Por: Yoni Ben Menahem
Turquía reevalúa la actividad de de Hamas en Estambul después de un informe que los Estados Unidos e Israel transmitieran donde se revela intentos de la organización terrorista Hamas de querer comenzar una serie de actividades terroristas. Esto sucede en un momento en que Turquía teme a las sanciones de los Estados Unidos y se encuentra preocupada por el acercamiento de Hamas hacia Irán y Siria, lo que la coloca frente a una dilema que podría herir su status en Medio Oriente
A pesar de las problemáticas relaciones entre Israel y Turquía, que se agravaron desde la llegada al poder del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el canal de inteligencia entre los dos países aún se mantiene activo. El ministro de Relaciones Exteriores israelí Israel Katz, como muestra de esta colaboración, reveló que durante este último tiempo Israel ha proporcionado a Turquía información de inteligencia sobre ataques terroristas que ISIS planeó llevar a cabo en territorio turco.
Turquía se negó en su momento a aceptar la demanda de Israel en cerrar la sede de Hamas en Estambul asegurando que esta solo se involucraría en actividades políticas, a cambio, Israel prometió que no dañaría a ningún activista de Hamas en el suelo de Turquía siempre y cuando no afecte la seguridad de los civiles como de los turistas.
Esta oficina, dirigida por el alto funcionario del Hamas, Salah al-Aruri, hoy emplea a activistas del ala militar de esta organización, parte de ellos liberados por el «acuerdo de Gilad Shalit» (liberación del soldado israelí a cambio del indulto a cientos de terroristas) y al mismo tiempo actuales responsables de la actividad terrorista en Judea y Samaria.
Según fuentes israelíes, Hamas recluta estudiantes palestinos que llegan a Turquía para estudiar, como también realiza transferencias de dinero a activistas de Hamas en Judea y Samaria. Asimismo la sede en Estambul tiene una central operativa que monitorea las operaciones de las FDI y las AP para despues ser transmitidas a Irán y Hezbolá.
El sitio web «Arab Independent» reveló el pasado 3 de septiembre, que entre el liderazgo turco y la organizacion terrorista de Hamas estalló una disputa cuando el gobierno turco comenzó a investigar una serie de planes de ataques contra Israel y los Estados Unidos, urdidos por los terroristas que habitan en Turquía y que se encuentran bajo un status diplomático, como Nidal Dawabasha y Abdel Rahmanat. Hamas se sintió avergonzada por la actitud de las autoridades turcas al respecto. Rápidamente negó las acusaciones.
Conclusión
El liderazgo turco está enojado con Hamas por su acercamiento a Irán y Hezbollah y su intento de reconciliarse con Siria.
Un alto funcionario de Hamas también dijo que Turquía está reevaluando su relación con Hamas debido a su actividad y las operaciones de transferencia de dinero desde Turquía.
La inteligencia turca no acepta las denegaciones de Hamas y sabe exactamente cuáles son los objetivos de la organización, pero la decisión al respecto es una decisión política porque el presidente turco Erdogan tiene una muy buena relación con Khaled Mashaal, el ex jefe del buró político de Hamas, mientras que Ismail Haniya e Yihia Sinwar son socios cercanos a Irán.
Turquía se encuentra en una gran crisis economica que causa una gran indignación en la sociedad hacia los refugiados y los migrantes, lo que a veces conduce a enfrentamientos violentos entre ciudadanos turcos y refugiados sirios.
Varios altos funcionarios del partido gobernante turco «Justicia y Desarrollo» se han quejado frente al presidente Erdogan de que la presencia de Hamas en Turquía está perjudicando el interés nacional y que debe tenerse en cuenta que Hamas se ha unido al «eje de resistencia» en el que Irán, Hezbollah y Siria son miembros.
Estados Unidos advirtió recientemente a Turquía que impondría sanciones a personalidades y entidades turcas que apoyan a la organización de Hamas – designada por los Estados Unidos como organización terrorista-, y como resultado el gobierno turco comenzó a supervisar a los activistas de Hamas.
Después de la presión estadounidense e israelí, Turquía se vio obligada a ordenar a Salah al-Aruri, jefe de Hamas, que también es el jefe del ala militar de Hamas en Judea y Samaria, que abandone su territorio, este se instaló en el vecindario de al-Dahiya de Beirut y se convirtió en el enlace de Hamas con Hezbollah e Irán.
Es muy dudoso que la reevaluación de Turquía de las actividades del ministerio de Hamas en Estambul haga que deje de funcionar.
Los funcionarios de Hamas creen la organización bajará su perfil «hasta que la ira arda». El presidente Erdogan es un firme defensor de Hamas y el partido gobernante Justicia y Desarrollo es una rama de la Hermandad Musulmana.
De cualquier manera, Israel y Estados Unidos deben intensificar la presión política sobre Turquía para obligarlo a suspender las operaciones del Hamas en Estambul, junto a las sanciones que aplica los Estados Unidos a las instituciones y personalidades turcas que apoyan la actividad de Hamas en la zona.
Traducción: Gaston Saidman