De acuerdo al periódico saudita en inglés Al Arabiya, más de 1.000 líderes musulmanes de todo el mundo adoptaron la semana pasada la definición internacional de antisemitismo (IHRA), en una medida destinada a fortalecer los «puentes de paz entre el Islam y todas las religiones».

Esta definición, que da un marco legal a los países para sancionar las expresiones de odio anti-judías y anti-israelíes, está adoptada por Estados Unidos, la mayoría de los países democráticos europeos y en Sudamérica sólo es adoptada por Argentina. 

El Consejo Internacional de Imanes Globales, con sede en Irak, declaró en su comunicado: “Hoy, agregamos el nombre de nuestro consejo junto con 34 países que han adoptado esta definición de trabajo. Vivimos en una época de creciente antisemitismo y ataques terroristas, lo que hace que nuestra responsabilidad como líderes religiosos sea mayor, e incluso mayor como imanes”, dijo el presidente de la organización, el imán iraquí Mohammad Baqir al-Budairi.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, a la izquierda, con el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Abdullatif Al Zayani, y el director del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Meir Ben-Shabbat. (Twitter / @ bahdiplomatic)

La votación del consejo sobre la definición fue aprobada con una abrumadora mayoría, según al-Budairi.

La solicitud para que el consejo adopte la definición de antisemitismo de la IHRA provino primero del gobierno de los Estados Unidos, específicamente del Enviado Especial del Departamento de Estado para Monitorear y Combatir el Antisemitismo (SEAS), según el comunicado.

SEAS agradeció al consejo por trabajar juntos para «desterrar la intolerancia», en un comunicado en Twitter.

La semana pasada, SEAS firmó un acuerdo con el Centro Global Rey Hamad de Bahrein para colaborar en la lucha contra el antisemitismo y promover la paz en Oriente Medio.

«Los árabes y los judíos son pueblos semíticos que están amenazados por el odio o la intolerancia hacia los pueblos semíticos», afirma el memorando de entendimiento (MoU).

Las dos entidades colaborarán en el desarrollo e implementación de programas para «promover el respeto mutuo, el aprecio y la coexistencia pacífica entre los pueblos árabes y judíos y sus respectivos estados-nación, y entre todas las religiones en el Medio Oriente», según el acuerdo.

Todas las formas de antisemitismo se enfrentarán en el Consejo, según el comunicado, que decía que incluía «el antisionismo y la deslegitimación del Estado de Israel».