Donald y Melania Trump en Arabia Saudita

Los dilemas del Acuerdo del siglo de Trump

El Acuerdo del siglo logró cambiar los vientos políticos de la zona, esto explica el hermético secreto que lleva Trump que hasta el momento no quiere hacer público su contenido


El “Acuerdo del siglo”
es la iniciativa de paz que el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump desea presentar en el momento que Israel forme su gobierno número veintidós. El nombre de esta iniciativa fue inspirado en la famosa película de Chevy Chase y Gregory Hines, dos traficantes de armas que compiten por lograr vender una importante cantidad de armamento a un dictador de Sudamérica, la película se llama «Deal of the Century», de ahí su traducción por «Acuerdo del siglo«.

Hasta el momento se especuló sobre el contenido del mismo y solo se publicaron todo tipo de informes resultado de declaraciones de Trump de comenzar con una serie de nuevas estrategias para la paz interna del Medio Oriente desde mayo del 2018, la cual se basa en concretar la paz entre Israel y Palestina.

Lo poco que se sabe de este acuerdo no es mucho, el limitado material que se publicó nos habla de nuevas iniciativas económicas, como inversiones en infraestructura que logren no solo desarrollar la economía de la zona sino en especial la de Palestina, dándonos a entender que la idea del acuerdo consiste en especial mejorar la vida de los ciudadanos palestinos, los cuales hace años se encuentran bajo una rígida crisis económica. El resto de lo publicado todavía no se puede confirmar ya que no existe ningún lado que se haya comprometido y hemos visto que tengan un interés de ceder como lo es el dilema de los territorios por parte de Israel o el dejar por completo la lucha armada por parte de la organización terrorista Hamas, y es que el acuerdo mismo esta dirigido tanto para Hamas como para la Autoridad Palestina encabezada por Abu Mazen, y hoy por hoy tanto Abu Mazen como los líderes del Hamas y sus seguidores se oponen por completo al acuerdo manifestando que el mismo solo fortalecerá a Israel, pero aun eso no se puede confirmar ya que bajo las circunstancias todavía no se sabe en efecto de qué se tratará el acuerdo en sí.

De todas maneras, en la política interna del Medio Oriente el aceptar o no el acuerdo en cuestión ha creado conflictos que se esperaban venir, sin embargo intentaré explicar el mapa de la situación actual según los países más influyentes de la zona para dar a entender mejor de lo que no se habla en otros medios, la opinión en el Medio Oriente al respecto y cómo influye en el mapa político árabe.

El Acuerdo del siglo logró cambiar los vientos políticos de la zona, esto explica el hermético secreto que lleva Trump que hasta el momento no quiere hacer público su contenido, limitándose solo en que el mismo traerá como base la idea de mejorar la situación económica de los palestinos. Esta propuesta se ve aceptada por sus países aliados como Arabia Saudita, Israel, y también según la tradición histórica Jordania debería unirse siendo un país que desde su acuerdo de paz con Israel ha aportado mucho como puente entre Occidente y los países conflictivos del Medio Oriente, aunque sin embargo no es así.

Para tener una idea más clara de cómo está afectando el plan de Trump en Medio Oriente explicaré por separado sobre cada país relevante en este aspecto.

Palestina

Si bien la Autoridad Palestina demostró su oposición a la futura oferta de Trump, igual existen ciertos contactos entre Washington y la oficina de Abu Mazen (Mahmoud Abbas), aunque todavía no se hicieron públicas, solo se sabe del famoso viaje que hizo Abu Mazen a los Estados Unidos en el cual no se le informó de nada. Debemos entender que dentro de la política interna palestina, el conflicto se vive entre la Autoridad misma y la organización terrorista Hamas, que se disputan el dominio político en el pueblo palestino. Es entonces el momento de tomar una posición, y frente a la incertidumbre que presenta el llamado Acuerdo del siglo es obvio que la sociedad palestina misma ya se oponga de antemano y junto con su gobierno y Hamas quieran convencer al mundo que dicho acuerdo solo beneficiará a Israel.

La sociedad palestina no está interesada en recibir nuevos territorios, o sí, pero esto no es lo principal como muchos piensan. Los palestinos pertenecientes a la cultura árabe basan su fuente de valores en la tradición y el orgullo, su primordial preocupación es que un futuro plan de paz – según los códigos de Occidente – logre borrar su identidad y tradición.

Líbano

Entre los países que se alinean con Palestina están el Líbano, Irán, Irak y Siria entre otros. Estos países también utilizan la famosa propaganda anti-sionista la cual como excusa manifiestan su apoyo a la causa palestina como muestra de resistencia contra el Estado de Israel pero el problema podría venir por un asunto más social.

El principal interés del Líbano no es la cuestión palestina como el resto de los países árabes alineados a esta posición, su preocupación pasa por un tema más social y de interés político económico.

