El Primer Ministro designado de Irak Adnan al-Zurfi, continúa sus esfuerzos para formar un gobierno y recibir la aprobación parlamentaria según lo exige la constitución iraquí, pero se ha enfrentado a muchas dificultades frente a la expansión de la pandemia y el toque de queda en Bagdad.

Le quedan más de dos semanas para presentar su gobierno al Parlamento y ya ha tuiteado en su cuenta de Twitter que actuará seriamente para detener la lucha entre Estados Unidos e Irán, ya que estas podrían tener negativas implicaciones para Irak.

A pesar del hecho de que las tensiones entre Estados Unidos e Irán solo están aumentando, las milicias pro iraníes en Irak están intensificando los ataques contra las bases estadounidenses en el país.

La agencia de noticias turca Andello informó que las instalaciones de defensa antimisiles interceptaron dos misiles disparados contra la base Ein Al-Assad en el oeste de Irak por fuerzas estadounidenses.

Golpe estadounidense a las milicias

En el mundo árabe cree que el presidente Trump está considerando seriamente aprovechar la epidemia de coronavirus iraní para realizar un ataque militar contra las milicias iraquíes pro iraníes conocidas como » Al-Hashd Al-Sha’abi » a la luz de sus continuos ataques de esta contra bases estadounidenses en Irak como  venganza por el asesinato de Qasem Soleimani.

Durante estos ataques, dos soldados estadounidenses y un ciudadano británico fueron asesinados recientemente en la base de «Taji».

Esta evaluación se basa en una serie de cambios que el ejército estadounidense ha realizado en Irak durante las últimas semanas y en un informe publicado en el New York Times el 27 de marzo.

Según el informe,  los comandantes militares estadounidenses advirtieron que tal operación podría llevar a una guerra con Irán lo requiere enviar miles de tropas adicionales a Irak y desviar recursos, como entrenar al ejército iraquí contra  ISIS el cual llego a un acuerdo con el gobierno iraquí.

El ejército estadounidense se prepara  en Irak

A pesar de la directiva del Pentágono de detener todas las mociones de las tropas estadounidenses por 60 días para evaluar las bajas de la fuerza militar (se han reportado más de 20 virus en el portaaviones Truman cerca de Kuwait). Se observó un traslado de bombas  B-52 moviéndose hacia las bases estadounidenses en el área. El portaaviones, Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower realizaron un ejercicio militar del 18 al 22 de marzo en el Mar Arábigo. Bombarderos pesados y muchos aviones de combate participaron en el ejercicio.

La semana pasada, la Brigada de Hezbolá en Irak anunció que tenía información sobre operaciones sospechosas de Estados Unidos, con la ayuda de un aparato de seguridad iraquí, y un plan estadounidense para hacer un golpe de estado en Irak tomando la zona aérea de las bases militares iraquíes.

La milicia amenazó con que, en tal caso, respondería con todas sus fuerzas a las instalaciones militares, de seguridad y económicas de los Estados Unidos en Irak.

El 26 de marzo, el periódico Rai Allium informó un movimiento nocturno generalizado entre las bases estadounidenses en Irak, transfiriendo fuerzas y fortaleciéndose en ciertas posiciones por una razón desconocida.

Al-Quds Al-Arab News informó el  31 de marzo que la milicia pro iraní en Irak teme un inminente ataque aéreo estadounidense y ha comenzado a tomar medidas defensivas en consecuencia.

El periódico libanés al-Akhbar informó el 31 de marzo que Estados Unidos había decidido atacar 10 objetivos de las milicias pro iraníes.

La agencia de noticias IRNA informó hace unos días que Estados Unidos estaba desplegando tropas  en la base de la Fuerza Aérea Ein Al Assad en Irak, que fue alcanzada por los misiles balísticos como la primera respuesta iraní al asesinato de Suleimani y fue derribado por Estados Unidos.

IRNA también citó a Kossay al-Anbari, un miembro de alto rango de la milicia chiíta Katab al-Sha’abi, diciendo que la retirada de Estados Unidos de la base de Al-Qayim fue solo un movimiento táctico para aumentar el número de fuerzas estadounidenses en la base de Ein al-Assad.

