Los últimos meses explotó una guerra de mercado entre China y los Estados unidos por el alza de tarifas que Donald Trump comenzó a exigir a este país.
China todavía puede hacerle frente a la potencia mundial y esto se ve en el momento que pasó por alto el pedido de Trump a los países asiáticos en parar la importación iraní de petróleo, China no solo que seguirá comprando petróleo iraní sino que ahora asoma sus narices en Siria.
El Embajador de China en Siria anunció que dadas las circunstancias donde el ejército de Assad logró derrotar a los rebeldes en el sur de Siria, ahora que su próximo objetivo será el norte, China estará dispuesta a colaborar militarmente.
Esto no solo sería para manifestar su oposición contra la influencia de los Estados Unidos. Hoy existe en China el partido islámico turcomano el cual ya realizó algunos atentados terroristas en la provincia de Xinjiang y el mismo partido manifestó su interés por la creación del llamado Estado Islámico en ese lugar. Luchar codo a codo con el ejército de Assad, sería también comenzar a aniquilar las células que ISIS colocó en China.
Como respuesta a la preocupación de la expansión del ejército sirio en la frontera con Jordania, los medios de prensa jordanos piden mejorar las relaciones con Siria.
Parecería ser que desde que se cerró el acuerdo mediado por Rusia donde Jordania renunció el control del cruce fronterizo y se lo entregaron al régimen sirio, los límites tienen la seguridad de no llegar a un conflicto bélico con el gobierno de Assad. Sin embargo, la amenaza que dentro de los grupos de refugiados que traspasan los bordes lleguen con terroristas infiltrados que podrían atentar contra ciudadanos jordanos hace que el gobierno se replantee sus relaciones diplomáticas con Siria. El aporte mas grande sería el económico, al abrir de nuevo estas fronteras se podría renovar la actividad comercial. Por otro lado, la prensa siria eligió atacar a Jordania, la acusó de ser hipócrita y cambiar sus posiciones de acuerdo a su interés.
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Recientemente las Naciones Unidas mandaron un delegado a Palestina para dialogar sobre los conflictos vividos en las últimas semanas, los cuales trascendieron la política interna entre Hamas y el Fatah, y se llegó a tener un roce con Israel, lo que no sería ninguna novedad. Según los informes, el acuerdo pide un alto de fuego por una temporada de 5 años, abrir todos los cruces, aumentar el área de pesca y establecer proyectos de infraestructura.
Fuentes del Hamas informan que por el momento no están satisfechos con la propuesta del delegado, también están esperando ver cuales serán los resultados de las conversaciones en el Cairo después de que el gobierno egipcio tomó la decisión de ser el mediador entre Hamas y Fatah.
Por el momento Hamas y Fatah anunciaron que es posible llegar a un acuerdo según la nueva propuesta de mediación que ofrece Egipto la cual se basa en 4 escalas a un tiempo de 3 meses, esto consistiría en que cada lado debería renunciar a principios los cuales se siguen discutiendo y hasta el momento no fueron publicados.
Fuente: JCPA
Los últimos meses los precios del petróleo tambalearon contra las expectativas de todos los inversores, y como de costumbre el juego político no fue ajeno a estos repentinos cambios.
Quienes siguen este tema de cerca sabrán que hace más de un mes se tomó la decisión por parte de la OPEP de acrecentar la producción del crudo por parte de los países miembros de la organización, esto llevó a otros países productores a realizar lo mismo pero por sobre todo logra agravar la situación en el Mar Rojo, entorpeciendo dos petroleros saudíes que fueron atacados en el pase de Bab al-Mandab en el Mar Rojo por Irán. El ataque a los petroleros saudíes por los hutíes pro iraníes coincidió con las amenazas del régimen iraní de que si a Irán no se le permitía exportar petróleo, no permitirá que otros estados del Golfo lo hagan. Como respuesta, Arabia Saudita anunció que suspendía su transporte de petroleros en Bab al-Mandab hasta que «la zona estuviera a salvo» y enfatizó que las amenazas terroristas de las milicias hutíes podrían dañar la libertad de comercio y navegación en el Mar Rojo.