Después de haber vivido la devastadora explosión provocada por un incendio de unas 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenado en el puerto de Beirut desde 2014, el parlamento libanés tomó la decisión de declarar el estado de queda el cual podría prolongarse mas de la fecha limitada que fue el pasado 21 de agosto, y ahora está pensando renovar el estado de sitio.
El toque de queda como todos sabemos consiste en extender los poderes del ejército, prohibir reuniones, censurar los medios de comunicación y publicaciones si los considera amenazantes para la seguridad nacional, y también amplía la capacidad de los funcionarios para juzgar a civiles en tribunales militares. Esto despertó la furia de la oposición, los movimientos liberales y de derechos humanos que manifestaron serias críticas contra el gobierno e incluso lo culpan de que el desastre ocurrido fue justamente por la mala administración gubernamental del momento.
La crisis no tardó en llegar y la furia de la sociedad libanesa a medida que fue creciendo logró disolver el gabinete, aunque los ministros permanecerán en sus puestos hasta que se designe un nuevo gobierno.
Hasta el momento, dentro de los 119 mandatarios solo el Diputado Osama Saad fue quien se opuso al estado de emergencia. Como respuesta a la situación el Presidente del Parlamento Nabih Berri explicó que, las medidas tomadas no fueron para intimidar a la población ni reprimirla, al contrario, “como podrán ver hay y habrá lugar también para la protesta pública”. El problema es que esto no lo podemos confirmar un 100% ya que parte de las declaraciones y protestas no todas fueron emitidas en televisión, sino mayoritariamente por medios públicos y nada más, y si bien el parlamento libanés intenta transmitir una actitud pacífica existen fuentes que manifiestan lo contrario, culpando al ejército de utilizar la fuerza y agresión contra los civiles. Se informó hasta la fecha unas 728 personas heridas graves que se encuentran internadas, entre ellos 12 periodistas, uno de ellos del conocido medio Al Jazeera.