Aunque este mineral fue descubierto mucho antes, recién en el 1908 se encontró grandes reservas por la zona de Irán (en ese momento parte del Imperio Otomano), lo que despertó el interés para crear empresas como British Petroleum logrando llegar a una asociación con los gobiernos que puso fin a los cárteles del mercado por los años 20 del siglo pasado.

Si hacemos un breve recorrido por la historia, el petróleo pasó por importantes eventos, su precio fue afectado por situaciones que marcaron grandes cambios en el sector económico, la crisis del 1929, las reformas del ex Presidente Franklin D. Roosevelt llamadas «The New Deal», la segunda guerra mundial, la guerra fría y por último la creación de la OPEP, que de alguna manera intenta balancear el precio.

Hoy en la actualidad podemos notar que desde los últimos dos años el precio del crudo experimentó cambios importantes. Tanto ahora como en el pasado Arabia Saudita es el país de mayor producción y exportación petrolera y tuvo que tomar liderazgo frente a las crisis y cambios que este mineral produjo con el pasar del tiempo. Hoy el mercado petrolero se encuentra otra vez frente a un gran cambio donde el actor principal, el país saudita, se enfrenta a varias situaciones, la crisis interna, su rivalidad con Irán que hasta noviembre no estará muy claro que pasará, y por su puesto el dilema en un futuro donde el petróleo podría ocupar el segundo lugar en el mercado energético por culpa de la entrada de las nuevas tecnologías y el gas natural.

Según las expectativas de diferentes analistas de aquí hasta el 2050 se esperan cambios significativos, y es que estamos frente a una etapa donde se acercan inviernos fuertes según los observadores meteorológicos, lo que implica una creciente demanda de gas que se estima comenzará por el 2019. Frente a esto ¿que pasara con el petróleo? En este caso el GNL (Gas Natural Liquido) no es el único obstáculo para los grandes productores de crudo, si nos fijamos en cómo las nuevas tecnologías para la producción de energía avanzaron, notaremos que el petróleo esta quedando atrás porque su uso dentro de este rubro estaría perdiendo prestigio, resultado de los nuevos automóviles a batería eléctrica que ya salieron al mercado, por ejemplo en los Estados unidos e Israel. Esto significa que la demanda de crudo estaría bajando en el rubro energético, pero no solo por el ejemplo que dimos ni tampoco porque -como muchos creen- el mineral mismo se estaría acabando.

Para comprender esto debemos saber lo siguiente: el mercado petrolero está dividido en dos grupos, el primero está formado por los países que tienen una gran demanda de petróleo junto con una gran posibilidad de inversión tecnológica, y el segundo son aquellos que tienen una gran capacidad de producción pero su demanda es relativamente baja y de escaso nivel tecnológico sin mucha amplitud de inversión. Ahora, si bien en un mercado normal las relaciones entre el vendedor y el cliente se suelen entender de manera razonable, esto no se ve en el mercado del oro negro cuando el intercambio justo de inversión de tecnología por petróleo no se logró nunca conseguir. En síntesis, en general podemos decir que gracias a las nuevas tecnologías para combustible cada vez necesitamos menos del petróleo para producir energía.

Arabia Saudita y el cambio en su economía

La expectativa de una creciente demanda de gas pone en riesgo el status de Arabia en el mercado energético en una época donde el reino pasa por una de sus peores crisis económicas, al margen de los casos de corrupción que fueron expuestos en los últimos meses, tampoco tienen un mineral que pueda sustituir al petróleo en una era donde la demanda del mismo estaría disminuyendo.

Si bien Arabia Saudita basó siempre su economía en la exportación de crudo siendo uno de los países con mayor producción, debemos decir que no supieron manejar bien sus ingresos, no solo por mal gastar esa riqueza para el uso personal de los pertenecientes a la monarquía del país sino también por su eterna ambición de ser el país líder del Islam, lo que los llevó a gastar fortunas en la construcción de mezquitas alrededor del mundo, e incluso como ya sabemos, financiar a las organizaciones terroristas de su agrado e intervención en la guerra de Yemen.

Por desgracia, para este país los últimos años no fueron positivos, recibiendo el impacto de la baja de los precios del petróleo junto con la temporada donde se obligó a los países de la OPEP a reducir la producción. Aunque Arabia tenía ya vendido contratos futuros, estos no fueron suficientes para tapar la pérdida de su entrada anual, la cual mermó 360 mil millones de dólares, y sumado a esto la red de corrupción expuesta antes de ser asesinado el reportero Jamal Khashoggi, quien de manera misteriosa desapareció el pasado 2 de octubre en el consulado saudita situado en Turquía.

La crisis económica deja a Arabia con un 40% de desempleo y con una población de la que el 70% de sus miembros rondan los 30 años, lo que requiere de aquí a un futuro próximo crear nuevas fuentes de trabajo de modo obligatorio.

