Biden y su traición a Ucrania

por | Feb 2, 2025 | Blog, Ensayos | 0 Comentarios

El fin de la administración Biden deja a Ucrania pendiendo de un hilo, con un futuro incierto y a expensas de una genocida Moscú que nunca ha ocultado sus intenciones verdaderas contra la nación y territorio ucranianos.

Si bien es cierto que sin el apoyo y ayuda de EEUU Ucrania ya habría sido totalmente anexada, ocupada y dividida por su colonialista vecino también es cierto que la política que implementó Biden resultó insuficiente y contraria no sólo a los ideales y valores de un mundo basado en el respeto a la soberanía e integridad territorial de todos los estados sino a un mundo en donde las leyes e instituciones internacionales defiendan a los débiles de los abusos de los poderosos.

Los EEUU de Biden pretendieron, absurdamente, que podían tomar la opción más fácil para enfrentar lo que es nada menos que la mayor agresión en suelo europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial

A cualquier observador le queda claro que los intentos de acomodamiento con Putin, que incluyeron aproximaciones diplomáticas, peticiones directas e intentos de persuasión no militares, fueron totalmente ignorados por Moscú quien relanzó su guerra contra Ucrania pues esto, la guerra total que incluye la desaparición de Ucrania como la conocemos, fue y ha sido siempre el único objetivo de Putin y sus cómplices.

Los ucranianos, hombres, mujeres, niños y ancianos se negaron a jugar el rol de víctima indefensa que tanto Moscú como el mundo aún democrático les había asignado y han presentado una resistencia y resiliencia admirables desafiando así los presagios de esos aburguesados “analistas” y académicos que llamaban a ser realistas y resignarse a los designios y caprichos del aspirante a zar y criminal convicto que se esconde en el Kremlin.

Usted recordará, querido lector, cuando Ucrania puso contra las cuerdas a Rusia en 2022 imponiendo condiciones en el campo de batalla cerca de Kyiv. En ese preciso momento, el mundo aún democrático y libre, especialmente el EEUU de Biden, tuvieron la gran oportunidad no sólo ayudar a Ucrania a repeler la agresión rusa sino asestarle un golpe decisivo y contundente a Moscú y sus ambiciones sin involucrar directamente a la OTAN lo que hubiera significado un hito histórico inmenso y hubiera lanzado un contundente mensaje de Washington contra el neo colonialismo y neo imperialismo que resurge hoy por todo el mundo.

Pero ese apoyo decidido nunca llegó a Ucrania. En lugar de facilitar que Ucrania se armara con el poder militar suficiente para ganar la guerra, tanto EEUU y países como Alemania y Francia temieron la derrota de Putin y prefirieron ceder a los falsos chantajes nucleares rusos  implementando una patética y contraproducente estrategia de autocontención y, en palabras de Biden, “gestionar la escalada”.

Las fallas de la administración Biden sobre Ucrania parten con la errónea idea de que los ucranianos no podrían nunca recuperar los territorios ocupados en 2014 (Crimea incluida) este falso pensamiento creó las condiciones de una profecía que se cumple a sí misma y atrapó la imaginación de los tomadores de decisión en Washington que mantuvo los dañinos y falsos marcos de pensamiento rusocéntricos.

Si el objetivo de Biden era que Ucrania sobreviviera como estado nación, esto resulta totalmente incompatible con la lógica rusocéntrica en la cual la cesión de territorios y población ocupados es aceptable (recordemos Georgia 2008 y la misma Ucrania 2014).

Si Biden y su administración buscaban solidificar la unión con sus aliados la timidez y cobardía mostrada con Ucrania sólo han logrado envalentonar más a Moscú y le ha permitido incidir negativamente en países europeos como Moldavia, Rumania así como amenazar a Polonia, los países bálticos, Finlandia.

Otro objetivo de Biden fue no entrar en guerra directa con Moscú. Este resultó ridículo desde un inicio porque, como lo han demostrado estos años de agresión rusa, Rusia ya está en guerra no sólo con EEUU sino con todos los países ex soviéticos que aspiren a escapar del control de Moscú y contra todo el mundo democrático y libre.

Ha quedado claro en retrospectiva que ni EEUU ni los países dominantes de la Unión Europea querían un enfrentamiento con Moscú y prefirieron arrastrar los pies y atrasar (y en muchos casos nunca entregar) el apoyo militar a Kyiv lo que envalentonó y dio tiempo a Moscú para profundizar sus alianzas con China, la teocracia asesina iraní, Corea del Norte y demás dictaduras afines a su visión del mundo.

Mientras se ponían mil pretextos y limitaciones a las adquisiciones militares ucranianas se continuó con un inútil apaciguamiento de Putin lo que socavó gradualmente las capacidades militares de Kyiv. Mientras los valientes ucranianos continuaban muriendo, siendo sus niños y niñas secuestrados por Rusia, desplazados de sus hogares y siendo exiliados fue quedando claro que Biden, al elegir el camino fácil, se equivocó.

Nunca existió ninguna razón lógica para aplazar la ayuda militar que Ucrania necesitaba para ganar; nunca existió una razón lógica o históricamente justificable para creer las amenazas nucleares y apocalípticas de Putin; nunca hubo una razón lógica para atrasar y negar la entrega de misiles ATACMS, sistemas PATRIOT, vehículos blindados, radares o aviones F-16 a Ucrania para su defensa; nunca hubo una lógica en pretender apaciguar y complacer a un Putin que por años ha dejado claras sus intenciones genocidas hacia Ucrania, su nación, su cultura y su identidad, tampoco hubo una razón lógica para no imponer sanciones contundentes a Moscú, impactar en su sistema financiero y comercio de petróleo y gas que obligara a Putin a replantear las cosas.

Al contrario, las acciones y omisiones de EEUU y la Unión Europea, con todo y sus bonitas palabras, palmaditas en el hombro de Zelensky y promesas, le dieron a Putin más de dos años para recuperarse del fracaso del 2022, reestructurar y movilizar su ejército, aumentar la producción militar, adaptarse a las sanciones internacionales, desarrollar la economía de tiempos de guerra y encontrar aliados entre otros regímenes autoritarios y enemigos de la democracia y libertad.

La historia europea enseña de muchas formas cómo el apaciguamiento y elegir el camino más fácil llevan siempre a más guerra, caos, destrucción y eventualmente a la derrota y ese es el gran error de Biden, sus asesores y los líderes europeos: no haber ayudado a Ucrania a ganar la guerra, derrotar contundente e inapelablemente las pulsiones genocidas rusas y dar un golpe de timón y quizá así evitar el mundo colonialista e imperialista al que nos dirigimos

No quiero terminar esta reflexión sin mencionar la complicidad de muchísimos académicos y analistas que, consciente o inconscientemente, ayudaron a esta claudicación del mundo libre. Al difundir propaganda y noticias falsas generadas en Moscú sobre Ucrania y los ucranianos muchos colegas han cooperado al intento de Moscú de eliminar a Ucrania como estado y como nación. Quedará registrada en la historia este cobarde apoyo académico gestado en las propias universidades del mundo libre que contrastará con increíble rebeldía ucraniana que ha desafiado a todos, incluso a sus pusilánimes aliados.

Descubre más desde Oriente Medio

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo