El Líbano se enfrenta a una crisis económica y financiera la cual llegó a un punto crítico el año pasado cuando las entradas de capital disminuyeron y las protestas estallaron contra la élite gobernante. Su próximo vencimiento de deuda es un eurobono de $ 1.2 mil millones con vencimiento el 9 de marzo. Diputados del Parlamento libanés se oponen a pagar. El anuncio generó dudas sobre si el país ya muy endeudado cumplirá con el plazo de reembolso hasta la fecha fijada.

Se espera que los prestamistas extranjeros hagan una buena oferta a tiempo. Según fuentes de alto rango cercanas a dos de los principales partidos que respaldan al gobierno, Hezbollah y el Movimiento Amal de Berri, que junto al Movimiento Patriótico Libre dijeron a la agencia de noticias Reuters que se esperaba anunciar una decisión de no pagar, y en cambio iniciar negociaciones con los prestamistas.

La prolongada crisis financiera del Líbano ha provocado una fuerte crisis monetaria y ha visto a la libra libanesa el 40 por ciento de su valor desde octubre. Los bancos libaneses también han impuesto estrictas restricciones sobre el acceso a depósitos y transferencias al exterior. Una de las fuentes cercanas a Hezbollah y Amal dijo que los contactos entre Lazard y los prestamistas extranjeros no habían llegado a ningún acuerdo, y agregó que los inversores extranjeros quieren su dinero.

Los opositores al pago dicen que las reservas de moneda extranjera en disminución de Líbano representan los ahorros de la gente común cuyo dinero fue depositado en el banco central por los bancos comerciales a altas tasas de interés.

Hasta el momento el Ministerio de Finanzas se mantiene al margen de la situación y no ha opinado.