El exceso de sanciones a Medio Oriente podría jugar en contra de Occidente

por | Nov 8, 2018 | Política, Portada | 0 Comentarios

Desde el final de la Guerra Fría, las sanciones económicas se han convertido en una herramienta importante en la gestión de conflictos internacionales, ya que esto implica menos gastos comparado con la acción militar.
En este tema los Estados Unidos fueron siempre el líder mundial en el momento de utilizar sanciones, incluso desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta el presente han impuesto sanciones a no menos de 45 países. Por desgracia la historia de esta actitud demuestra que los regímenes deshonestos al orden mundial pueden resistir e incluso prosperar bajo las sanciones por parte de las potencias occidentales. El ejemplo más claro es el boicot a Cuba, que ha estado ocurriendo desde 1960 y pesar de todos sus esfuerzos, Washington no ha logrado que los ciudadanos cubanos expulsen a Castro, y solo fue la deteriorada salud de Fidel lo que llevó a ser reemplazado por su hermano Raúl.
Podemos decir a modo de ejemplo que lo mismo sucedió cuando Israel intentó utilizar esta política con la Autoridad Palestina por el año 2006, imponiendo un bloqueo a la franja de Gaza como respuesta al violento golpe de estado que realizó la organización terrorista Hamás, y si la intención fue que el pueblo palestino logre entender el daño que dicha organización les estaba haciendo, por lo contrario logró acrecentar la identidad nacional de los ciudadanos y admiración hacia la organización que aprovechó las sanciones para fomentar el odio contra a Israel. En resumen, en todos los casos en la historia de Medio Oriente, que se incluyó el uso de sanciones económicas como una herramienta para lograr objetivos políticos pero sin el uso de palancas adicionales, el daño fue inmensamente mayor que el beneficio.
¿Qué represalias podrían tener las sanciones a Arabia Saudita?
Estos últimos meses Arabia Saudita enfrenta una crisis económica como consecuencia de múltiples decisiones mal tomadas de los últimos años donde las perdidas y gastos superaron las ganancias, también debemos sumarle a esto lo que parecería ser fue la gota que rebalsó el vaso, el asesinato del periodista Jamal Khashoggi donde el primer sospechoso es el príncipe heredero del trono Saudita.
La respuesta de los Estados Unidos no se dejó esperar y comenzó sus amenazas de imponer sanciones a este país, ahora, antes de apoyar esta ultima decisión tenemos que entender de los peligros que esto representa para occidente si pensamos que podemos seguir amenazando de esta manera. ¿Cuánto más podemos presionar?
Observando el mapa político del Medio Oriente vemos a los distintos jugadores relevantes tanto dentro de casa como Irán, Jordania, Irak y Siria, y los que influyen desde afuera Rusia, EE.UU. y China. Uniendo a todos estos países comenzamos a diferenciar los bandos donde cada lado planifica una estratégica para vencer a su enemigo y ganar la guerra asimétrica basada en el dominio de la opinión pública y el dominio económico. Parte de las alianzas entre estos países como siempre son fundamentales para el interés personal de cada país, es por eso que tendríamos que fijarnos cuales serán los futuros movimientos de Arabia Saudita si esta comienza a sentirse acorralada por sus aliados de occidente.
Podría ser que Estados Unidos esté presionando bastante con las sanciones, ya que esto podría traerle resultados que no le jugarán a favor si dañará de alguna manera a uno de sus pocos aliados del Medio Oriente.
Nuevas alianzas, nuevas amenazas
Si Estados Unidos sigue con su objetivo de afectar el sistema económico saudita a través de las sanciones podría correr el riesgo que estos últimos decidan y no por que quieran, acercarse más a Irán o Rusia, algo que sin dudas pondrá en peligro el status e influencia de EE.UU. en el Medio Oriente, pero también llevaría a nefastas decisiones que no solo afectarán al mercado interno del país, la economía saudí tiene un papel vital e influyente en la economía global y, antes de que ésta se vea afectada será perjudicada la economía global. Uniendo estas dos consecuencias, Estados Unidos enfrentará nuevos problemas de los cuales no podrá pasar por alto.
De principio podremos decir que esto seria el fin de la cooperación de inteligencia con Occidente en su lucha contra el terrorismo, la reconciliación saudita-iraní, el comienzo de un acercamiento hacia Hamás y Hezbolá, e incluso el fortalecimiento de las relaciones con los adversarios de los Estados Unidos- Rusia y China como remarqué anteriormente, y siendo así existe el peligro en un futuro de que se construya una base rusa en su territorio saudita.
Ahora, teniendo en cuenta que Riyadh es la capital del petróleo, un cambio en su producción podría mover los precios, por ejemplo, si Arabia Saudita cancela su compromiso de producir 7.5 millones de barriles y, reduce su producción, el precio por barril fácilmente subiría a 80 dólares, una cifra que por sobre todas las cosas quería evitar el presidente americano Donald Trump, y de ahí bien podría aumentar a cien o doscientos dólares por barril.
Pero Arabia Saudita no es solo un barril de petróleo sino que es un país líder del mundo islámico debido a su estado y ubicación, y una rivalidad con occidente fortalecería la identidad del mundo islámico y acercará a los países a Irán, que ahora estará más cerca de Riyadh que de Washington. Es posible que la estrecha cooperación y el intercambio de información entre Riyadh y los Estados Unidos, junto con el resto de los países occidentales que según los propios funcionarios occidentales han sido de buen uso para defensa personal, ahora se vean afectados.
Razonable sería que Arabia Saudita deje de comprar armas de los Estados Unidos. Arabia Saudita es el cliente más importante de las compañías estadounidenses, ya que compra el 10% de las ventas de armas del sector privado americano y el 85% de las ventas de la industria militar y solo el 5% son las ventas al resto del mundo. Estados Unidos hoy corre el riesgo de ser boicoteado por el mercado saudí, que se considera una de las 20 economías más grandes del mundo.
Según las opiniones de los medios de comunicación sauditas, las sanciones en este caso solo complicarán el panorama.

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