Israel sigue ausente en el plano académico internacional

por | Feb 2, 2020 | Mundo Latino, Portada | 1 Comentario

El estado israelí busca despegar y crecer como potencia educativa a nivel mundial con una perspectiva limitada y desabrida. Las políticas educativas se enfocan en países del primer mundo y negligen las oportunidades en otros destinos en los que Israel pueda tener un efecto significativo en el mundo académico y convertirse en una potencia multicultural de excelencia

Desde el 2017 los israelíes decidieron lanzarse de lleno a la conquista del conocimiento en la arena internacional. A pesar de ser un estado reconocido como potencia start-up gracias al desarrollo y crecimiento ejemplares, aún se queda corto en su proyecto de apertura educativa. Israel es un adolescente en formación queriendo sentarse en la mesa de los adultos inconsciente de las riquezas y oportunidades culturales y educativas que puede llegar a explotar a fondo.

Un país construido por inmigrantes de todos los rincones del mundo tiene una visión miope. Las numerosas comunidades congregadas en el territorio son el reflejo de la multiculturalidad y la riqueza en diversidad de lenguas, gastronomía, cultura, historia y conocimiento. Más específicamente en el caso latinoamericano, en el 2018, la Agencia Judía estimó que la Aliá proveniente de los países hispanohablantes aumentó de un 5%. 1644 Olim Jadashim (nuevos inmigrantes) llegaron a tierra santa para crear una nueva vida en un país que cada vez más respira y se inspira en la cultura latina. No es solamente el reggaetón. Es la comida, la lengua, la riqueza artística, la historia de cada estado, la historia judía, los paisajes y las experiencias que alrededor de veinte países y más de 600 millones de personas tienen para ofrecer.

No obstante, sus mayores esfuerzos están enfocados a países de la UE y Estados Unidos demostrando que las políticas y estrategias israelíes están centradas en las potencias sin considerar las posibilidades de abrirse campo y hacerse conocer en otros estados con los que pueda crear nuevas relaciones comerciales, educativas y culturales. Ahora, este no es un tema discutido por primera vez. Un artículo publicado en Times of Israel hace un año – muy recomendado para leer – titulado “Delegation goes to US to attract foreign students to Israel” explica los proyectos que el estado israelí está implementando paulatinamente en su búsqueda por fomentar el desarrollo educativo y encadenar el despegue exitoso en el mundo académico. Lo interesante es que el consejo
para la educación superior (Council for Higher Education in Israel) tiene a su disposición un presupuesto de $120 millones (435 millones NIS) previsto hasta el 2022 con el fin de impulsar programas de estudios en el extranjero. Uno de los objetivos principales es crecer en competitividad y pasar de escala una local a una internacional como potencia emergente y, de esta forma, Israel convertirse en un centro de excelencia. Otro, es contribuir con la llamada imagen de marca del país y empezar a atraer nuevas mentes no por la coyuntura sino por una oferta de aprender en el Medio Oriente in situ la historia, los eventos, las realidades que existen en la región con metodologías, teorías, experiencias muy distintas a las que puedan aprender en Europa, Estados Unidos y en sus países.

Muchos organismos en el territorio están entendiendo las nuevas dinámicas. Las herramientas para combatir el BDS y el galopante antisemitismo y, contribuir con la política de “Hasbará” no es a través de redes sociales mostrando en posts qué tan lindo es el Estado de Israel o qué tan comprometido con el avenir del mundo sino cambiando mentes y ofreciendo diversas perspectivas. De hecho, sorpresivamente, once universidades ya ofrecen programas varios para estudiantes extranjeros. Entre ellos Bar Ilan, la Universidad Hebrea, la Universidad de Tel Aviv, la Universidad de Haifa, entre otras… (Aquí la lista).

Lastimosamente, los programas crecen muy lentamente y están enfocados en un muy corto alcance. Los estudiantes no salen ni vienen en masa. De hecho, únicamente el 1.4% de la población estudiantil es extranjera. Esta es otra muestra de que existe aún un
enorme déficit en explotar estos proyectos en marcha. ¿Y Latinoamérica?
Tristemente, América Latina es un territorio todavía inexplorado y desvalorado alos ojos de Israel, mientras estos países crecen en intercambios con países del MedioOriente. ¿Por qué no con Israel? Ésta es la oportunidad para los israelíes de tomar la batuta y emprender como start-uppers de abrir puertas en países hispanohablantes con los que hay muchos ámbitos en los que ambas partes se pueden enriquecer.

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