La expansión regional de Irán y sus resistencias
A través de una postura amenazante, Irán está logrando concretar su primer meta, ser el país más influyente en los países árabes, después el resto del mundo y aunque esto último parece imposible, también se creía imposible que tuviera la influencia que hoy tiene en Medio Oriente
Si el Medio Oriente fue siempre una zona interesante tanto por su historia como por su política y también imprescindible por sus yacimientos de petróleo, lo que llevó a las grandes potencias a intervenir en ella, invirtiendo dinero o haciendo guerras, hoy sigue siendo igual de importante pero distinto: la diferencia está en las nuevas técnicas de los jugadores relevantes.
La República Islámica de Irán logró con el transcurso de los años convertirse en un país relevante a la política internacional. Aunque no sin razón algunos sostienen que siempre fue así ya que Irán fue el centro de la atención en muchas ocasiones, como por ejemplo la Guerra Irán-Irak en los años 80’s, la guerra del Golfo a principios de los 90’s, y por último la llegada al poder de Mahmoud Ahmadinejad en agosto del 2005, siendo este último ejemplo el principio de una nueva era que colocaría al país chiíta bajo un status fuerte y listo para comenzar su conquista universal.
Los iraníes han logrado desde la revolución de 1979 colocar sus células de influencia en todas partes del mundo, estas mismas activan bajo los códigos terroristas como por ejemplo Hezbollah en el sur del Líbano o de forma clandestina en Latinoamérica en la Triple Frontera e incluso en la frontera entre México y los Estados Unidos, como así también las redes implantadas en medio de la gran emigración musulmana a Europa.
A través de una postura amenazante, Irán está logrando concretar su primer meta, ser el país más influyente en los países árabes, después el resto del mundo y aunque esto último parece imposible, también se creía imposible que tuviera la influencia que hoy tiene en Medio Oriente.
El ataque iraní a las instalaciones petroleras sauditas desde Yemen el mes pasado despertó la preocupación de muchos de sus enemigos, sumado a esto la retirada de Trump del norte sirio dejando una imagen de desamparo a sus aliados kurdos.
Esta situación actual, donde Irán comienza a concretar de modo activo y ofensivo sus amenazas -como lo sucedido en Yemen- y donde la potencia mundial que es su principal amenaza se retira, es justo la oportunidad y el momento para reforzar su imagen y fortaleza ideológica. Esto se traduce en el terreno como una fuente de influencia donde los enemigos le temen y sus aliados confían más en el poder iraní.
La influencia de Irán en el Medio Oriente se extiende en diversas zonas, hoy los principales puntos estratégicos se encuentran en el Líbano, Siria e Irak, aunque en el norte de Siria donde ya no hay presencia de los Estados Unidos, Irán se enfrenta a las amenazas de Rusia y Turquía por el control de los dividendos económicos y siendo así no parece molestarle tanto ya que tiene una fuerte posición consolidada.
Explicaré estas posiciones estratégicas de la siguiente manera:
Frente a la debilidad siria para enfrentar sus problemas internos, tanto su gobierno como el resto de los países se involucraron en la conquista de diferentes zonas, aquí estamos hablando otra vez de la presencia rusa e iraní, estos dos países supuestamente tienen como objetivo lograr la reunificación de Siria, pero en realidad para Irán esta oportunidad es una manera de tomar el control y ganar su guerra por el liderazgo del Medio Oriente. Hezbollah, las fuerzas iraquíes, afganas y paquistaníes fueron de momento las células que Irán utilizó en cada país para ir marcando terreno, y lo que pareció al principio algo muy básico hoy es una realidad: Irán es un país fuerte al cual que no se le puede subestimar y su status como país líder ya no es un chiste.
El mapa de influencia iraní se visualiza a través de una conexión terrestre entre el Líbano, Siria, Irak y Yemen, algo que ya es una realidad. Este “corredor” geopolítico logra hacer una fuerte oposición al eje pro-estadounidense que incluye a Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, junto con su organización terrorista Hezbollah – la cual realizaba antes sus ataques a Israel- hoy se expandió sumándole otras cinco milicias chiítas en la región del Golán, cada una con varios miles de combatientes. A diferencia de sus opositores, Irán ha creado una vasta red de influencia en Siria que opera en los campos de la educación, la cultura y las instituciones religiosas con el objetivo de alentar la rama chiíta dentro de la sociedad siria.
Irak
Lo mismo pasa en Irak, donde Irán está utilizando sus relaciones con los líderes chiítas y las milicias chiítas iraquíes para avanzar con su agenda. Parte de estas posiciones militares vinculadas con Irán fueron atacadas por Israel durante el mes de agosto como parte de su estrategia de disminuir la letalidad de su expansión.
