Por: Pinchas Inbari
Uno de los acontecimientos sorprendentes de los últimos días en la arena internacional palestina es la reunión de Muhammad Dahlan, líder en el exilio opositor de Mahmoud Abbas, en Moscú con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Lavrov.
Un comunicado emitido en el sitio web de Dahlan declaró que la reunión trató de reparar el frente de Fatah ante el conflicto con Israel por un lado, y liderar el proyecto nacional por el otro.
Es decir: Dahlan habló con Lavrov sobre el legado de Abu Mazen, y posiblemente sobre su destitución.
Es difícil tomarse a la ligera este hecho, ya que la relación con Rusia es una de las piedras angulares de la política de Abu Mazen. Dos investigadores, Isabella Ginor y Gideon Remez, incluso afirmaron que Abbas fue un agente de la KGB durante un período de su vida en Damasco.
Incluso ahora, uno de los obstáculos para reanudar las conversaciones con Israel es la insistencia de Abu Mazen en negar a Estados Unidos el papel principal en las conversaciones de paz, para ceder en cambio ese papel al cuarteto dirigido por Rusia, donde tiene el mismo estatus que Estados Unidos. Esto es parte de una estrategia para recibir apoyo de las naciones cercanas a Rusia.
Para Abu Mazen Dahlan es un un caso molesto, lo expulsó de Fatah, casi lo arresta en Ramallah, Dahlan huyó, fue acusado de corrupción y Abbas pidió a Interpol que lo arrestara otra vez.
Si Rusia se dirigió a Dahlan, probablemente se habría formado un consenso entre las potencias y los principales estados árabes, de que el camino político de Abu Mazen ha llegado a su fin.
Fecha de publicación: 04/11/2021
Fuente: JCPA
Traducción: Gastón Saidman