Según estudios recientes sobre la famosa epidemia devastadora, llegó a infectar alrededor de 500 millones de personas en todo el mundo.

Una de las víctimas del severo impacto fue una de las personas más identificadas con el de Medio Oriente de esa época, el diplomático y miembro de la nobleza británica,  Sir. Mark Sykes quien trabajó en la Conferencia de Paz de París. La historia cuenta que una noche del 16 de febrero se retiró a su habitación y murió a la edad de 39 años por causa de la horrible epidemia. Sykes, fue el pionero de uno de los acuerdos más famosos del siglo 20 el cual lleva su nombre en, Sykes-Picot firmado en 1916, se convirtió en una de las últimas víctimas de la enfermedad.

Mark Sykes

En todo Medio Oriente, la pandemia fue tan despiadada como en el resto del mundo. Se produjo en tres oleadas, pero fue la segunda ola la más violenta causando muchas muertes y llegando hasta Siria» alrededor del 1918.

La información sobre el impacto del virus mortal en el Medio Oriente es escasa, según un artículo publicado en el sitio web «The National”. Hay poca información en los libros.

El puerto de Yaffo – La puerta a la gripe española

La tesis más conocida escrita sobre como afectó en la región fue escrita por Kjell Jostein Langfeldt Lind en el 2012, publicada en el Departamento de Estudios de Medio Oriente y África en Londres.

Según los informes, la segunda gran ola, de la que se contó anteriormente, se produjo en noviembre de 1918. Según Lind, la enfermedad se propagó por las tropas que vinieron de Europa al continente para comenzar lo que conocemos hoycomolos mandatos franceses y británicos. El puerto de Yaffo fue probablemente el primer punto de entrada para el virus en la región, por barcos británicos desde Alejandría o Port Said.

Tanto el personal civil como las fuerzas militares fueron infectados por el contagio mientras simultáneamente nacía la idea panárabe del militar Thomas Edward Lawrence, o como muchos mejor conocerán por su nombre de la famosa película Lawrence de Arabia.

Todos los ejércitos involucrados en la guerra (británicos, australianos, indios, turcos y otros) fueron víctimas de la gripe. El establecimiento militar del Imperio Británico de la Fuerza Marítima Egipcia (EEF) fueron quienes distribuyeron la pandemia en Palestina en octubre de 1918, luego de derrotar la caballería turca.

«Año de la fiebre» en la Península Arábiga

El año 1918 se conoció como el «Año de la Misericordia» y el «Año de la Fiebre» en la Península Arábiga. Lojien ben Gassem publicó en el sitio web Arab News que la gripe tardó varios meses en borrar ciudades y pueblos, los ataúdes se estaban acabando y la gente comenzó a sacar sus puertas y usar mantas para transportar los cuerpos para enterrarlos.

Las personas infectadas no sobrevivían más de dos días. Muchos se ofrecieron para lavar a los muertos, cavar tumbas. Algunas personas cavaron todo el día, excepto durante las horas de oración, hasta agotarse, escribió Gassem.
Lind también escribe que «la influencia española en Damasco, acompañada de malaria, eliminó a casi la mitad del Ejército australiano y el Cuerpo de Caballería del Desierto de Nueva Zelanda ese mes”.

El libro de Abdul Rahman al-Sawadeh «Najad en el pasado» afirma que la lucha contra la epidemia se basó principalmente en aislar a los pacientes en hogares y lugares fuera de la ciudad o en las murallas de la ciudad.

Al-Sawadeh en un intento de explicar cómo se quiso desarrollar la vacuna dice: “Toman pus de los pacientes y vacunan a las otras personas de manera primitiva, lo que limitaba la propagación de la enfermedad. También se utilizaron hierbas y fórmulas médicas utilizadas por las abuelas”. “Después de 40 días, los pacientes se recuperaron y de los alimentos sobrantes en la ciudad, las mujeres preparaban sopas”. Según Al-Sawida, la gente creía que si el paciente comía alimentos crudos, experimentarían complicaciones. La olla contenía una colección de carne de camello, cordero y cabras.

En el libro de Paul Armarding «Médicos para el Reino: el trabajo de los hospitales de la Misión Estadounidense en el Reino de Arabia Saudita», el rey fundador del reino saudí, Abdul Aziz, desempeñó un papel destacado en la lucha contra esta plaga infecciosa.

Irán – La gran hambruna

El hecho de que Irán haya sido víctima de una guerra por parte de las potencias ha llevado al país al borde del hambre, además de la grave sequía que ha afectado a la región durante dos años. «Hubo razones especiales que hicieron que las áreas rurales [de Irán] fueran particularmente vulnerables a la epidemia de 1918″, señalóel investigador Amir Afkami, autor del trabajo de investigación “La experiencia iraní con la epidemia de influenza de 1918».

Una gran hambruna asaltó el país. Supongo que el estado persa probablemente perdió entre 910,400 y 2,431,000 de sus habitantes. Eso es entre el ocho y el 21.7 por ciento de su población en ese momento, elevándola en la parte superior de la tabla de mortalidad de la gripe española.

Fuente: JCPA

Traducción: Gastón Saidman