Son diversas las razones por las cuales hay decesos de civiles o no combatientes dentro de la población palestina, una de ellas es el uso de escudos humanos por los grupos radicales, por el contrario las muertes del lado Israelí, se deben a que los terroristas eligen premeditadamente una pizzeria, un autobús o un centro turístico, con la intención de matar civiles, en extrañas ocasiones atacan una patrulla, o una comisaría, horrible decirlo, pero el terrorista no elige blancos legítimos, busca matar civiles y esto viola tras veces el derecho de guerra: al usar escudos humanos, atacar civiles y buscar destruir un miembro de la ONU reconocido.

Las muertes palestinas son accidentales y son causa de una respuesta para combatir el terrorismo, las bajas israelíes no son accidentales, desde el momento de concebir un ataque los palestinos eligen civiles, un estudio realizado por Alan Dershowitz profesor en derecho por la Universidad de Harvard, en su libro “El caso de Israel”, argumenta que en proporción a las víctimas de guerra, los ataques palestinos han asesinado más civiles: el 80% de las victimas israelíes fueron civiles, de los cuales el 40% eran mujeres, mientras en el caso de los palestinos el 95% eran hombres, y se encontraron en zonas de combate.

Incluso han hecho uso de armas biológicas, al elegir suicidas infectados de VIH y Hepatitis, con el fin de incrementar el número de víctimas, el primer caso documentado fue en año 2002 por parte de médicos pertenecientes al centro médico Hillel en Hadera, posteriormente en el año 2004 el servicio secreto logró desactivar un atentado con una bomba que contenía en condiciones de preservación sangre infectada con VIH.

Pero volviendo al tema principal, los hospitales y protocolos médicos israelíes se han especializado en desarrollar una eficiente e inmediata respuesta al momento en que ocurre un atentado, lo que ha permitido reducir el número de víctimas mortales, esta misma infraestructura ha sido ofrecida en varias ocasiones a los palestinos, ya que los hospitales israelíes trabajan con una estricta imparcialidad política, pero las autoridades palestinas han sido sumamente reacias a transferir heridos de guerra a los sanatorios israelíes a pesar que se les ha facilitado transporte aéreo y atención médica sin costo alguno, una probable explicación de esta política palestina es que no se sepa el número exacto de heridos o muertos, para posteriormente ser usados como propaganda contra Israel.

Otra razón radica en que los hospitales palestinos no cuentan con la infraestructura médica adecuada, generada por una deficiente administración, corrupción y malversación de recursos financieros, a mediados de los noventa la Fiscalía francesa abrió una investigación de las cuentas de Yasser Arafat y su esposa, cuya riqueza personal ronda entre los 300 y 1000 millones de dólares, la razón fue el desvió de 900 millones de dólares sin saber su destino final, recursos que podrían hacer la diferencia entre la vida o la muerte.

Es inevitable las bajas civiles cuando los terroristas palestinos instalan sus fábricas de bombas en las inmediaciones de jardines de niños y hospitales, así como el uso de ambulancias para llevar a cabo atentados terroristas y que por cierto, fueron ampliamente usadas en Siria por el Estado Islámico.

Cinturón de explosivos suicida

El uso de escudos humanos y suicidas por parte de los palestinos es una práctica ampliamente documentada, tolerada y poco denunciada a nivel mundial, a su vez es promovida con bombo y platillo por el propio líder de Hamas de la franja de Gaza Ismail Haniya que mencionó: «Los judíos aman la vida mas que cualquier otro pueblo y prefieren no morir por eso los ataques suicidas con bombas es lo ideal para tratar con ellos» se ha creado en los palestinos una lamentable veneración por los suicidas enfatizando las ventajas de morir como mártir y recibir 70 vírgenes -por supuesto las mujeres no recibirían 70 varones.

En el campo de batalla los soldados israelíes no tienen forma de saber si un niño o una mujer embarazada fueron reclutados como suicidas o si traen consigo explosivos o no, y más cuando ocasionalmente los terroristas se visten de mujer bajo una burka, Los palestinos se quejan de las muertes de niños y mujeres, pero ellos mismos los reclutan, una practica llevada a cabo por las brigadas del Tanzín, aunque hay que reconocer que el uso de niños suicidas no es privativo de los radicales palestinos, durante la guerra Irán e Iraq, los iraníes mandaron a sus niños al campo de batalla como barreminas, les daban unas llaves de plástico diciéndoles que eran las llaves del cielo. Incluso fueron reclutados niños afganos por parte de Iran para combatir en Siria. Hay hechos documentados en el uso del chantaje contra mujeres musulmanas sorprendidas en actos de adulterio, que se les exigió servir como bombas suicidas para matar judíos y salvar su honor, e incluso han llegado a usar mujeres embarazadas tal como fue el caso de Andalib Suleiman que fue utilizada para un ataque suicida matando seis personas en el año 2002.

El uso de niños para montar fotografías y ser usadas como campañas de desprestigio contra Israel, es una práctica muy recurrida en la guerra de propaganda, y ha sido muy exitosa, eso nos remite a un caso sin precedentes: un trágico suceso fue la muerte de Muhammad al Durrah, un niño de doce años que quedó atrapado junto con su padre por fuego cruzado, se hallaron resguardados detrás de un bloque de hormigón, en su momento se achaco incuestionablemente su muerte al fuego israelí, por su parte las autoridades palestinas se negaron a realizar al autopsia para determinar el origen de la munición, tiempo después la televisión alemana realizó una investigación en la cual existía altas posibilidades de que la muerte del niño no hubiera sido causada por las balas israelíes, debido a la orientación del fuego, años después el investigador Richard Landes de la universidad de Boston llevaría una investigación detallada sobre el incidente plasmándola en el documental Pallywood que puede ser visto en Youtube, revelando la alta probabilidad de que las balas que asesinaron al niño fueran palestinas.

Lo que me hace recordar las palabras de Golda Meir: “Les podemos perdonar que hayan matado a nuestros hijos, pero nunca les perdonaremos que nos hayan forzado a matar a los suyos” Pese a todo la instigación la cultura del odio y la no negociación seguirán siendo las principales causas de la muerte civiles palestinos.