no étnicas.

Entre 1926 y 1929 las autoridades soviéticas llevaron a cabo una fuerte supresión del islam, así como una colectivización forzada de la agricultura que detonó una fuerte rebelión de los adjaros contra el régimen comunista. La represión posterior de dicha rebelión incluyó la deportación de muchos adjarios a Asia Central y, en otra política punitiva, las autoridades soviéticas clasificaron a los adjarios como “étnicamente georgianos” clasificación que se mantuvo a lo largo del periodo soviético y que pretendía borrar las características nacionales e identitarias adjaras.

El ya mencionado Mathijs Pelkmans sostiene que, debido a la agresión soviética hacia la religión y su remoción del espacio público por varias décadas, los habitantes musulmanes de Adjaria desarrollaron sus procesos identitarios centrándose en su etnicidad (georgiana) compartida con sus vecinos cristianos situación que cambiaría drásticamente debido al retorno de la religión como factor identitario nacional durante el periodo de la Perestroika y la Glasnost establecidas por Gorbachov que despertaron sentimientos nacionalistas étnicos y religiosos potentes durante la década de los noventa del siglo XX.

Si bien el proceso de desestalinización instalado por Nikita Khrushchev a partir de 1956 permitió rehabilitar la cultura e identidad de algunas de las minorías étnicas y religiosas violentadas durante el régimen de Stalin, en el caso de los adjaras la evidencia antropológica y sociológica muestra que se habían asimilado completamente a la cultura georgiana.

Es ahí, en la redefinición identitaria nacionalista de Georgia en la cual se reincorporaría la cuestión del islam y el lugar de la población musulmana en un país que se definía como cristiano y cuya identidad colectiva se centraba en la recuperación de un pasado en clave cristiana.

Mezquita en Batumi Mezquita en Batumi

Georgia: una ¿moderna? nación cristiana

En la Georgia moderna la Iglesia Ortodoxa es quizá la institución más popular (más del 80% de la población tiene una opinión positiva de ella) y su influencia trasciende los límites de lo religioso desbordándose en el espacio político, académico y cultural del país, de hecho, la misma constitución contiene varios artículos que reconocen y aseguran el rol especial y central de la Iglesia Ortodoxa Georgiana. Un ejemplo de esto es que la Iglesia Ortodoxa Georgiana es la única institución religiosa que, por ley, tiene garantizado un presupuesto anual emanado de los impuestos recolectados por el Estado. Las demás comunidades religiosas de Georgia (incluidas la judía, armenia y musulmana) no tienen garantizado constitucionalmente ningún apoyo estatal y cuando reciben fondos del gobierno son infinitamente inferiores a los de la dominante comunidad cristiana ortodoxa.

El profesor George Sanikidze, a quien invité hace algunos años a dar una serie de charlas sobre Georgia en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, afirmaba durante las conferencias que el cristianismo, especialmente la historia de la Iglesia Ortodoxa Georgiana juega un rol central en la narrativa nacional e identidad colectiva georgiana como lo demuestra el slogan nacionalista del siglo XIX creado por el primer movimiento nacional georgiano moderno: “idioma, homeland y fe cristiana”.

Esta centralidad religiosa también es recuperada y analizada por Nutsa Batiashvili en su libro “The Bivocal Nation: Memory and Identity on the Edge of Empire” para quien el mismo espacio y tiempo en Georgia están marcados y delimitados por el cristianismo. Los cientos de iglesias, monasterios, cruces, imágenes y festividades religiosas marcan el ritmo anual del país mientras que los líderes religiosos suelen aparecer cotidianamente en los medios de comunicación opinando sobre temas como la homosexualidad, relaciones sexuales fuera del matrimonio y defendiendo lo que ellos denominan “valores cristianos tradicionales” impactando fuertemente en las tendencias políticas y las dinámicas sociales del país.

Libro de Nutsa Batiashvili Libro de Nutsa Batiashvili

En los años posteriores a la implosión de la Unión Soviética se registró un aumento importante en las conversiones al cristianismo en Adjaria la cual ha sido observada e interpretada por varios especialistas que suelen vincularla a una búsqueda de mejora socioeconómica. Lo que llama la atención a los especialistas es que este proceso de conversión se registra prácticamente de forma exclusiva entre los musulmanes de Ayaria pues el resto de las comunidades musulmanas del país mantienen porcentajes muy bajos de conversión al cristianismo.

Thomas Liles en su artículo Islam and Religious Transformation in Adjara (ECMI WORKING PAPER #57 February 2012) observa que la identidad islámica adjara ha estado en gradual decrecimiento frente a una presencia cada vez mayor de la Iglesia Ortodoxa Georgiana en Batumi, capital de Adjaria, y las tierras bajas, desplazando la presencia musulmana a las tierras altas orientales de la república como el distrito de Khulo y zonas rurales como Shuakhevi. Para Liles un factor clave en este proceso de conversión-desplazamiento es el financiamiento del gobierno georgiano que fluye constantemente a las instituciones cristianas mientras es inexistente en las instituciones musulmanas.