Sin embargo, Israel está bastante solo contra la consolidación iraní y su creciente fuerza, y se debe tomar en cuenta que el intento iraní de llevar a cabo ataques de drones armados en el norte de Israel, -que ha sido frustrado por las FDI- es evidencia de que Irán ha alcanzado su meta de manera crítica.
Bien, ¿pero por qué hay que estar despierto en lo que pasa en Irak siendo un país que no tiene fronteras con Israel?
Simple, en Irak también existen posiciones de misiles exactos destinados a Israel los cuales llegaron desde el Líbano, y cuando digo Israel, me refiero que la amenaza incluye a los países de Occidente aliados a él.
¿Irak ante una guerra civil?
Irak no está en su mejor momento, dentro de la sociedad iraquí se levantó una manifestación popular la cual al margen de criticar la situación económica del país, insiste en cortar relaciones con la participación de Irán en el gobierno, y como ya conocemos, las calles de Bagdad y Karbala se han vuelto en las últimas semanas en un campo de batalla entre los manifestantes y las fuerzas pro iraníes.
Si sumamos la guerra en Yemen con los hutíes, la guerra en Siria con Hezbollah junto con el Líbano, el conflicto Israel palestino donde Irán influye desde sus células terroristas en las fronteras y ahora en Irak, esto nos demuestra que desde hace mas de diez años Irán trabajó cautelosamente para expandir su imperio, algo que muchos no vieron venir, y hoy es una realidad que mantiene en vilo a las grandes potencias del mundo.
Los cambios políticos
Lo dicho hasta el momento nos muestra de manera general el mapa político del Medio Oriente donde la influencia recae en Irán, es decir Irán es el país que hoy a través de su política logra ser el centro de atención no solo en el terreno de batalla si no en el comportamiento de los gobiernos y sociedad de los países de la zona, es por eso que para explicar la política del Medio Oriente de hoy es necesario poner a Irán como actor principal.
Líbano
Antes hablamos de Irak pero es en el sur Líbano donde justamente se encuentra la representación de una acción con más trayectoria de Irán a través de la organización terrorista Hezbollah. En la actualidad Irán se enfrenta por primera vez ante dificultades que van un poco más allá de las manifestaciones anti iraníes como suceden en Irak.
Los ciudadanos libaneses tienen la influencia Chiíta desde los años 80′ en el sur del Líbano y desde el año 1993 tienen representatividad en el gobierno, pero hoy el Líbano dijo ¡basta! La influencia iraní no solo pone en peligro a la soberanía libanesa, también a su economía la cual se encuentra en crisis.
Estas últimas semanas los ciudadanos libaneses se manifestaron por todo el país contra la mala situación económica que están hoy enfrentando, la corrupción en el sistema político, el costo de la vida y la cantidad de impuestos que solo han crecido, lo que es el principio de una unión entre todas las comunidades y ramas religiosas que habitan el país.
Es decir, las manifestaciones no están tocando temas religiosos o sectarios y dentro de las mismas hay gente proveniente de la rama sunita del Islam como también cristianos, entonces Irán, ¿podría estar teniendo un obstáculo?
La respuesta es si, aunque creo que todavía lejos de ser una amenaza.
Estas manifestaciones masivas lograron que el gobierno libanés comience un plan de rescate económico que incluye, entre otras cosas, la tributación de las ganancias bancarias y los recortes en los salarios superiores cuando los manifestantes exigen, entre otras cosas, la renuncia del gobierno actual y la celebración de nuevas elecciones parlamentarias.
Ante esta situación Irán se siente afectada porque como respuesta a las protestas los políticos señalan con dedo acusador a Hezbollah como responsable principal de la crisis económica, y por supuesto eso pone en peligro la presencia iraní.
Según los libaneses, Líbano estaría pagando un precio muy alto por los desastres del Hezbollah los cuales juegan a beneficio de Irán, y las sanciones impuestas por los Estados Unidos a la organización como respuesta a su nefasta actividad terrorista están también afectando la economía del Líbano.
Podemos decir que de la misma manera que durante el transcurso del tiempo Irán se convirtió en unos de los países lideres del Medio Oriente, al mismo tiempo hoy vemos una resistencia significativa en parte de las zonas que antes señoreaba o en Irak donde comenzó su camino en los últimos años.
El problema es que no podemos calcular hasta que punto esta resistencia es productiva, y no nos olvidemos que Irán no basa su fuerza solo en el campo de batalla. En las sociedades de la zona la fuerza pasa por la influencia en los civiles mismos, en las creencias religiosas aferradas cada una a su rama, esto algo que Irán ha sabido trabajar y elaborar durante muchísimos años y hoy es parte de la estructura política de muchas sociedades de la zona simpatizantes de la Chiia islámica, y esto es mas fuerte que una crisis económica ya que por mas sanciones y manifestaciones populares opositores que haya, no podrán ir contra la ideología, aunque podemos decir que el temor de perder el control está presente.