Esta semana Israel fue el país anfitrión de importantes políticos como el Presidente de Chipre, quien llegó con una significativa delegación para dialogar sobre todo lo que une entre estos dos países, en especial el tema de comercio y áreas marítimas, un tema delicado ya que dentro de la misma zona económica tanto Israel como Chipre deben tener en cuenta la parte que le toca al Líbano, algo que no tenemos muy claro últimamente.
La visita más llamativa fue por parte del Secretario del Estado Americano el Sr. Mike Pompeo, que si bien de más esta decir que cumplió con su agenda durante su estadía en Israel, tengamos en cuenta que la misma no es su prioridad, y la visita del secretario americano bien podría ser una visita pre-estratégica para remarcar su posición en Medio Oriente e inspeccionar de cerca el status de Rusia en la zona, es decir: hasta donde quiere hacer llegar su influencia y verificar quiénes son sus aliados.
Para mas o menos obtener una mejor idea sobre la situación actual, Pompeo enfoca sus ojos en el Líbano, donde con la llegada del la Alianza 8 de Marzo creada en el 2005 con tendencia chiíta y actualmente movimiento opositor, logró fortalecer el status de Hezbollah en el gobierno libanés, esto implica el acercamiento de Irán de nuevo en la zona y el campo sirio, con el cual se teme tenga relación con Rusia. Este último país estaría interesado en tener buenas relaciones con el Líbano para acrecentar su control en la zona, y si Estados Unidos cree que ya se realizaron todo tipo de acuerdos económicos y militares, no es coincidencia que la visita de Pompeo se realizó tres días antes que el Presidente libanés Michel Aoun viaje a reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin.
Lo dicho hasta el momento no es algo sorprendente e incluso se basa en conocer cómo esta formado el tablero de ajedrez y las posiciones de los jugadores, el problema es que si bien conocemos a los actores principales y “quién juega contra quién”, no debemos pasar por alto en como es visto todo lo explicado hasta ahora desde el punto de vista árabe. Nos daremos cuenta que el problema, visto de este modo se remarca en la amenaza que esta visita representa a la tradición islámica en sí, y como siempre nace la discusión de por qué un país occidental se siente cómodo entrando a otro país y decidiendo por él.
Según Estados Unidos, el fortalecimiento de la posición de Hezbollah en el campo político, significa que Irán aumentará su influencia en el Líbano, tanto a través de Hezbollah como a través de la infiltración en instituciones estatales como el ejército, campos de energía y salud; además del temor de que el Líbano se convierta en un conducto para eludir las sanciones impuestas a Hezbollah e Irán.
Sin embargo, la prensa libanesa presenta la visita como una actitud grotesca y descarada en la cual EE.UU. solo quiere tomar posición a cuenta del Líbano y por sobre todas las cosas provocar la inestabilidad interna del país. Es importante entender que en el mundo árabe no se intenta defender a los aliados sino de culpar de invasor al enemigo haciendo de su presencia el peligro que afectará al punto mas débil de esta sociedad, la tradición, la cultura y el territorio. Según la prensa libanesa, la visita de Pompeo pretende imponer dictados y tentaciones financieras, por lo cual se pide principalmente a las fuerzas de resistencia no dejarse vencer. Es probable que de esta manera, se quiera también influenciar en el pensamiento colectivo para así después poder presionar al gobierno libanés.
El argumento es el de siempre, Estados unidos es presentado como el gran invasor imperialista y esto lo hacen presentando el largo y negro historial que el país occidental tiene como país potente invasor, el cual quiere intervenir en todos los asuntos políticos para lucrar en beneficio propio. Michael Pompeo no se desvía del comportamiento de sus predecesores. Él vendrá a educar a los libaneses porque se rebelaron contra «su» honor y se negaron a rendirse a las condiciones del enemigo israelí con respecto al trazado de la frontera marítima.
El juego de honor y orgullo estará siempre presente en la sociedad árabe y estos aspectos culturales los simpatizantes del Hezbollah saben trabajarlos muy bien, dando a entender que no importa la rama política o creencia dentro del Islam, trabajar con países representantes del Nuevo Mundo es de alguna manera rendirse al enemigo, que por sobre todas las cosas intenta disuadir la fuerza que la tradición mantiene y se debe defender, en pocas palabras lo que la prensa libanesa intenta decir es que aliarse a los Estados Unidos es una traición a la religión, y es así como de esta manera logran ensuciar la imagen del Secretario de Estado Pompeo y piden a las fuerzas de pro-sirias y pro-iraníes a tomar parte de la situación.
Siempre este tipo de visitas por parte de algún político importante es utilizada por los medios árabes como una amenaza principal a la religión y tradición islámica, el hacer pública la preocupación de Estados Unidos por el crecimiento del Hezbollah dentro del gobierno libanés, es la actitud que los simpatizantes de la Alianza del 8 de marzo encabezada por la misma organización terrorista utilizan para no solo fortalecer su posición dentro de sus seguidores sino incluso a llamar a otros musulmanes que se unan a la lucha que ellos llaman «anti-imperialista», a través de la ideología se fortalece el campo pro sirio-iraní, lo que no solo representa la influencia de Irán en el campo de batalla sino también en la opinión pública del mundo árabe.