Estrecho de Ormuz

Irán responde a la presión de los Estados Unidos y amenaza con cerrar el Estrecho de Hormuz

Sería bueno antes de comenzar directo con el tema que representa el título de este artículo, repasar un poco sobre lo que está pasando en el mercado petrolero. Hace solo unas semanas, frente al temor de que países productores no pertenecientes a la OPEP comiencen a acrecentar su producción después de una reducción por parte de los países miembros a la organización con la intención de balancear el precio, Rusia decidió salir del acuerdo y aliarse a la superproducción, esto era con el objetivo de que países como EEUU no logren gozar de la fuerte subida de precios que le otorgaba la reducción del resto de los países. El precio del crudo tenía pronosticado no pasar por encima de los 70$ por barril ni pasar por debajo de los 60$ por barril, pero el cambio de decisiones logró romper con toda realidad.

El pasado 22 de junio se realizó en Viena la cumbre de la OPEP donde se tomó la decisión final de terminar oficialmente la reducción y comenzar con la producción, ahora, si bien la lógica nos dice que esto podía haber balanceado el precio con el solo hecho de que en cuestión de semanas saldrían al mercado más barriles de petróleo en un mundo donde la demanda por este producto está creciendo, pues  sucedió lo contrario ya que la misma decisión fue acompañada a los pocos días por las declaraciones de Donald Trump de terminar con su participación en la cumbre del G6 y reforzar las sanciones contra Irán incitando a países importadores de crudo cerrar las puertas al crudo iraní ¿En qué consiste esto?

En pocas palabras, Irán país miembro de la OPEP, se ve obligado a producir frente a un mercado que se le achica.

La súper producción no solo vendrá de los yacimientos con reservas ya elaboradas, tanto los Estados Unidos, Canadá y otros países también han acrecentado la inversión para proyectos de perforación y expedición.

Esto no es todo, repasaremos un poco sobre la realidad en estos momentos, para tener una imagen más clara de la situación.

Comenzaremos con Corea del Sur que fue el primer país que aceptó el pedido de Trump en terminar con la importación iraní y cerrar sus refinerías a la oferta. Esta es la primera vez en seis años.

La actividad de perforación mar adentro, también está creciendo, el ritmo del trabajo sísmico contratado por los productores de petróleo se duplicó llegando a escanear 40.000 kilómetros cuadrados en el primer trimestre del año, el doble de tamaño desde finales de 2017.  Sin duda, esto es una señal de que el aumento en los precios del petróleo está llevando al mismo tiempo a más exploración costa afuera después de varios años de recesión.

Empresas analistas como Goldman Sachs, dicen que se esperan grandes subidas y que la guerra comercial no descarrilará los precios en alza.

Lo que me es importante detallar es el comportamiento de los países que juegan en este mercado. La crisis económica en muchos países también forzó a suprimir su producción sin mucha relación a lo que hacen los grandes colosos del crudo. Por ejemplo, trabajadores de petróleo y gas de Noruega se encuentran en huelga. Cientos de trabajadores en Noruega se declararon en huelga después de rechazar el acuerdo salarial propuesto, interrumpiendo la producción de al menos un proyecto de perforación en alta mar. Igual la interrupción se suma a la serie de interrupciones en todo el mundo, lo que ayudó a subir los precios el martes pasado.

Gabon (África) se une al paro también por demandas salariales durante 15 días y logra detener la producción de 200.000 barriles por día.

Irán responde a la defensiva

Si pensábamos que Irán iba a reaccionar bajando la cabeza aceptando las sanciones viendo de manos cruzadas como se le cierra el mercado petrolero estábamos equivocados, el tema es que su próxima actividad podría lograr que el precio llegue incluso hasta los 250$ por barril si cumple con su amenaza de cerrar el estrecho de Hormuz. Cerrar el estrecho pararía alrededor de 17 millones de bpd en el comercio de petróleo marítimo.

Las expectativas de un fuerte aumento en los precios internacionales del petróleo son normales en la situación geopolítica actual, sin embargo estas expectativas tienden a ser predominantemente hipotéticas. Pocos parecen creer que Irán realmente llegará hasta el final con esta amenaza amenaza de cerrar Ormuz.

El problema podría venir si esto pasa a mayores, el conflicto no solo será visto en los juegos estratégicos de los países en cuestión si no que se corre el riesgo de algo peor. Debemos tener en cuenta que en la zona marcada se encuentra la Quinta Flota de EE. UU., la cual se estaciona ahí para garantizar el paso seguro de los cargamentos de petróleo de sus aliados países árabes en el Medio Oriente. Cualquier intento de bloqueo se interpretaría como una confrontación militar directa. Sin duda, los analistas creen que esto elevaría los precios, pero apenas tan alto como 250$ por barril.