La prioridad del Líbano es antes que nada aclarar sus propios conflictos con Israel, como el de sus bordes en el sur del país donde también tiene que lidiar con Hezbollah que aunque está influenciada por Irán y por su naturaleza se opone al Acuerdo del siglo, existe el temor de que el acuerdo cree otros problemas nuevos con la organización terrorista volviéndola un frente contra el gobierno libanés y eso lo explicaré mas adelante.

El trazado de la frontera económica del mar entre el Líbano e Israel ayudará a desarrollar sus reservas de petróleo y gas en sus aguas, pero por el contrario, el Líbano teme que esto no suceda debido a la intransigencia de Hezbollah y que el acuerdo de Trump temine jugando a favor de Israel dejándolo sin el poder de utilizar sus fuentes minerales en la zona, algo que sin duda sería una oportunidad perdida y un golpe más a su economía interna. El Líbano cree que Israel quiere acelerar las negociaciones para así poder comenzar a firmar contratos de perforación con compañías petroleras extranjeras en el Mediterráneo, y sabe que sin un acuerdo seguro, ninguna compañía aceptará comenzar la perforación.

En relación a un intercambio de territorio entre el Líbano e Israel –la determinación de parte de la frontera que aún está en disputa como el control israelí de las Granjas de Shebaa- tampoco se encuentra en el contexto de estas negociaciones creando cierta desconfianza del lado libanés.

El gobierno libanés teme que tanto los Estados Unidos como Israel se basen el Acuerdo del siglo como un plan estratégico pero de momento secreto el cual podría querer obligar al Líbano a otorgar ciudadanía a los refugiados palestinos que residen desde hace décadas en el sur del país, y ahora entenderemos que por la misma razón también se oponen Irak y Siria.

Volviendo a lo que remarqué antes frente al problema del un futuro conflicto con Hezbollah es que esto podría provocar una controversia en la composición étnica que ya existe en el país. La adición de cientos de miles de ciudadanos palestinos (sunitas) socavará el equilibrio demográfico que dicta la división del poder político en el país. Hezbollah (chiíta) no acepta compartir territorios con los refugiados y menos de la rama sunita quienes son considerados dentro del Islam sus enemigos, por otra parte incluso si el acuerdo logra ceder sumas millonarias para mejorar la economía libanesa como por ejemplo pagar la deuda externa, esto podría ser a cuenta de la normalización del la organización misma, neutralizándola completamente pero con el peligro de que se comience una ola de actos violentos contra la misma población de refugiados y el gobierno libanés, al que desde la central de Beirut tampoco les conviene ya que volverían a tener un frente el sur del país con una guerra interna.

Arabia Saudita

Junto a Bahrein, es el único país árabe que hizo público su apoyo al acuerdo y está intentando convencer al resto de los países. Sin embargo, hay algunos inconvenientes que podrían cambiar la postura del Príncipe Bin Salman.

El problema aquí llega cuando comienza el dilema económico, en estos momentos la guerra por el control del mundo árabe que existe entre Irán y Arabia Saudita, ha dado grandes sorpresas, como por ejemplo el estancamiento del precio del crudo que se encuentra entre los 56-59 dólares por barril. Es que los juegos políticos que le permiten a Irán vender petróleo a sus únicos aliados que les quedan son limitados, ya que estos que al mismo tiempo se dirigieron a otras fuentes de energía como el gas natural o las energías renovables. Esta es en cierta forma la razón por la cual el precio está balanceado ya que el crudo no es el único actor principal en el mercado energético como antes y no tiene la exclusividad de influir sobre el precio como otrora.

Pero ahora, volviendo a nuestro tema debemos entender que la crisis en el precio del petróleo logró afectar la economía Saudita que espera algún día poder volver a venderlo por 80 dólares el barril, algo por el momento imposible. ¿Porque señalamos esto? Simple, Arabia Saudita sabe muy bien su importancia como país intermediario entre Occidente y el Medio Oriente y si bien no es el único con este rol, todos sabemos que por ser unas de las potencias económicas de la zona sigue siendo de todas maneras entre las más relevantes, sumándole que tiene en su territorios lugares como La Meca y la ciudad de Medina, dos lugares sagrados para el Islam.

Si bien el reinado saudita hace esfuerzos por mostrar su interés de abrirse al mundo, esto es en especial para lograr recibir inversiones del exterior con el objetivo de invertir en nuevos proyectos tecnológicos y hacer de su país una potencia. Es por esta razón y otras como la de querer tomar control en la zona lo que lleva a Arabia a tomar una posición pro americana, pero siendo así todavía con este país no está muy claro que pasará al respecto.

