Foto Ilustración: hombre con mochila en Estambul

Uno de cada cuatro turcos se siente extranjero

Los hechos sombríos y las cifras sobre un país son una cosa, pero la sensación entre un gran número de sus ciudadanos de no pertenecer a su patria es un tema diferente. Investigaciones recientes señalan que el 38% de los ciudadanos turcos no sienten que pertenecen a su propio país

Por: Burak Bekdil

Los turcos tienen muchas buenas razones para no estar orgullosos de la posición actual de su país en distintos rankings en términos de riqueza, democracia, libertades civiles e impartición de justicia. Turquía es un país de 83 millones de personas, excluyendo a los cerca de 4 millones de refugiados sirios, cuyo ingreso per cápita en 2019 era de apenas 9.000 dólares. Freedom House ubicó a Turquía en su lista de países «no libres» en su evaluación del año 2020, una categoría que también incluye a países como Afganistán, Angola, Bielorrusia, Brunei, Chad, Yibuti, Eritrea, Gabón, Irán, Irak, Libia, Myanmar, Corea del Norte, Nicaragua, Qatar, Ruanda, Somalia, Sudán y Yemen. Según World Justice Project, Turquía ocupa el puesto 107 de 128 países en lo que al estado de derecho se refiere. De acuerdo al ranking de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, Turquía ocupa el lugar 154 de 180 países, peor clasificada que países como Pakistán, Congo y Bangladesh.

Un estudiante turco de 19 años al que entrevisté el mes de julio pasado para un artículo que escribí en el Instituto Gatestone me dijo, con la condición de estricto anonimato por miedo a ser procesado penalmente: «Este no es el país con el que soñé… Ya no siento que pertenezco a mi propio país. No veo señales de una vida libre. Iré a Europa para continuar mis estudios y probablemente visitaré Turquía sólo por vacaciones».

Una nueva investigación ha encontrado que millones de turcos comparten ese sentir. Un estudio de KONDA, una destacada casa de encuestas turca, reveló que el 38% de los turcos se sienten como heimatlös, o «extranjeros en su propio país» (según el clásico término alemán usado en el siglo XIX para referirse a los sin-patria).

El porcentaje de turcos que se sienten como heimatlös varía, por supuesto, dependiendo de sus preferencias políticas. El 74% de los turcos/kurdos que votan por un partido pro-kurdo sienten que no pertenecen a Turquía, al igual que el 51% de los «turcos modernos». Sorprendentemente, este sentimiento es compartido por un tercio de los turcos religiosos/conservadores e incluso el 24% de los turcos que votan por el Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP por sus siglas en turco) del presidente Recep Tayyip Erdoğan.

La investigación de KONDA también encontró que la mayoría de los turcos, con la excepción de los entrevistados más leales al AKP, no ven un futuro brillante para sus hijos. El 74% de los votantes del AKP dicen que esperan un futuro brillante, pero el porcentaje es de sólo el 44% para los simpatizantes del partido aliado de Erdoğan, el Partido del Movimiento Nacionalista, y menos del 20% para los votantes de todos los demás partidos políticos.

Los hallazgos de KONDA son consistentes con los de otras investigaciones sobre el comportamiento de la juventud turca. Por ejemplo, SODEV, otra casa encuestadora, encontró que el 60,5% de los jóvenes que apoyan a Erdoğan dijeron que preferirían vivir en la Suiza cristiana, incluso si sólo tendrían la mitad del salario que ganarían en la Arabia Saudita musulmana. El estudio de SODEV también encontró que el 70,3% de los encuestados piensa que un joven talentoso nunca será capaz de salir adelante profesionalmente en Turquía sin conexiones políticas/burocráticas o nepotismo. Sólo el 30% siente que puede expresar libremente sus opiniones en las redes sociales.

Cuando un joven se siente alienado de su propia tierra natal, ya está decepcionado a una edad temprana y anticipa un futuro aún más sombrío en casa, por lo que  es probable que considere mudarse a otro país. En 2019, 330.289 personas abandonaron Turquía para irse a vivir al extranjero. Los datos oficiales muestran que el 40,8% de esas personas tenían entre 20 y 34 años.

Según Seren Selvin Korkmaz, director ejecutivo del Instituto de Investigación de Políticas de Estambul, el desempleo juvenil y las tendencias autoritarias en el país crean una «incertidumbre violenta» para la juventud turca.

El director de KONDA, Bekir Ağırdır,, observa la agresiva polarización social de Erdoğan de la sociedad turca a lo largo de la línea secular/religiosa en los últimos 18 años, lo que lleva a un triste final para esa sociedad: «No se puede vivir colectivamente el dolor; no podemos vivir colectivamente la alegría».

Ağırdır, autor del libro The Future in Quest of Its Story (Hikayesini Arayan Gelecek en turco), señala que los estudios muestran que tan sólo el 10% de los turcos confiaría en un turco no familiar o conocido. «Este es el resultado de un paradigma construido como resultado de las políticas del AKP: Hoy el Estado piensa que sus únicos ‘buenos ciudadanos’ son musulmanes sunitas devotos».

Los turcos a los que el poderoso Estado ve como «malos ciudadanos» no sienten que pertenecen a su propio país. La investigación de KONDA sólo confirma lo que todos saben empíricamente: Turquía es una tierra de 31,5 millones de heimatlös.

Fuente: BESA Center

Fecha de publicación: 24/11/20