El último revuelo en Venezuela sorprendió al mercado energético justamente por no llevar el precio a la dirección que se esperaba, me refiero que si bien los analistas tenían una buena expectativa junto con los inversionistas en ver una fuerte subida de precios después de la caída que se vivió a principios del 2019, el bloqueo a Venezuela hubiese sido solo un empujón para esta expectativa y no fue así.
Cuando Arabia Saudita pensó que en cuestión de meses Trump fortalecerá las sanciones contra Irán, tuvo la gran idea de comenzar junto con Rusia la súper producción y prepararse para la subida de precios que pretendía tener el 2019, acto seguido tal ambicioso proyecto se vio estancado por el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi donde el Príncipe de este país fue el principal sospechoso y rápidamente Estados Unidos comenzó una serie de amenazas de sanciones que afectaron fuertemente la producción misma del crudo.
Lo interesante de toda esta historia es que en un mercado donde se limitó la producción, el precio no logró subir según las expectativas, pero lo que preocupó más aun a los inversionistas es que tampoco el mismo no pudo reponerse después de la caída de la legitimidad internacional de Maduro en Venezuela, incluso después de la decisión de Trump en bloquear la exportación venezolana a las refinerías de EE.UU. lo que ya estaría perjudicando el suministro de las refinerías situadas en las costas del golfo.
Esto sería de suma importancia teniendo en cuenta que Venezuela produce un petróleo calificado como «pesado», difícil de conseguir y por la gran cantidad de azufre que contiene, que hace que no fluya con facilidad. Esta clase de petróleo en el mercado es muy buscado ya que el barril se compra y vende por debajo del precio actual. Teniendo esto en cuenta, el precio del petróleo no llegó a grandes cambios, si nos fijamos estas últimas semanas estuvo entre 52.00$ BPD a 55.00$ BPD, después de una etapa donde llegó a rozar los 79.00$. La caída a 50$ pretendía ser solo una baja antes de la gran subida, la cual quedó otra vez estancada debido a que los inversores no tenían muy en claro que pasará por las fricciones entre China y EE.UU. -aunque las negociaciones comerciales entre estos dos países avanzan.
Según un informe del CSJ, las negociaciones comerciales en Beijing entre los Estados Unidos y China hace una semana terminaron con ambas partes satisfechas, lo que indica que se lograron avances significativos pero es poco probable que se obtenga un acuerdo integral antes de la fecha límite del 1 de marzo, existe la posibilidad de que se logre acordar un memorando de entendimiento que describa un acuerdo comercial, permitiendo que las conversaciones continúen más allá de la fecha límite. El presidente Trump también indicó que estaría dispuesto a patear las tarifas si las dos partes progresan significativamente. Siendo así, Venezuela se queda cada vez más sola.
China es un país que no se ve afectado por las sanciones de Trump, incluso el bloqueo mismo a Venezuela no le afecta siendo con India los únicos países que le seguirán comprando, y en el caso que el bloqueo afecte al transporte entre Venezuela y China, China recibirá el petróleo por parte de Rusia, que si bien Rusia fue el único país que exportó productos petroleros a Venezuela y mantuvo una cierta relación comercial para tapar los agujeros que este país del Caribe comenzaba a tener, no podrá pasar por alto la decisión de empresas como Litasco o Gazprom Neft, dos empresas rusas comprometidas con el mercado internacional quienes decidieron unirse al bloqueo la semana pasada y parar la exportación de petróleo a Venezuela, pudiendo ahora el bloqueo afianzarse en su globalidad.
Es por esto último que los bloqueos no fueron de gran influencia en el mercado en sí, ya que de mientras se bloquea, una parte de los otros países entraron por la puerta de atrás. Ahora bien, la decisión de Trump de parar la exportación del crudo venezolano en contra de sus mismas refinerías no era algo seguro hasta finales de la semana pasada donde se llegó a la decisión final de poner el bloqueo en marcha junto a la realidad por parte de Rusia que decidió también parar el intercambio comercial como remarqué antes, teniendo la foto más clara, ahora ya notamos que el Viernes 15.02, tuvo un cierre donde el precio se volvió a situar a 55.00$ BPD. Vemos que el Viernes 22.02.19 rompió los 56.47$ y colocó al crudo por encima de los 57.00$, rompiendo así los dos puntos más altos de esta semana, lo que nos indica que llegando al final de la incertidumbre entre las relaciones chino-americanas y más con buenas expectativas, estaríamos entrando en una subida de precios, siempre teniendo en cuenta el informe de los inventarios por la AIE (Agencia Internacional de Energía), que revela que la producción se encuentra a unos 3672 millones de barriles, 592 más de la ultima semana, pero todavía muy por debajo de los 7970 millones que se vio el mes de enero, por lo que considero que el precio sí verá alzas, pero balanceadas.
Mientras tanto, Israel toma posiciones
De mientras el mundo se encuentra en esta interminable batalla geopolítica y económica, Israel se prepara para grandes cambios en el rubro energético. Es conocido el descubrimiento de las grandes reservas de gas localizadas costa afuera de la ciudad norteña de Haifa. Lo que en su momento fue un sueño se convirtió en realidad, una realidad que llevó a cerrar acuerdos de tuberías con Egipto y Jordania para que unan el traslado de gas desde las áreas económicas marítimas compartidas entre Israel y Chipre a estos dos países árabes, como siempre con el objetivo que desde el mismo terreno Israel logre venderle a Europa. Lo que está sucediendo en estos momentos en el mercado energético no afecta a los países del Medio Oriente, en excepción de Irán o Arabia Saudita ya que estos dos países, al margen de combatir por el control del mundo islámico, son también influenciados por la geopolítica que mueve el mercado del petróleo. Más aun si uno de estos enfrenta sanciones internacionales.
Este ambicioso proyecto de unir los países del Mediterráneo a través de las nuevas tuberías comenzó ya su última etapa de construcción. Hasta el mes de abril se espera la presentación de diversas empresas tanto del exterior como locales para ganar la licitación y poder comenzar a perforar en nuevos territorios marítimos. Al mismo tiempo, Israel ya recibió los últimos pies para terminar por completo con la plataforma. Estos fueron fabricados en Houston, Texas, tienen unos 98 metros de altura, pesan aproximadamente 15,000 toneladas y llegan hasta una profundidad de unos 86 metros. Para la segunda mitad del año, se espera que la plataforma comience a perforar. Una vez finalizada la construcción, se realizará una prueba de preparación antes de que el gas se entregue al mercado local, lo que se calcula será a fines del 2019.