Anbari también afirmó que Estados Unidos aumentó su número de tropas en Irak después del pasado ataque al campamento de Taji, al norte de Bagdad, en el que dos soldados estadounidenses y un soldado británico fueron asesinados a principios de marzo.

Según otro informe, las fuerzas estadounidenses se están preparando para construir una nueva base en el área de Um-Smig de la provincia de Al-Anbar en Irak.

El 29 de marzo, se informó un retiro estadounidense de la base K1 en el área de Kirkuk. La base fue transferida al ejército iraquí.

«Las fuerzas de la coalición internacional han abandonado la base y la base K1 ahora tiene el control total de las fuerzas iraquíes», dijo el Ministerio de Defensa.

Alexey Pushkov, un ministro del gobierno ruso tuiteó en su cuenta de Twitter: «Creo que fracasarán los recientes movimientos de Estados Unidos contra Irán en Irak». Pushkov también se refirió a los nuevos planes de Estados Unidos para enfrentar a las milicias chiítas y escribió: “Parece que los Estados Unidos no pueden tomar represalias con sus malos hábitos de interferir en los asuntos internos de otros países a medida que los países intentan hacer frente al brote del virus que se ha extendido por todo el mundo. Estos pasos no darán frutos, Estados Unidos no parece haber aprendido y probablemente sufrirá otra derrota en un país extranjero.”

A pesar de la severa epidemia de coronavirus en los EE.UU, el Presidente Trump no ha mostrado ninguna determinación de guardar silencio sobre los ataques de Irán, a través de su leal milicia, en las bases estadounidenses en Irak para obligar a los EE. UU.aretirar sus fuerzas. Sin embargo, la administración mostró su disposición anoche para considerar la situación de Irán. El ministro de Relaciones Exteriores, Pompeo, dijo que Estados Unidos consideraría aliviar las sanciones contra Irán debido al estallido de la epidemia, pero no prometió nada, ¿podría haber comenzado el gobierno americano a aplicar contra Irán en su política de «palo y zanahoria»?

Irán trata de mostrar una gran confianza en sí mismo como si no temiera el ataque generalizado de Estados Unidos contra las milicias chiítas iraquíes, Yadullah Jawani, jefe del departamento político de la Guardia Revolucionaria, dijo a la Agencia de Noticias Tassan el 30 de marzo que las amenazas estadounidenses de atacar a las milicias iraquíes son una guerra psicológica y que a Estados Unidos le esperará una gran derrota si los ataca.

Al mismo tiempo, una visita inusual fue reportada en estos días por el remplazante de Qasem Soleimani, el General Ismail Kani en Bagdad acompañado por asesores superiores.

Objetivo: los depósitos de armas iraníes en Iraq

Este podría ser un momento conveniente para Estados Unidos. El régimen iraní está preocupado por sus asuntos internos y gimió bajo la carga de las sanciones económicas,  la epidemia, y la posibilidad de una protesta popular en Irán contra el gobierno del Ayatolá por sus graves fracasos frente la crisis del coronavirus.

Sin embargo, transferir miles de soldados estadounidenses a Irak para un ataque terrestre contra las milicias pro iraníes es contrario a la política del presidente Trump que hasta ahora probablemente podría complicar otra vez a los Estados Unidos.

Comentaristas en el mundo árabe creen que el presidente Trump no se dará por vencido y extenderá los ataques aéreos contra militantes pro iraníes en Irak en un intento de disuadirlos y evitar que continúen los ataques contra las bases estadounidenses.

Estos ataques tendrán como objetivo depósitos de armas y también incluirán asesinatos selectivos por parte de comandantes de milicias de acuerdo con información de inteligencia.

Unas 5.000 tropas estadounidenses se encuentran en varias bases, la administración quería reducir su presencia militar en Iraq, pero los ataques de las milicias pro iraníes en sus bases lo obligan a no reducir su presencia militar en el país.
Fuente: JCPA
Traducción: Gastón Saidman