Se corre el rumor de que Estados Unidos dio ya por ganado el Acuerdo del siglo, donde al margen de ser un Acuerdo de paz el mismo tiene como objetivo salvar las economías de los países en crisis del Medio Oriente como el caso de Palestina o Siria, y respecto a esto se especula que el acuerdo quiere lograr una recaudación de una suma de 68 billones de dólares. Ahora bien, ¿de donde se sacará ese dinero, ya que hasta el momento no hay ningún país que se haya comprometido a ser parte de la inversión?

Para empezar, Arabia Saudita ya esta invirtiendo dinero en países como Yemen dentro de su guerra civil, e Irak donde esta trabajando para aminorar la influencia de Irán en ese país, y en Siria no tiene ningún interés, menos en Palestina quien ya está recibiendo sumas millonarias por parte de Qatar, o sea, Arabia Saudita solo invierte su dinero a cambio de imponer su influencia como esta haciendo en Yemen e Irak. Por otra parte, todavía ella misma no salió de su propia crisis, por lo cual ¿de donde está tan seguro Trump de que Bin Salman le otorgará sumas billonarias como parte de la resolución del acuerdo mismo?

Llegado el momento sabremos hasta qué punto Arabia Saudita estará tan del lado de Trump o no, lo que sí podemos decir es que parecería ser que el gobierno norteamericano está cantando victoria antes de tiempo sin tener en cuenta que Arabia Saudita podría de esta manera pasar de ser un país aliado al acuerdo a oponerse por completo.

Jordania entre Oriente y Occidente

Jordania se opone. Según los medios de comunicación, la preocupación jordana se basa en un tema territorial del acuerdo, el temor de ellos es por un lado que se les quiera otorgar a los palestinos territorios jordanos, y por otro que se le quite al reinado jordano el control de ciertos lugares sagrados conocidos como el Waqf dentro de Jerusalén y tercero -como en Egipto- también Jordania quiere evitar todo tipo de roce con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, quienes podrían ser un serio problema si el Rey de Jordania, Abdallah, acepta bajo esos términos alinearse al acuerdo. Es por eso que frente a este problema de principio el rey Abdalla quiere endurecer la ley de permisos para la portación de armas y así amortiguar la posibilidad de establecer milicias populares de resistencia armada contra la implementación del plan de paz estadounidense como las milicias Al-Hashad a-Shebi en Irak. Como comenté anteriormente, el dilema está relacionado con el asentamiento de los refugiados palestinos y su transformación en residentes permanentes de Jordania.

Jordania no está viviendo unos de sus mejores momentos, no le es fácil tomar una decisión que le deje mal contra Occidente, la cual podría afectar más sus relaciones con el resto de los países árabes, y es que aquí existe otro problema aún más personal, mejor dicho familiar y es el divorcio de la hermana de Abdallah con el príncipe de Dubai; el cual no se está llevando de una manera pacifica y podría poner en peligro el status de la familia real jordana y su influencia en las relaciones diplomáticas que este país lleva con los Emiratos Árabes, algo que no se puede permitir que pase si le sumamos en un futuro próximo tener que también renunciar a lugares que estuvieron bajo su mando desde el acuerdo de paz con Israel.

La hermana de Abdallah, la princesa Hiya, huyó de Dubai el mes pasado y vive en Londres con la princesa Muna Al Hussein, la madre del rey Abdallah de Jordania, se escapó ocultando sus intenciones a su esposo, voló a Amman con sus dos hijos y luego voló a Alemania y de ahí a Londres, país del cual posee la ciudadanía. Este acto le está afectando a la imagen de su hermano el Rey, a quien le puede caer serias implicaciones políticas en un momento en el que ya sufre una grave crisis económica y de momento no puede comenzar un conflicto con los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Por lo tanto, el Rey Abdullah solo se limitó a comentar que esto es un conflicto personal de la pareja en cuestión y que no está relacionado con él.

Tampoco puede darse el lujo de llevarse mal con Qatar, país del cual recibe apoyo económico, es por eso que Jordania tendrá que ser muy cuidadosa en el momento de tomar decisión de qué lado va a estar.

Estas son solo algunos de los obstáculos que se esperan frente al plan político que lidera Donald Trump, teniendo en cuenta las posturas de los países del Medio Oriente, donde podemos ver ahora que el dilema es más complicado por mas solución económica que se proponga. En adelante, tendremos que estar atentos con estos países, en especial Arabia Saudita que acepta el acuerdo por el momento, el Líbano el cual ya vive una frágil situación política y no ve la solución en dicho acuerdo, Palestina la cual tanto la Autoridad misma como la organización terrorista Hamas se oponen calificando al acuerdo como una trampa de Occidente y Jordania, quien teme que su hegemonía y status de país líder entre los musulmanes, se vea desvanecido y ese poder sea trasladado a otras manos.

Como podemos ver, el llamado «Acuerdo del Siglo» todavía esta lejos de ser una solución concreta, en especial si una gran parte de los países a los cuales están dirigidos ya se oponen de antemano, cada uno con sus razones, importantes de tener en cuenta los que vivimos en Occidente.