Irán descalifica candidatos parlamentarios reformistas
La descalificación de candidatos y la insatisfacción con los reformistas podría reducir la participación en la votación parlamentaria de Irán
En uno de los momentos más sensibles de su política, Irán se prepara para las elecciones. Ciudadanos iraníes se dirigirán a las urnas el próximo 21 de febrero para elegir los próximos 290 miembros del futuro parlamento.
El país todavía está lidiando con las caóticas consecuencias del asesinato del general iraní Qassem Soleimani en Bagdad el pasado 3 de enero. El asesinato, que empujó a los enemigos al precipicio de una guerra total, se produjo como muestra de endurecimiento contra Irán, resultado de una campaña de «presión máxima» que ha paralizado la economía iraní y ha reducido sus exportaciones de petróleo. Sin embargo, las acciones del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) para vengar el asesinato de Soleimani solo aumentaron la agitación en las calles de en Teherán.
El 8 de enero, la fuerza paramilitar disparó una descarga de misiles contra objetivos estadounidenses en Irak, y aunque los ataques de represalia no causaron ninguna muerte, el IRGC derribó un avión ucraniano horas después, matando a las 176 personas a bordo.
Esto ultimo podría desencadenar un nuevo ataque de protestas, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, subió al escenario en un raro sermón del viernes 17 de enero, defendiendo al CGRI e instando a sus compatriotas a participar en las elecciones legislativas y manifestando lo siguiente: «La presencia de la gente asegura al país y decepciona al enemigo». Para la República Islámica del Irán, la alta participación electoral se anuncia como un signo de legitimidad pública.
Según los analistas se espera una reducción en la participación en las encuestas de febrero, ya que el descontento público ante la percepción de mala administración y corrupción del gobierno aumenta en medio de la presión de Estados Unidos creando el empeoramiento de las condiciones económicas. Las preocupaciones sobre la participación de los votantes se intensificaron la semana pasada, luego de que el Consejo de los Guardianes, un organismo de control constitucional que examina la legislación y los candidatos electorales, anunció que había descalificado a más de un tercio de los 14,500 aspirantes parlamentarios, incluidos un récord de 90 legisladores titulares.
Entre ellos se encuentra Mahmoud Sadeghi, miembro del bloque reformista afiliado al presidente Hassan Rouhani en el parlamento. El legislador dijo que la mayoría de los que no eran elegibles para postularse eran candidatos reformistas y moderados, que abogan por una mayor democracia y un mayor compromiso iraní con la comunidad global.
«Por el momento, solo 18 a 20 candidatos reformistas han sido aprobados en Teherán», una decisión que, según informó, privó a los reformistas de la capacidad de llegar a una lista completa para la capital, a la que se le asignan 30 escaños. Sostuvo que el bloque rival, conocido como los principiantes y que favorecen el gobierno basado en los valores de la Revolución Islámica de Irán, tenía cientos de candidatos en sus listas para la capital. «Las elecciones no serán competitivas y justas cuando no participen candidatos de varios partidos», dijo Sadeghi. «Esto dará como resultado una baja participación, especialmente en las principales ciudades».