Entrevistamos en exclusiva a Hamza Howidy, joven activista de Gaza. Ante el coro abrumador que impide cualquier empatía posible hacia israelíes o palestinos, ofrece una mirada realista en la que la única salida es la convivencia, la desradicalización de las sociedades y la solución de dos estados
Oriente Medio News.- Muchas gracias, Hamza por hablar con nosotros. Nos gustaría empezar conociendo un poco más sobre ti.
Hamza Howidy.- De nada. Me llamo Hamza Howidy, gazatí de 26 años. Crecí en una familia de seis hijos en el barrio de Al-Remal, en Gaza. Durante mi vida allí fui radical hasta 2018, cuando abrí los ojos a la verdad. Me gradué en la Universidad Islámica de Gaza, donde estudian todos los dirigentes de Hamás y convierten a los estudiantes en bombas de relojería. Sobreviví desde allí para protestar contra Hamás en 2019 junto con muchos otros gazatíes en las protestas «Queremos vivir», y fui detenido y torturado en las cárceles de Hamás por primera vez. Soñaba con ver mi ciudad limpia de terroristas, así que volví a protestar en julio de 2023 para encontrarme de nuevo torturado por las fuerzas de Hamás. La falta de apoyo del mundo exterior y la pérdida de esperanza me hicieron decidir emigrar de mi ciudad a Europa en donde actualmente vivo.
OMN.- ¿Cuál es el apoyo real a Hamás como representante palestino al interior de la sociedad gazatí?
HH.- Es importante aclarar que los gazatíes diferencian entre el aspecto político y el militar de Hamás. La parte política de Hamás carece de apoyo sobre el terreno debido a su fracaso en la gestión de la franja durante años, a las pésimas condiciones económicas de Gaza y a la pérdida de esperanza en un futuro mejor. Prueba de ello es cómo Hamás prohíbe la celebración de cualquier tipo de elecciones dentro de Gaza, y la represión de las protestas contra Hamás que tuvieron lugar meses antes de los atentados de octubre dejan ver este desencanto.
Por otro lado, el ala militar de Hamás (Brigadas Al-Qassam) cuenta con un enorme respaldo en Gaza debido al éxito masivo que el aparato propagandístico de Hamás ha cosechado difundiendo el mito de «defender a los palestinos contra el mayor enemigo».
OMN.- La situación humanitaria en Gaza es calamitosa y hay mucho debate sobre la responsabilidad. Como gazatí nos gustaría conocer tu opinión sobre esta preocupante situación.
HH.- Incluso como opositor a Hamás o a cualquier organización yihadista en Palestina, no es cómodo para mí ver la situación actual en Gaza. Tengo tres familiares que viven en una tienda de campaña en Rafah después de que perdiéramos nuestra casa en el barrio de Al-Remal, mi hermano se pasa el día haciendo cola con la esperanza de conseguir un paquete de harina o agua potable, y algunos amigos míos del norte me contaron que se vieron obligados a comer forraje de animales debido a la falta de alimentos allí.
Convoy de ayuda humanitaria en Gaza. Foto de la Comisión Europea por la Protección civil y Ayuda humanitaria
Quiero que los rehenes israelíes vuelvan a sus hogares y que Hamás sea eliminada, pero no creo que el camino para ello empiece por matar de hambre a los ciudadanos, por lo que hago un llamamiento a la sociedad internacional para que intensifique los esfuerzos para ayudar a los ciudadanos y realice más lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria para evitar que sea saqueada y revendida en los mercados negros por las bandas de Hamás.
OMN.- Es difícil hablar de soluciones al conflicto palestino-israelí en medio de esta guerra y del sufrimiento de ambos pueblos, pero en términos generales, ¿qué cambios y continuidades ve en la sociedad palestina en relación con la alternativa de los dos Estados?
HH.- Creo que la paz y la coexistencia entre palestinos e israelíes es inevitable, para que eso sea viable hay que desradicalizar a las sociedades. El proceso de desradicalización debe empezar por reformar el sistema educativo palestino y renovar el discurso religioso. Esas dos etapas requieren un gobierno palestino laico que esté realmente interesado en ofrecer una perspectiva mejor para su pueblo y ya no en crear más «mártires» de la causa. Después de eso, y sólo después, debe haber un Estado palestino independiente.
OMN.- La educación de las nuevas generaciones es una cuestión central. ¿Cómo es la educación en Gaza, de qué organismos depende y qué críticas se podrían hacer al sistema educativo palestino, reconociendo toda la precariedad a la que se enfrenta, en relación con la educación hacia una cultura de paz?
HH.- La educación primaria se imparte principalmente a través de las escuelas del OOPS y de algunas escuelas gubernamentales de Gaza. Yo estudié en escuelas de la UNRWA durante tres años y luego me trasladé a una escuela gubernamental hasta que me gradué.
A través de este sistema educativo se enseña el odio contra los judíos en las clases de educación religiosa islámica, incluye todas las formas de antisemitismo empezando por las teorías de la conspiración, culpar a los judíos de todos los problemas del mundo y que son el enemigo del Islam.
Otro inconveniente de este sistema escolar es que hace la vista gorda a la historia de los judíos en esta tierra junto con los árabes, lo que hace más difícil para los palestinos coexistir con sus vecinos.
OMN.- ¿Qué podría y debería hacer Israel para tender un verdadero puente de diálogo con los nuevos dirigentes palestinos? ¿Cuáles considera que son las responsabilidades concretas de Israel y del mundo árabe para el futuro de Palestina?
HH.- Tras la desradicalización de la comunidad palestina, el gobierno israelí debe reconocer el nuevo Estado palestino independiente. Después de eso, el gobierno israelí debe tomar medidas serias para detener la construcción de asentamientos en Cisjordania con un plan para desmantelar los asentamientos existentes o realizar intercambios de tierras con el nuevo gobierno palestino. También es crucial proporcionar a los nuevos dirigentes palestinos independencia económica del gobierno israelí para construir el nuevo Estado palestino con el apoyo del mundo árabe.
OMN.- ¿Cuál es tu opinión sobre el papel de la diáspora palestina y otras voces propalestinas, especialmente en la forma en que expresan su apoyo a Palestina y sus críticas a Israel?
HH.- Antes de decir mi opinión sobre sus críticas, quiero preguntarles a ellos en dónde estaban cuando protestamos masivamente contra Hamás en 2019 y cuando Hamás nos respondió con encarcelamientos, torturas y disparos. ¿Por qué no alzaron la voz cuando Hamás mató a más de 700 palestinos para apoderarse de Gaza en 2007? Incluso durante esta guerra, Hamás mató a más de 15 gazatíes y no dijeron nada al respecto.
Deberían entender que un alto el fuego sin la eliminación de Hamás y del movimiento de la Yihad Islámica Palestina no es un alto el fuego, es un aplazamiento de la guerra para otro día, y perjudicará a los palestinos antes que a nadie.
Es razonable criticar a Israel, pero lo que no lo es convertir esta crítica en un comportamiento antisemita y en un discurso de odio y violencia contra los judíos.
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