Reseña del libro Los orígenes antisemitas de la violencia islamista: un estudio de la Hermandad Musulmana y el Estado Islámico
Publicado originalmente en Fathom en el link https://fathomjournal.org/book-review-the-antisemitic-origins-of-islamist-violence-a-study-of-the-muslim-brotherhood-and-islamic-state/. Agradecemos la autorización para su traducción
Daniel Ben – Ami *
El islamismo es una de las formas menos comprendidas de antisemitismo. Dejemos a un lado a aquellos que tontamente idealizan a los grupos islamistas como si lucharan una heroica resistencia anticolonial contra Israel y Occidente.
Incluso aquellos que, con razón, condenan la violencia yihadista con demasiada frecuencia carecen de una comprensión más amplia de la visión islamista del mundo.
Estar horrorizado por las atrocidades terroristas no es lo mismo que lidiar con las ideas del movimiento político más amplio que las motiva.
Los opositores al islamismo a menudo lo ven como esencialmente una forma extrema del Islam como religión.
Tal conclusión es comprensible, ya que es posible extraer selectivamente citas del Corán que muestran antipatía hacia los judíos. También es importante señalar que los islamistas se presentan como representantes de la verdadera cara del Islam.
Sin embargo, el hecho de que los islamistas se identifiquen en estos términos es una razón para cuestionar esa conclusión en lugar de tomarla como un hecho.
Reducir el islamismo a una forma de religión extremista es difícil de mantener una vez que se le examina más de cerca. Para empezar, los estudios empíricos sobre yihadistas y activistas islamistas tienden a sugerir que la mayoría tiene un conocimiento escaso de la religión. Su lectura de los textos islámicos tiende a ser muy tendenciosa. Lo cual es verdad, pero no es suficiente. Tampoco se reconoce suficientemente bien lo mucho que están influenciados por las formas más atrasadas del pensamiento europeo. Por ejemplo, Los Protocolos de los sabios de Sion (1903), la notoria falsificación zarista que describe una supuesta conspiración judía global, es fundamental en la literatura islamista.
Sin duda, hay un número relativamente pequeño de académicos formidables que ven el islamismo como una forma de ideología política en lugar de una religión extremista.
Por ejemplo, Olivier Roy, un destacado experto francés, argumenta que: «Debemos entender que el terrorismo no surge de la radicalización del Islam, sino de la islamización del radicalismo». En otras palabras, el islamismo es una perspectiva que enmarca la política radical en el lenguaje islámico. La cosmovisión islamista se extiende mucho más allá de los terroristas yihadistas para incluir a lo que a veces se llama islamistas «participativos». Tales militantes participan en la política islamista, pero no participan en actos de violencia.
Otros expertos que ven el islamismo como esencialmente una forma de ideología política, aunque se trate de una que utiliza un idioma islámico, incluyen a Matthias Küntzel y Bassam Tibi. Vale la pena leer a todos estos autores, pero lamentablemente hasta ahora han tenido relativamente poca influencia en el debate público.
Evin Ismail, profesora titular de ciencias políticas en la Universidad Sueca de Defensa, ha añadido a esta literatura importante, pero insuficientemente conocida, su investigación de doctorado en la Universidad de Uppsala. Examina en ella la centralidad del antisemitismo en la perspectiva de la Hermandad Musulmana, que ha generado numerosas organizaciones en todo el mundo, y en el Estado Islámico.
Se basa en una variedad de fuentes para ayudar a comprender la visión islamista del mundo y la centralidad del islamismo en particular. Estos incluyen una discusión de fuentes islámicas como el Corán y el hadiz (dichos del profeta Mahoma), los escritos de Sayyid Qutb (el ideólogo islamista más influyente), Dabiq (un boletín del Estado Islámico) y estudios de casos de varios terroristas islamistas.
Ismail argumenta que el antisemitismo ha jugado un papel central en la perspectiva islamista desde su inicio con la fundación de la Hermandad Musulmana en Egipto en 1928. Es decir, cabe señalar, 20 años antes de la fundación del Estado de Israel. Por lo tanto, ver el antisemitismo islamista como simplemente una reacción a las acciones de Israel no es sostenible.
Varios factores contribuyeron al surgimiento del islamismo y su antisemitismo en particular. En la década de 1930 y principios de 1940, los nazis promovieron a la Hermandad Musulmana como un contrapeso a Gran Bretaña, que entonces dominaba Egipto y Francia.
Naturalmente, los nazis trajeron consigo su venenoso equipaje antisemita. Pero incluso antes del ascenso del nazismo, otras influencias europeas perniciosas, especialmente los Protocolos, estaban teniendo influencia en sectores de la sociedad egipcia.
