La crisis de la Autoridad Palestina en Jerusalén Este
El Presidente de la Autoridad Palestina está preocupado por la pérdida de influencia en la opinión pública de los residentes de Jerusalén Este, resultado del creciente poder de Hamas en esta zona desde la Operación Guardia del Muro. Estas son promesas en papel que no se harán realidad.
Por: Yoni Ben Menahem
Después de que la Autoridad Palestina comenzó a trabajar para fortalecer su posición en el área de Jenin durante el fin de semana, el presidente de la Autoridad Mahmoud Abbas, se tomó un tiempo para hacer lo mismo en Jerusalén Este y así fortalecer su posición, la cual se debilitó dramáticamente después de la crisis de los magnetómetros en julio de 2017 (las casillas de seguridad que Israel quiso instalar en el Monte del Templo) y la última humillación en la Operación Guardia del Muro.
A esto hay que sumar la decepción de los residentes de Jerusalén Este que piensan que la Autoridad Palestina los abandonó durante la crisis del coronavirus, lo que los llevó a una catástrofe económica. Justamente por la misma razón, una de las formas en que Mahmoud Abbas ahora está tratando de actuar es vía el sistema comercial fortaleciendo económicamente a los residentes de Jerusalén Oriental o al menos intentar crear esa apariencia.
Intentos de la Autoridad Palestina de fortalecer su presencia
La semana pasada, el primer ministro Mohammad Shtayyeh convocó a una reunión al gobierno palestino en la ciudad de a-Ram, al norte de Jerusalén, un edificio que no se encuentra en el área municipal de esta ciudad.
Después de la reunión, se anunció una serie de programas de asistencia para los residentes árabes de Jerusalén Este en las áreas de desarrollo de infraestructura, educación, vivienda, seguridad y energía. En su decisión, el gobierno palestino definió el distrito de Jerusalén como Área de Desarrollo “A” y le asignó una exigua suma de 16,5 millones de shekels.
La declaración del gobierno decía que había decidido proporcionar 96 millones de shekels en asistencia a las autoridades locales en el distrito de Jerusalén, así como asistencia financiera en los pagos de electricidad a la Compañía Eléctrica de Jerusalén Este. El gobierno también prometió asistencia financiera a los residentes mismos cuyas casas fueron destruidas por el municipio de Jerusalén debido a la construcción ilegal.
El anuncio del gobierno palestino incluyó una serie de promesas adicionales a los residentes de Jerusalén Este, como el establecimiento de escuelas a un costo de 20 millones de dólares, el establecimiento de asociaciones de vivienda, la concesión de préstamos para vivienda y el fortalecimiento del sistema de defensa a la luz del crecimiento de la violencia dentro de la comunidad árabe.
El gobierno palestino se ha comprometido a instalar estaciones solares en los asentamientos beduinos en el área de Jerusalén, instalar transformadores de electricidad en la aldea de Eizaria y asignar una planta de energía en el este de la ciudad, así como el gobierno se ha comprometido a comenzar la ingeniería. También se planea pavimentar la carretera de Qalandiya.
El anuncio del gobierno palestino fue recibido con gran duda entre muchos residentes de Jerusalén Este que lo ven como «demasiado poco y demasiado tarde». En vista de la profunda crisis financiera en la que atraviesa la Autoridad Palestina, existe una gran duda por parte de vista del pueblo de que las decisiones del gobierno palestino se implementarán realmente.
El estado de ánimo entre los residentes de Jerusalén Este es que desde la muerte de Yasser Arafat y la elección de Mahmoud Abbas como presidente en 2005, se los ha descuidado sistemáticamente en todas las áreas de la vida y solo se trabajó para desarrollar a Ramallah como la capital. Los residentes de Jerusalén Este se quejan de la negligencia criminal de la Autoridad Palestina en las áreas de vivienda, demolición de casas, educación y comercio.
Durante una reunión del gobierno palestino, a la que también asistieron representantes de los comerciantes de Jerusalén Oriental, uno de ellos preguntó al primer ministro palestino Muhammad Shtayyeh si la Autoridad Palestina podía pagar los salarios mensuales a unos 1.400 comerciantes de Jerusalén Oriental que sufrían graves dificultades económicas, a lo que con rabia respondió: «La Autoridad Palestina no es un país petrolero».
La reacción del primer ministro palestino Shtayyeh provocó indignación en las calles palestinas de Jerusalén Este y Cisjordania. Uno de los comerciantes de la ciudad manifestó: «Los mecanismos de la AP son corruptos y hay severos fenómenos de nepotismo, la AP sólo se preocupa por sus asociados».
Ahmad Atun, un parlamentario palestino en nombre de Hamas, expresó que «el comportamiento de Muhammad Shtayyeh no es aceptable, los comerciantes de Jerusalén Este son un símbolo y un honor de Jerusalén y es una vergüenza que la Autoridad Palestina sea la primera en renunciar a los aquellos residentes.» El primer ministro palestino Muhammad Shtayyeh es considerado un primer ministro fallido que no supo cómo lidiar con la crisis del coronavirus y puso a la Autoridad Palestina en problemas financieros, el gobierno de Biden exige que el presidente de la Autoridad Palestina lo reemplace, pero él lo evade.
En pocas palabras, la población de Jerusalén Este ha sentido durante mucho tiempo que no es digna de interés para los líderes palestinos, no está al frente de la lista de la Autoridad Palestina que ocasionalmente la usa con fines políticos.
Publicación: 21.11.2021
Fuente: JCPA
Traducción: Gastón Saidman