Irán ha sido y sigue siendo el protagonista principal de la mayor cantidad de hechos controversiales que han tenido lugar en las dos últimas semanas. El país persa es una gran fuente de tensiones, tanto internas como externas.
– China, Rusia e Irán comenzaron el viernes un ejercicio militar conjunto de cuatro días en el Océano Índico y el Golfo de Omán en medio de una fricción constante en la región económicamente importante entre Teherán y Washington. El Golfo de Omán ha sido un punto focal de tensiones geopolíticas en 2019, después de que dos petroleros fueron atacados en el estrecho en junio por un autor no identificado. Estados Unidos culpó a Irán por el ataque, pero Teherán negó las acusaciones. Luego, en julio, Irán detuvo a un petrolero británico, el Stena Impero, durante dos meses.
Los ejercicios conjuntos también sirven como una señal para el mundo de que las relaciones entre Teherán, Moscú y Beijing han alcanzado un nivel «significativo», siendo esta la primera vez que Irán realiza un ejercicio conjunto con dos grandes potencias navales mundiales a esta escala. China, por su parte, niega que el evento esté conectado con la situación regional.
El Golfo de Omán se conecta con el Estrecho de Ormuz, a través del cual pasa aproximadamente el 30% del petróleo crudo del mundo.
– Manifestaciones en Irán, Irak y Líbano: Según el analista Yossi Kupervasser, la ola de manifestaciones en Irán luego de la decisión del régimen de elevar el precio de la gasolina en un 50 por ciento es la expresión más importante como resultado del impacto de la política de «presión máxima» de los Estados Unidos hacia Irán. Refleja la escasez de recursos disponibles para el régimen debido a la reducción de sus ingresos por exportaciones de petróleo y la animosidad generalizada del pueblo iraní hacia el régimen islámico, y se suma a los desafíos que enfrenta Irán para mantener su control sobre dos de sus principales países-satélites, candidatos a colonias, Irak y Líbano.
Incluso si el régimen iraní logra reprimir la indignación popular contra él en todos los frentes, los recientes acontecimientos, combinados con los continuos ataques israelíes contra objetivos militares iraníes en Siria y supuestamente también en Irak y en el Líbano, y la imposición continua de mayores sanciones estadounidenses, somete al régimen de los mulás en Teherán a una presión, vulnerabilidad y preocupación sin precedentes.
La dura respuesta iraní se reveló en el impresionante ataque militar contra las instalaciones petroleras sauditas en Abqaiq y Khurais el 14 de septiembre de 2019, y la reanudación del enriquecimiento de uranio en las instalaciones subterráneas profundas de Fordow. Los pasos ofensivos iraníes reflejaron la frustración del liderazgo iraní después del fracaso de su política de escalada militar. Esa política desesperada de escalada tuvo lugar en mayo de 2019 en un intento de forzar a los Estados Unidos a salir de la «zona de confort» de aplicar sanciones económicas y evitar la confrontación militar.
Después del ataque a las instalaciones petroleras sauditas, Estados Unidos entendió la naturaleza de esta trampa y tuvo cuidado de evitar represalias mlitares. Esta política estadounidense, que a muchos les pareció contradictoria, y le valió al presidente Trump considerables críticas, incluso del primer ministro israelí Netanyahu, consistió en agravar aún más las sanciones económicas. Esta estrategia podría llamarse de desgaste, como reverso de la misma estrategia de desgaste iraní, ya que tanto EEUU como Irán, por razones que a cada uno les conviene, desean evitar el escenario de guerra a todo o nada.
Fariba Abdelkah – Roland Marchal
– Crisis de los rehenes extranjeros: Kylie Moore-Gilbert, una académica australiana encarcelada en Irán por espionaje debe cumplir su sentencia, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores Abbas Mussavi de Teherán, enfatizando que no se someterá a «propaganda».
Según los informes, Kylie Moore-Gilbert inició el martes una huelga de hambre en la prisión Evin de Teherán después de perder una apelación contra una sentencia de 10 años de cárcel.
Australia expresó «profunda preocupación» y la ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, pidió que la trataran «de manera justa, humana y de acuerdo con las normas internacionales».
Además, la académica iraní-francesa detenida Fariba Adelkhah comenzó una huelga de hambre indefinida en la víspera de Navidad, según anunció Universidad de Ciencias Políticas de Francia.
El arresto de Adelkhah por «espionaje» se confirmó en julio pasado. Las acusaciones de espionaje no requieren de ninguna prueba, basta sólo con citar el “peligro a la seguridad nacional”. En realidad, las autoridades descubrieron que ella pertenecía a un grupo feminista de Telegram (red de comunicaciones encriptada). Ella especialista en Islam chiíta y directora de investigación de su universidad. Fue detenida junto a su compañero de investigación Roland Marchal.
Según el especialista en política persa Seth Frantzman, Irán sabe que la detención de académicos occidentales (a los que atrae gracias a la política de acercamiento europea que trata a Irán como un país normal) es un golpe bajo que garantiza el canje de prisioneros iraníes que han cometido delitos en Europa o Estados Unidos, y así lo ha hecho saber explícitamente muchas veces el régimen (no así ocurre con Rusia, India o China, países a los que teme y respeta).
– Contaminación del aire de Irán: en la última semana de diciembre tuvieron que cerrarse las escuelas y se recomendó mantener a los niños al interior de las casas por causa de la alta polución ambiental. El gobierno dice que está invirtiendo millones para reducir la contaminación, pero muchos apuntan la culpa a la mala calidad del combustible utilizado en los vehículos.
– Deportistas destacados desertores: Alireza Firouzja, uno de los mejores jugadores de ajedrez de Irán y el jugador junior número 2 del mundo, ganó la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Ajedrez Rapid & Blitz en Moscú después de competir bajo la bandera de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
Firouzja, de 16 años, había decidido no jugar para su país en una aparente reacción a la prohibición de la república islámica de competir contra jugadores israelíes.
«Firouzja ha tomado su decisión y nos ha dicho que quiere cambiar su nacionalidad», dijo la semana pasada el presidente de la Federación de Ajedrez de Irán, Mehrdad Pahlavanzadeh, a la agencia de noticias semioficial Tasnim. Firouzja y su padre viven actualmente en Francia.
En octubre, Irán fue expulsado de las competiciones internacionales de judo por tiempo indefinido debido a la negativa del país a enfrentarse a competidores israelíes. La decisión de la Federación Internacional de Judo (FIJ) se produjo después de que el judoka iraní Saeid Mollaei dijo que fue presionado para abandonar la competición para evitar enfrentar a un oponente israelí. Mollaei pidió asilo en Alemania y desde entonces vive allí.