Para enfrentar esta realidad, el príncipe se puso manos a la obra creando un nuevo plan económico que tiene como objetivo solucionar la crisis a través de nuevas reformas, pero parecen tener augurio. Cambiar la economía saudita implica la modernización de algunos sistemas como por ejemplo el turismo, pero Arabia Saudita no es un país con servicios turísticos desarrollados y menos para Occidente, mas aun cuando su gobierno todavía se basa en fundamentos religiosos que no son nada atractivos para la cultura occidental y realizar cambios significaría una reforma cultural la cual tendría que estar autorizada por la elite religiosa del país, lo que hará muy difícil ver un cambio significativo a corto plazo.

En un país donde se marcan las diferencias sociales según la rama religiosa a la que se pertenece, y en especial donde se prohíbe la entrada a zonas o la circulación en general de cualquier otra gente en especial no musulmana, llevará su tiempo crear un plan que consiga llamar la atención de otros países. Por otra parte está el retraso de la industria, y hasta ahora no se vio ningún país que se convierta en una potencia industrial en cuestión de días.

Para desgracia del Príncipe heredero, su plan de llegar a un acuerdo con empresas como ARAMCO donde parte del capital obtenido se otorgaría al gobierno para el desarrollo de nuevos proyectos y así tapar el agujero que se creó con la ultima ola de corrupción descubierta y la baja de precios en el crudo tampoco se pudo llevar a cabo, por lo contrario ARAMCO anunció que disminuirá el sondeo de crudo en algunas zonas, lo que ya implica menos producción.

Irán frente a las sanciones

Irán podría estar por cumplir la peor de sus pesadillas, como resultado de la amenaza de Trump en agravar las sanciones. Parece que esto está afectando en la decisión de otros países que decidieron unirse a los Estados Unidos, como China, India e Irak.

Hace unos días el gobierno iraquí manifestó que cortará la exportación de 30,000 barriles de crudo a Irán, lo que cancelará un arreglo entre estos dos países basados en sus zonas geográficas y consiste en trasladar pequeños volúmenes de crudo desde su campo petrolero del norte de Kirkuk hacia Irán a cambio de que Teherán entregue la misma cantidad de petróleo a los puertos del sur de Irak, y ahora se especula que la misma suma será trasladada a Turquía.

Todo lo dicho hasta ahora significa que existirá en un futuro una reducción masiva de producción que dará la entrada al gas y sus propietarios, lo que implica menos dependencia de los países productores de petróleo, y es posible que este escenario haya influido en las bajas que sufrió el precio del crudo esta semana. Tenemos que prestar atención los novatos en la materia, porque esto bien podría ser una táctica de los grandes inversionistas para preparar sus ventas futuras causada por la futura escasez de este mineral, vender masivamente hoy, comprar al precio de 63 dólares y revender cuando exploten las sanciones cuando se rumorea que el precio podría llegar a 100 dólares por barril. No es tan mala idea.

Medio Oriente se prepara para un cambio

Es muy posible que el Medio Oriente está cambiando, y si logramos aprender de la historia, sabremos bien que ese cambio afectará a las futuras políticas e incluso me atreveré a decir que también nacerán nuevos países líderes que influirán en la economía mundial, o sea que si hasta la fecha Arabia Saudita era el principal jugador en el mercado energético lamento decir que no disfrutará por mucho más de ese status, ¡y es aquí donde debemos estar despiertos y preparados para los nuevos jefes!

Las enormes cantidades de gas natural encontradas a 90 kilómetros al oeste de las playas de Haifa (Israel) está logrando atraer el interés de nuevos inversionistas en el campo energético, pero más aun la relación comercial que ya está comenzando entre Israel y los países árabes con los cuales existen acuerdos de paz como Egipto y Jordania. Estas nuevas relaciones bien podrían cambiar los intereses políticos en la zona. ¿Por qué?

En estos días, Israel terminó de firmar un acuerdo que consiste en crear unas tuberías que proporcionaran gas hacia Egipto en cantidades importantes hasta el punto que colocará a Egipto como un jugador de gran influencia en el mercado energético dentro de Medio Oriente, convirtiéndose en un centro energético regional, el cual también permitirá el flujo de gas a la economía local de dicho país. Ahora, lo mas importante de esto es que este acuerdo podría crear una sólida plataforma que abarquen los intereses no solo entre estos dos países sino también de la sociedad, podríamos decir que el reforzamiento de las relaciones creará una imagen mas segura sobre la futura paz donde Israel y Egipto siendo los países mas cercanos a Occidente concretando una nueva relación, la cual cambiaria definitivo la imagen de la zona.

La creación de estas tuberías permite trasladar el gas líquido de una manera mas fácil que el crudo, y bien podría satisfacer las necesidades de otros países en la zona como sucede con Egipto, pero el objetivo no son solo los bordes de Oriente Medio, existe la posibilidad de que gracias a las grandes cantidades de gas encontradas junto a una demanda que está creciendo, Israel se convierta en un nuevo proveedor también para los países de Europa. Siendo así, ni Egipto necesitará del gas ruso y quizás otros países tampoco, algo que sin duda cambiara mucho la política que conocemos hoy.