La cultura kist: entre Georgia y Chechenia
Los kists del Cáucaso componen un subgrupo étnico Vainakh asentado principalmente en el desfiladero Pankisi (Pankisi Gorge). Pankisi es un valle ubicado en el distrito Ajmeta de la región Kajetia en la actual Georgia y está dominado por el río Alazani que corre entre Chechenia y Georgia. El pueblo kists pertenece a la ya mencionada etnia Vainakh que comparte con chechenos e ingushes. Tanto chechenos como ingushes y kists tienen características genéticas y culturales similares aunque también diferencias importantes que marcan las tenues y porosas pero decisivas líneas subétnicas.
Una de las primeras menciones a este grupo (también denominado kusts, kistk, kishts) se encuentran en la obra de Anani Shirakatsi “Geografía Armenia” del siglo VII así como en algunas crónicas georgianas datadas en el siglo XIII. Ya para el siglo XVIII hay fuentes rusas que utilizan el término kists para designar, de manera general, a los Vainakh que en ese momento incluían a kists, chechenos e ingushes. El término que ingushes y chechenos utilizan para designar a los kists es “gurjiyekhar nokhchi vainakhs” (vainakhs georgio-chechenos) lo que indica tanto un origen común como una diferenciación intra vainakh.
Si bien las fuentes históricas que hacen referencia al periodo ancestral de los Kists son escasas como ya se señaló ya para el siglo XVIII tenemos fuentes fidedignas sobre ellos en la prensa georgiana en la cual personajes como E.Gugushvili, Zakaria Gulisashvili, Ivane Bukurauli y Mate Albutashvili publicaron artículos sobre los kists, su historia y costumbres.
Incluso, Vazha-Pshavela, famoso poeta georgiano dedicó su épica Aluda Ketelauri y su libro “El anfitrión y el invitado” a la historia del conflicto Kists-Khevsur (siglo XVIII y XIX), conflicto de carácter religioso más que étnico.
Actualmente los kists están ubicados principalmente en su homeland del valle Pankisi compuesto por las villas de Duisi, Dzibakhevi, Jokolo, Shua Khalatsani, Omalo y Birkiani. También hay presencia kist en las provincias georgianas de Kakheti y Tusheti en donde componen una minoría asimilada a la cultura georgiana dominante.
Sן bien los kists han preservado su cultura, tradiciones y su idioma original han experimentado un proceso de “georginización” similar a la que analizamos en el caso de los batsbi. Para algunos especialistas como Ia Tsulaia, los kists presentan un caso de comunidad bicultural y bilingüe en la cual la hospitalidad, respeto a los ancianos y la asistencia mutua son centrales para la preservación del grupo más allá de procesos de asimilación lingüística e incluso religiosa que los kists han experimentado a lo largo del tiempo.
Los kists, sobre los cuales hay una versión muy difundida que los describe como descendientes de tribus chechenas originarias de la región Meiste del sur de la actual Chechenia que entre 1830 y 1870 se asentaron en Pankisi, suman hoy poco más de 15 mil personas de las cuales el 75% tiene un origen étnico checheno y el resto es resultado de la mezcla étnica con los pueblos georgianos del este con los cuales mantiene tradiciones y costumbres de vestimenta similares.
Como resultado de un proceso de islamización gradual de la zona, actualmente la mayoría de los kists son musulmanes sunitas aunque existen pequeñas comunidades cristianas en Pankisi y Kakheti. Los sincréticos Kists no sólo rezan en la mezquita sino también en lugares sagrados preislámicos como Khevsur en donde adoran a divinidades como Anatori Jjvari y realizan sacrificios en su honor en la zona de Shatili, ubicada en la frontera entre Chechenia y Georgia.
La minoría kists cristiana tiene su centro religioso en la iglesia de San Jorge en la villa Joqolo y la celebración de Tetri Giorgoba, conmemoración parecida al día de San Jorge, es un momento de reunión y cohesión social para esta pequeña comunidad religiosa. Un detalle importante es que los kists cristianos suelen autodefinirse como georgianos y no como kists proceso parecido al de los alevíes en su proceso de diferenciación con lo kurdo.
Los kists, tanto musulmanes como cristianos, realizan oraciones en antiguos espacios de culto en honor a Tsu («dios» y/o «santo» en checheno e ingush) o a Tsiind Giurg / Tsminda Giorgi (georgiano, San Jorge). Los kists comparten con otras naciones de la montaña georgiana como los Tushins, Pshavs, Khevsur tanto los lugares comunes de culto como varios rituales y días festivos. Esto se explica por las conexiones más estrechas de los pueblos de montaña durante su desarrollo cultural e histórico en donde antiguas creencias y tradiciones sobrevivieron a la cristianización e islamización de la región.
Si bien la comunidad Kist es pequeña y se encuentra desperdigada por todo el noreste de Georgia, en la última década la migración chechena ha alterado la composición étnica de la región. Los conflictos entre osetios y georgianos así como entre kists y osetios se han exacerbado también en las últimas décadas, especialmente después de la invasión rusa de territorio georgiano en 2008.
Históricamente los osetios han tendido a apoyar a los inmigrantes chechenos al considerarlos una protección contra los kists quienes, en algunos momentos del siglo XX, obligaron a osetios a abandonar villas y pueblos para ser reasentados en otras áreas del norte de Osetia. Ejemplo de lo anterior son las villas Dumasturi, Kvemo, Khalatsani y Tsinubani que fueron evacuadas por los osetios entre 1998 y 2002 y en las cuales se asentaron tanto chechenos como kists.
Durante el siglo XX los kists han continuado con el proceso de asimilación a la cultura georgiana dominante. Un caso interesante es el de la adopción de apellidos georgianos, una estrategia establecida por los kists desde 1944 y que les permitió escapar a las ya mencionadas deportaciones dictadas por Stalin.
La segunda guerra ruso-chechena, registrada a fines de 1999 y en la cual el ejército ruso y sus mercenarios chechenos cometieron todo tipo de crímenes de guerra y contra la humanidad, estableció un momento coyuntural en la región kists pues se registró un importante éxodo de refugiados chechenos hacia Georgia, la mayoría asentándose en el área del valle Pankisi. Uno de los problemas que generó la llegada de los chechenos al homeland kist fue que la región pronto se convirtió en un centro de distribución de drogas y armas dirigido por mafias chechenas así como un refugio para guerrilleros jihadistas árabes que incluso llevó a enfrentamientos diplomáticos entre Moscú y Tbilisi. Si bien muchos chechenos regresaron a sus tierras en el Cáucaso del norte con el fin de la guerra, algunos de ellos continuaron residiendo entre los kists.
La guerra ruso-chechena afectó negativamente la región kists pues detuvo los desarrollos orientados a mejorar la economía como eran aquellos dedicados a fomentar el turismo y a llevado a los kists a recibir ayuda humanitaria para sobrevivir ante la indiferencia del mundo.