Por: Dori Gold
Ante la falta de voluntad de confrontación de Occidente, Turquía sigue siendo un importante aliado potencial de Israel para afrontar el principal desafío en Oriente Medio: Irán.
Recientemente, han tenido lugar dos eventos importantes que pueden afectar las relaciones entre Israel y Turquía. El primero, desde que asumió el cargo, es el presidente Yitzhak Herzog quien está tratando de promover el deshielo de las relaciones entre los dos países. Hubo tres conversaciones telefónicas entre el presidente Erdogan y su homólogo israelí. Estas conversaciones dieron pie a la visita del presidente Herzog a Turquía.
Es importante recordar que las relaciones entre los dos países comenzaron a deteriorarse en 2008, después de que las fuerzas de las FDI entraran en la Franja de Gaza durante la Operación Plomo Fundido y actuaron contra los terroristas de Hamas. El primer paso que condujo a este deterioro fue un altercado verbal entre el presidente Erdogan y el difunto presidente Peres en la conferencia de Davos en 2009, después de que el presidente turco abandonara el escenario y calificara de «bárbara» la actividad de las FDI en Gaza.
Un mes después, una organización turca respaldada por el gobierno conocida como IHH lanzó una flotilla para «romper el bloqueo» en la Franja de Gaza. Los combatientes del comando israelí tomaron el barco «Mavi Marmara» que conducía la flotilla. Un informe de la ONU afirmó que el sitio de Gaza era legal, pero esto no ayudó a mejorar las relaciones en el eje Israel-Turquía.
El barco Mavi Marmara
Israel trató de revertir la tendencia y abrió conversaciones de reconciliación con Turquía y buscó compensar a los ciudadanos turcos asesinados en la incursión israelí en el Mavi Marmara. En 2016, las cancillerías de los países firmaron este acuerdo. El problema más difícil que enfrentaron fue la insistencia turca en mantener abiertas las oficinas de Hamas en Estambul, aunque Turquía se comprometió a no permitir ningún ataque terrorista contra Israel desde su territorio. Sin embargo, en 2014, el jefe del ala militar de Hamas en Cisjordania, Saleh al-Aruri, admitió que el secuestro y asesinato de los tres niños israelíes se llevó a cabo por su propia iniciativa y pedido. Aunque Israel hizo que Turquía expulsara a Aruri, la sede de la organización terrorista y otras personas continúan operando desde Estambul. Hamas se define como una organización ilegal en Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, pero no en Turquía.
En las últimas semanas, ha habido otro acontecimiento que puede acelerar la reconciliación turco-israelí. La decisión de la administración Biden de retirar su apoyo al gasoducto submarino que conecta el gas israelí y chipriota en el Mediterráneo con Europa a través de Grecia e Italia ha provocado una gran decepción para los inversores en este proyecto. Además, la decisión de Washington sorprendió a muchos dada la contra decisión de Estados Unidos de respaldar el gasoducto ruso Nord-Stream a Alemania. Turquía ahora se erige como el mayor beneficiario de la decisión de los EE. UU., y después del cierre del proyecto israelí-chipriota-griego podría convertirse en el nuevo centro de gas entre el Medio Oriente y Europa.
Frente a la falta de voluntad de Occidente para enfrentarse a Irán, Turquía sigue siendo un aliado potencial e importante para afrontar el desafío central en Oriente Medio. La normalización de las relaciones entre Turquía e Israel es importante, pero no será fácil. En 1941, los británicos despreciaron los sermones de Stalin sobre territorio e influencia, pero cooperaron con él frente a un mal mayor: Alemania. Estas son las difíciles consideraciones que Israel tendrá que aplicar también a Turquía.
Fecha de publicación:11/3/2022
Fuente:JCPA
Traducción – adaptación: Gastón Saidman