Israel echará de menos al sultán Qaboos de Omán
Autor: Dr. Edy Cohen
El difunto Sultán Qaboos bin Said al-Said de Omán fue el líder árabe que no dejó que las tendencias antiisraelíes lo influyeran, y que se negó a involucrarse en el conflicto árabe-israelí. Sería prudente que su sucesor siguiera su ejemplo en lugar de acercarse a Irán y apoyar la desgracia que cayo sobre Líbano, Siria e Irak como resultado de la interferencia iraní
El sultán Qaboos bin Said al-Said falleció tristemente el 10 de enero de 2020. Tenía 79 años, no tenía hijos y era considerado el líder árabe más antiguo de la historia moderna del Medio Oriente.
Hijo único del sultán Said bin Taimur llegó al poder en 1970 a la edad de 29 años. Depuso a su padre con la ayuda de los británicos después de que asistiera, como muchos miembros de la nobleza arabe, a la Real Academia Militar de Sandhurst.
Era conocido como un gobernante tolerante y amante de la paz que supo mediar con éxito las disputas entre los estados árabes del Medio Oriente. Se negó a ser arrastrado al conflicto árabe-israelí como tambien en las disputas entre Irán y el mundo, y al mismo tiempo que en el resto de la región se acostumbraba a los conflictos belicos y tomar partido, el Sultan siempre mantuvo la neutralidad. Su postura nunca fue a favor de los palestinos ni en contra, pero renegó siempre de tomar una posicion agresiva contra Israel, al contrario entabló relaciones a largo plazo con altos funcionarios e incluso alentó a la representación israelí en su país por un tiempo.
Durante su reinado, Qaboos utilizó los recursos petroleros de Omán para transformarlo en un estado moderno. No tenía heredero y nunca nombró un sucesor para no provocar conflictos entre tribus rivales.
Si bien nunca hubo relaciones diplomáticas oficiales entre Omán e Israel las conversaciones continúan detrás de escena, como es el caso con la mayoría de los estados del Golfo.
El Primer Ministro Yitzhak Rabin visitó Omán en 1994, y dos años después, el sultán se reunió con Shimon Peres. Inmediatamente después de esa reunión, Israel abrió una misión oficial en Muscat, la capital de Omán, pero el estallido de la llamada Intifada Al-Aqsa en el año 2000 puso fin a dicha misión. Informes e imágenes del sufrimiento palestino hicieron que los estados del Golfo rompieran las relaciones con Israel para no ser acusados de traicionar a sus compañeros musulmanes.
Sin embargo, la ruptura con Omán no duró mucho. El Ministro de Exterior omaní Imad Ben-Aloi visitó Israel en 2008, luego se reunió públicamente con la ministra de exteriores israelí en su momento Tzipi Livni en Qatar. Los dos países continuaron hablando detrás de la escena hasta que el primer ministro Benjamin Netanyahu sorprendió al mundo al visitar el estado del Golfo junto con su esposa Sarah y el jefe del Mossad en octubre de 2018. El Sultán afirmó que la reunión tenía la intención de ayudar a las negociaciones entre Israel y los palestinos.
En los últimos meses, el jefe del Mossad anunció que Israel reabriría la misión israelí en Omán, pero el futuro de ese plan es incierto a la luz de la muerte de Qaboos. No está claro cómo actuará el nuevo Sultán de Omán, Haitham bin Tariq, hacia Israel. ¿Intentará normalizar las relaciones con Israel en el molde de su predecesor, o apoyará a los palestinos? ¿Se acercará a Irán o se quedará sin definirse?
La historia enseña que cualquier país que apoya la causa palestina y se alíe con Teherán es probable que se convierta en un vasallo iraní inundado de milicias radicales chiítas. Los ejemplos son abundantes como Irak, Siria y Líbano. Los tres alguna vez fueron naciones ricas, pero ahora son estados fallidos gracias a la interferencia de Irán.
Para mantener el bienestar de su país y el legado de Qaboos, el nuevo Sultán tendrá que ser prudente y seguir el camino de su predecesor.
Fuente: BESA
Traducción: Gaston Saidman