Sayid Qutb
El ideólogo más influyente de la Hermandad Musulmana, cuya autoridad más tarde se extendió por todo el mundo, fue Sayyid Qutb (1906-1966). Ismail se basa en dos de sus obras para ayudar a reconstruir su cosmovisión antisemita, la primera fue Nuestra lucha contra los judíos, un breve folleto que describe a los judíos como un «mal satánico cósmico». La otra es A la sombra del Corán, la gran obra de Qutb en varios volúmenes.
La perspectiva de Qutb todavía proporciona el núcleo de la ideología islamista. En su opinión, los musulmanes habían sufrido las maquinaciones de los judíos y el doble trato desde el inicio del Islam en el año 610. Los judíos habían librado una guerra constante contra la ummah (la comunidad musulmana de creyentes) como parte de su campaña conspirativa para dominar el mundo.
La supervivencia del Islam desde esta perspectiva dependía de librar una guerra religiosa, en la que matar estaba moralmente sancionado, para derrotar el mal cósmico de los judíos. Qutb argumentó que se necesitaba un cuadro de élite de revolucionarios islámicos para lograr este objetivo. También popularizó la idea de takfir, la idea de excomulgar a los musulmanes considerados apóstatas.
La visión del mundo de Qutb ha sido ampliada y adaptada por numerosos grupos islamistas de todo el mundo. Por ejemplo, Ali Khamenei, el líder supremo de Irán, ha traducido cuatro de los libros de Qutb al farsi. Por lo tanto, el islamismo antisemita de la Hermandad Musulmana a logrado atravesar la división entre sunitas y chiítas.
Ismail se enfoca en el Estado Islámico y analiza cómo su doctrina se desarrolló a través del movimiento Sahwa, una organización importante aunque poco conocida en Occidente.
El movimiento Sahwa surgió en Arabia Saudita en la década de 1960. Fue establecido por activistas exiliados de la Hermandad Musulmana de Egipto y Siria.
Entre ellos se encontraba Mohammed Qutb, el hermano de Sayyid, quien también se inspiró en los Protocolos. Mohammed Qutb, a su vez, inspiró a Osama bin Laden, el líder de Al-Qaeda nacido en Arabia Saudita hasta que fue asesinado por las fuerzas estadounidenses en 2011.
Ismail argumenta que Sahwa combinó el wahabismo apolítico, la austera forma del Islam que prevalece en Arabia Saudita, con los métodos organizativos y la cosmovisión política de la Hermandad Musulmana. Una innovación intelectual clave fue su adición del anti-chiísmo en la mezcla. Esto ya prevalecía entre los miembros de la Hermandad Musulmana siria, que ya estaban en un conflicto con el régimen de Assad, dominado por los alauitas, una secta dentro del Islam chiíta. El estado sunita de Arabia Saudita también era un rival geopolítico regional del Irán predominantemente chiíta.
ISIS llevó este anti-chiísmo un paso más allá al vincularlo a su antisemitismo. Desarrolló la idea de que los chiítas no eran realmente musulmanes en absoluto, sino que son, sorprendentemente, judíos encubiertos, ya que rechazan la verdadera enseñanza del Islam. Esto a su vez, en opinión de ISIS, justificó su asesinato sistemático de chiítas en Irak.
Este es quizás el ejemplo más sorprendente del antisemitismo conspirativo paranoico que es central en la cosmovisión islamista. Por ejemplo, ISIS, como la mayoría de los otros islamistas, cree que Estados Unidos está controlado por los judíos e Israel. También se ha referido a las tropas kurdas como representantes del «sionismo Peshmerga». Además, ISIS ha afirmado que los líderes sunitas, especialmente los monarcas, son «gobernantes apóstatas» que actúan como «esclavos de los judíos y los cristianos».
Una vez que se aceptan las suposiciones grotescas de la visión islamista del mundo, su perspectiva tiene sentido. Los judíos están, desde esta perspectiva distorsionada, involucrados en una conspiración malvada contra toda la comunidad musulmana global. La conclusión que sacan los islamistas es que es necesario librar una guerra religiosa contra los judíos para contrarrestar esta supuesta amenaza. Matar judíos es, desde este punto de vista, moralmente justificado.
Abordar el islamismo de manera efectiva significa desarrollar una mejor comprensión de él como una ideología política radical en lugar de un extremismo religioso. Su doctrina necesita ser cuidadosamente estudiada y entendida. El libro de Evin Ismail es una contribución importante a esa tarea urgente.
* Daniel Ben-Ami dirige el sitio web Radicalism of Fools para repensar el antisemitismo.