Por: Jerusalén Center for Public Affairs
La situación económica de los empresarios palestinos que asistieron a la conferencia de Bahrein se deterioró, sus vidas están en peligro y Estados Unidos no puede protegerlos, Israel se está alejando de ellos y no les proporciona defensa. Existe el temor de que el movimiento Fatah esté planeando liquidarlos
A diez días de que la delegación de empresarios palestinos haya llegado a la conferencia económica de Bahrein su regreso a Palestina podría poner sus vidas en peligro.
El empresario Ashraf Rannem aún se encuentra en la casa del jefe de la delegación, el jeque Ashraf Ja’ abarí , en la parte judía de Hebrón y no puede regresar a su hogar por temor a ser arrestado por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
Antes de ir a la conferencia en Bahrein, Ashraf recibió una amenaza de muerte por parte de un miembro de los sistemas de seguridad palestinos y otros participantes de la delegación recibieron mensajes de texto en sus teléfonos, con amenazas de muerte, muchos de ellos se mantienen escondidos y están esperando que pase la ira de la Autoridad Palestina.
Según altos funcionarios de Fatah, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, los catalogó de «traidores» incitando al movimiento Fatah quienes parecería ser tienen el interés de comenzar un operativo de exterminar con los participantes de la delegación sin que se imponga la Autoridad Palestina, logrando también que en el futuro esta actitud pueda desalentar a cualquier palestino en cooperar con los Estados Unidos e Israel. Los empresarios palestinos no pueden seguir dirigiendo sus negocios en esta situación ya que se han visto gravemente afectados económicamente desde que la Autoridad Palestina los declaró traidores y la presión social sobre ellos ha aumentado.
Fuentes de la delegación palestina aseguran que el gobierno de los Estados Unidos prometió otorgarles la seguridad necesaria, pero esto no parece concretarse en la práctica.
Hace unos días las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina detuvieron al empresario Salah Abu Miaala en Hebrón, quien fue liberado luego de la intervención de la embajada estadounidense después de que esta convocó a las fuerzas de las FDI las cuales realizaron un operativo especial en la ciudad de Hebrón logrando que las fuerzas de seguridad de la AP se vieran obligadas a no proceder con el veredicto. Esto ya es un problema de conflicto interno palestino, es un juego de «gato y ratón» en el que prevalecen la AP y el movimiento Fatah.
Israel, por su parte tampoco está proporcionando la protección adecuada a los empresarios palestinos cuyas vidas están en peligro. Estos empresarios no tienen nada que ver con Israel y sus sistemas de seguridad, como el Shin Bet o la Guardia Civil, ni tienen armas israelíes para defenderse, su única protección son los clanes familiares a los que pertenecen, pero allí también han surgido grandes grietas a raíz de la presión social y la actitud hostil de la Autoridad Palestina hacia ellos.
Los empresarios palestinos que asistieron a la conferencia de Bahrein son miembros de la Cámara de Comercio e Industria en Judea y Samaria, establecida hace dos años por iniciativa israelí, de la cual El Sheikh Ashraf Ja’abari es el Presidente, y siendo así tampoco bajo este status se les puede brindar protección.
Según altos funcionarios de la delegación a Bahrein, el ex coordinador de operaciones en los territorios, el mayor general Yoav (Poli) Mordechai, se reunió con empresarios en Bahrein en el Lobby del Four Seasons Hotel en la capital de Manama, pero existe el rumor de que después de la reunión Poli hizo un comentario muy áspero en una conversación con un miembro importante de la delegación, de la cual dejó en claro que Israel no quería ningún contacto con la delegación de empresarios palestinos. Tampoco la reunión con el enviado estadounidense Jason Greenblatt fue alentadora. En la reunión, les quedó claro que el gobierno de Trump está interesado en continuar con el gobierno del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y no los ve como parte del liderazgo palestino a pesar de la gran corrupción que el actual gobierno aplica, aunque esto podría ser porque la administración estadounidense todavía cree poder llegar a convencer al presidente de la Autoridad Palestina a la aceptación del «acuerdo centenario» y, por lo tanto, tratan de evitar el mas mínimo roce.
Traducción: Gastón Saidman