La relación entre el poder central de Tbilisi y la capital regional adjara de Batumi experimentaría un episodio violento y complejo con la crisis política de 2004 que afectaría las relaciones cristiano-musulmanas del país. En 2004 la República Autónoma de Adjaria, dirigida por Aslan Abashidze, se negaría a acatar las órdenes generadas desde Tbilisi después del derrocamiento de Eduard Shevardnadze, entonces presidente de Georgia, como resultado de la Revolución de las Rosas de noviembre de 2003. Lo que inició como una crisis política pronto amenazó en convertirse en un enfrentamiento militar cuando las partes movilizaron a sus tropas. La crisis se calmaría con la llegada al poder de Mikheil Saakashvili que reinstaló el control de Tbilisi sobre la rebelde república autónoma y el exilio de Abashidze aunque una herencia de esta crisis fue el empeoramiento de la convivencia cristiano-musulmana.

Ser musulmán en Georgia

Mezquita en Tbilisi Mezquita en Tbilisi

No es de extrañar que en este marco social, cultural y político el islam y la población musulmana se encuentre en una encrucijada. Algunos estudios sociológicos desarrollados por instituciones como el European Centre for Minority Issued (ECMI) señalan que hay una tendencia a considerar al islam como una religión enemiga del cristianismo y a los musulmanes como extranjeros y “no georgianos”. En esa percepción juega un rol importante la narrativa nacional georgiana que muestra a una nación cristiana georgiana defendiéndose históricamente de las invasiones turcas y persas (musulmanas) a lo largo de la historia. En los libros de textos escolares oficiales del país se reproduce esta narrativa en la cual la cristiandad es la religión “natural” de todo el territorio (incluida Ayaria) mientras se asocia al islam como una importación extranjera.

En este contexto la comunidad musulmana de Georgia en general y de Adjaria en particular ocupa una posición compleja, paradójica y riesgosa. Mientras son étnicamente georgianos en el pensamiento popular son extranjeros y no georgianos verdaderos al no ser cristianos. En el prejuicio social (promovido por políticos y líderes religiosos cristianos) ellos son los enemigos al ser descendientes de esos imperios musulmanes que a lo largo de la historia han agredido y conquistado a la nación georgiana cristiana y, a pesar de hablar el mismo idioma georgiano, son inasimilables a la nación georgiana auténtica.

A estos prejuicios se suma la presión generada en la comunidad musulmana de Georgia para convertirse al cristianismo ortodoxo y así “completar” su identidad georgiana mientras mejora su situación económica, educativa y social. Hay varios trabajos que indican que los mismos estudiantes musulmanes ayarios perciben que su religión les dificulta, cuando no margina, de conseguir buenas opciones educativas y laborales.

Los hombres musulmanes adjaros tienen dificultados sociales en una cultura como la georgiana en la cual el consumo de vino y otras bebidas alcohólicas es parte de la socialización e incluso parte de los rituales de hospitalidad mientras que las mujeres musulmanas adjaras que usan el hiyab enfrentan discriminación en el espacio público. Hay una tendencia a que las nuevas generaciones de mujeres musulmanas ciudadanas de Georgia no cubren su cabello en público evitando la discriminación laboral y estudiantil y evitando el acoso e insulto en las calles y transporte público.

Hay factores estructurales que ayudan a explicar el proceso de cristianización y desislamización de la población adjara de Georgia. Liles se enfoca en tres: el desarrollo del nacionalismo georgiano moderno en el cual el cristianismo tiene un rol exclusivo; la movilidad social diferenciada entre la población cristiana y musulmana étnicamente georgiana y la reubicación de jóvenes adjaras musulmanes por razones económicas y académicas que se desplazan hacia ciudades y regiones en donde el cristianismo es predominante lo que los lleva a un alejamiento del círculo familiar y una reconfiguración de su identidad personal.

Las mezquitas de la discordia

En enero de 2021 dos personas acabaron con heridas graves después de un violento enfrentamiento entre musulmanes y cristianos de la aldea Buknari, ubicada al oeste de Georgia y en donde durante meses la comunidad musulmana (que compone la mitad de la población) había querido construir una mezquita encontrando férrea oposición de sus vecinos cristianos.  La presencia musulmana en Buknari se remonta a más de siete décadas y su asentamiento se dio en las tierras altas de Adjaria y Guria. Desde el 2007 y con financiamiento del gobierno de Turquía, los musulmanes de Buknari han intentado tener su mezquita, pero la burocracia estatal más la oposición de la población cristiana lo han impedido.

Aldea Buknari Aldea Buknari

En toda Georgia se estima entre 300 a 350 las mezquitas, algunas de las cuales, al no obtener suficiente presupuesto estatal, sobreviven con ayudas económicas de países como Turquía e Irán, países vecinos que han intensificado su proselitismo entre los musulmanes de Georgia y que, para los cristianos residentes en las zonas rurales de Georgia, demuestra que lo musulmán es extranjero y extraño a la identidad nacional georgiana. La influencia turca e iraní en los asuntos religiosos de los ciudadanos musulmanes de Georgia por medio de ayudas económicas presenta un riesgo para la estabilidad y convivencia interreligiosa en el país.

En agosto del mismo año se registró otro incidente violento. En la villa de Chela, ubicada en la región de Samtskhe-Javakheti al sur del país, al ser removido un minarete de la mezquita local lo que generó el enfado de los residentes musulmanes de la villa. La situación se calmó por la intervención de la policía y las autoridades regionales pero el encono entre ambas comunidades religiosas se mantiene latente dejando claro que el la Georgia moderna la identidad nacional no logra trascender las diferencias religiosas.

Descubre más desde Oriente Medio

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo