Brasil está considerando declarar a Hezbollah como una organización terrorista
Autor: Teniente Coronel Michael Segal
En el contexto de los lazos entre Washington y Brasilia y el deseo del presidente Jair Bolsonaro de fortalecer sus lazos con Trump, se ha informado que altos funcionarios en Brasil están explorando la posibilidad de declarar a Hezbollah como una organización terrorista
La presión internacional de los Estados Unidos sobre los países sudamericanos comienza a dar frutos. Durante la visita de Pompeo a Buenos Aires (julio de 2019), en memoria de los 25 años del atentado a la AMIA (1994) poco después de la decisión de Argentina y Paraguay de declarar a Hezbollah como organización terrorista, Brasil también estaría considerando hacerlo. El objetivo es erradicar la influencia iraní y de Hezbollah en la región.
En el contexto de los lazos entre Washington y Brasilia y el deseo del presidente Jair Bolsonaro de fortalecer sus lazos con Trump, se ha informado que altos funcionarios en Brasil están explorando la posibilidad de declarar a Hezbollah como una organización terrorista. Al mismo tiempo, esto está creando una disputa dentro del gobierno brasilero. En cualquier caso, según varios informes, se espera que la medida sea dada en octubre antes de la visita del presidente brasileño a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que también han declarado a la organización como terrorista, aunque por el momento funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento de Justicia de Brasil lo han negado. La ley brasileña sobre la definición de terrorismo es confusa y limitada ya que la misma se refiere a los ataques terroristas y no a los grupos terroristas, esto es lo que dificulta la declaración.
Eduardo, uno de los hijos del presidente Bolsanaro, que se desempeña como embajador de Brasil en Washington, expresó su apoyo a la idea de declarar a Hezbollah y Hamas como organizaciones terroristas ya durante la campaña presidencial el pasado noviembre. El presidente Bolsonaro se reunió con el jefe de seguridad nacional americano, John Bolton para dialogar sobre el tema. El presidente Trump ha dicho que espera la cooperación con Brasil en la guerra contra el terrorismo contra Hezbollah, Hamas y otros. El almirante Craig Fueller, comandante del Comando Sur del Ejército de EE. UU., dijo que EEUU y Brasil comparten información sobre Hezbollah y como ya sabemos de varias organizaciones terroristas que operan en la zona de la triple frontera (Argentina, Brasil, Paraguay), incluidas Al Qaeda. Argentina, Brasil y Paraguay colaboran con los Estados Unidos para combatir la actividad ilegal y criminal (lavado de dinero y recaudación de fondos, contrabando de cigarrillos, armas y tráfico de drogas) en área de la Truple Frontera (conocida en inglés como Triangle Border Area (TBA)).
El Secretario de Estado de los Estados Unidos dijo durante su visita a Argentina que si bien las raíces de estos grupos terroristas están a una gran distancia de Sudamérica no deberian ser subestimados, Irán aporta enviando armas, recaudando fondos, reclutando combatientes y poniendo a prueba la seguridad de Occidente . Ted Cruz (R-Texas), Marsha Blackburn (R-Tenn.), Kevin Cramer (RN.D) fueron quienes incitaron a Pompeo visitar Paraguay y Brasil a instar a sus líderes en declarar a Hezbollah como una organización terrorista, como parte de una campaña liderada por Trump contra la influencia iraní.
Si Brasil decide dar este paso, corre el peligro de causar una ruptura en las relaciones con Teherán, quien al mismo tiempo es uno de los socios comerciales más grandes de Brasil. Irán importa $ 2.5 mil millones y Brasil tiene una comunidad chiíta libanesa grande y altamente influyente. En este contexto, también existe preocupación por los ataques terroristas de Hezbollah en el país. Más allá de eso, las relaciones en general de Brasil con el resto de los principales países chiítas podrían verse dañadas.
Los países sudamericanos se alinean con las políticas de Trump
El mes pasado, Argentina y Paraguay declararon a Hezbollah una organización terrorista. Tras el anuncio, la Unidad de Información Económica del gobierno argentino emitió una orden para congelar los activos de Hezbollah en el país porque la organización representa una amenaza para la seguridad y el orden económico del mismo. La declaración brinda al gobierno argentino mejores herramientas para hacer frente a la actividad terrorista-criminal (narcoterrorismo) y la actividad desestabilizadora de Hezbollah en Argentina en particular y en América Latina en general.
Amplia actividad en la región
Según un informe publicado por el Centro de Información sobre Inteligencia y Terrorismo Mayor Meir Amit en 2012, indica que Irán considera a la región de América del Sur como un área secundaria para la financiación del terrorismo. La composición de la población local, que contiene muchos chiítas, brinda terreno fértil para exportar la revolución.
Pero no es solo la exportación de la revolución islámica lo que está en juego en Irán. El desarrollo del terrorismo, la desestabilización y las capacidades delictivas también son parte del plan de los ayatolas para consolidar la posición de Teherán en los estados del sur. Como en otros casos, la fuerza de «Al Quds» está liderando el camino. Varios informes del Congreso plantean el peligro que representan los intereses de Estados Unidos y América Latina por los resultado de la influencia de Irán, como la propaganda del odio y el financiamiento del terrorismo y narcotráfico. Esto es un trabajo que se informó por el 2012 donde se advertía ya que las fuerzas militares iraníes estaban trabajando en America Latina con la ayuda de la embajada local y otros agentes cercanos a los gobiernos, y las capacidades militares de Hezbollah e Irán en el continente sur americano no deben ser subestimadas no olvidemos en la década de 1990 los sangrientos ataques en Argentina.
La hermana gemela
Uno de los primeros países que Irán ha elegido estrechar lazos en todo el continente es por su puesto Venezuela de la mano de Hugo Chávez. La hostilidad compartida hacia Estados Unidos entre Chávez y Ahmadinejad , entonces presidente de Irán, ha estrechado las relaciones entre estos dos estados lo que siguió con el crecimiento de las colaboraciones económicas como por ejemplo la creación de un banco iraní en el país, o en el campo nuclear donde se creó un plan de extracción conjunta de uranio y en el ámbito militar un suministro de armas iraníes e informes sobre la colocación de misiles de mediano alcance de Irán en el país.
Incluso hoy, durante la crisis postelectoral en Venezuela, vemos que Irán, junto con Rusia y otros países, está apoyando al presidente antinorteamericano Maduro, colocándolo como una prioridad diplomática en su intento de aliviar las sanciones internacionales contra él y la lucha para deslegitimar a la administración de Trump.
Las actividades de la organización terrorista en Colombia
En abril del 2018 en una actividad conjunta de la DEI de la Policía de Colombia, se reveló el alcance de las operaciones del Hezbollah la cual activaba desde una sede con el nombre de «Organización para la Seguridad Externa», que de hecho estaba bajo el Comando de la Unidad 910, el aparato operativo de Hezbollah, y fue el brazo de planificación de los ataques terroristas en Argentina.
La investigación reveló que Hezbollah utilizó compañías comerciales y otras plataformas para disfrazar sus actividades. Entre otras cosas, tráfico de drogas, exportación y venta de automóviles robados, fraude bancario y reclutamiento de activistas terroristas para el futuro. Según los informes, la mayor parte del dinero se transfirió a través de bancos europeos para financiar las operaciones de Hezbollah en el Líbano y se invirtió parcialmente en Panamá y operaciones locales.
La policía de Colombia ha identificado las instrucciones que provienen de Teherán a través del Líbano, y desde allí al comandante militar de la organización Abdullah Radha Ramel, ciudadano libanés, fue identificado por los servicios de inteligencia como el jefe de la red y solía moverse por el continente para supervisar las actividades de la organización. Fue deportado de Colombia a principios de 2018.
Traducción: Gastón Saidman
Fuente: JCPA