Avión israelí F35

Irán pierde influencia en Irak mientras Israel gana popularidad

El conflicto en Medio Oriente no consiste solo en la conflictiva historia entre Israel y los palestinos, sino que el mismo comienza cientos de años atrás entre las distintas ramas del Islam donde la muerte del profeta Muhamad dejó como herencia una colisión que fue el fruto de famosas batallas y masacres dentro de esta religión.

Por eso decir que el único problema en Medio Oriente consiste en solucionar el conflicto palestino-israelí es un grosero error, cuando dentro del mismo existe un historial de enfrentamientos entre las distintas ramas del Islam de las cuales poco se habla o se analizan.

Si bien las diferencias religiosas que separan a los miembros del Islam son muchas, durante la historia sobresalió más el conflicto entre los chiítas contra los sunitas, el cual se refleja hoy en la lucha por el control del mundo árabe e islámico entre Arabia Saudita e Irán.

En la actualidad, esta lucha por el dominio pasa desde la lucha armada hasta la lucha asimétrica, como por ejemplo la intervención de Arabia Saudita desde el 2015 en la guerra de Yemen solo para combatir a los hutíes apoyados por los iraníes, o en Irak donde el combate es contra los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica que activa en el norte de Bagdad y es en esta zona donde la fuerza aérea israelí atacó el pasado 19 de julio bases persas de almacenamiento de misiles balísticos. Esto nos da a entender que las relaciones secretas que Israel mantuvo con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes están dando resultados en el terreno de batalla y no sólo en los acuerdos económicos.

Para los aliados sunitas esto es un logro importante, donde Israel demostró en esta batalla que también aportará a combatir y derrotar a Irán y su creciente influencia en el mundo. Es por esta misma razón que la imagen israelí esta cambiando en el mundo árabe, de a poco pero hasta la fecha estas relaciones eran totalmente cerradas y hoy se hace público un enfrentamiento ante un enemigo común que bien podría haber sido en cooperación abierta con el reinado saudita, y esto logró mejorar la imagen de Israel dentro de los países árabes sunitas, e incluso dentro de las minorías sunitas en otros países del Medio Oriente.

Justamente, esto se reveló después del último ataque israelí en Irak, que provocó que una gran parte de la opinión popular iraquí se ponga a favor de Israel, según expresó el periodista Khodir Taher quien se encuentra en los Estados Unidos y escribe para el diario iraquí «Tzut al-Iraq». En un artículo titulado «El valiente ejército israelí bombardeó el nido de los colaboradores de Irán en Irak», elogió los ataques de Israel contra las «fuerzas malvadas iraníes» y los » terroristas» de sus colaboradores con Irán, alegando que Irán busca tomar el control y destruir los países árabes fomentando el terrorismo y robando recursos, mientras que Israel emerge como un amigo y potencial aliado de los árabes.

Taher realiza en su artículo una observación sobre cómo Israel se retiró de las tierras egipcias, jordanas y libanesas, y ofreció paz incluso devolviendo territorios palestinos. A esto hace contraste frente a Irán que se expande e interviene abiertamente en Líbano, Yemen, Bahrein, Siria e Irak y tiene otras intervenciones secretas en varios países del mundo. Y remató: “¿Quién es, entonces, el estado que anhela la paz, Irán o Israel?”

Las medidas tomadas contra Irán y sus partidarios se manifiestan en dos frentes: el primero es imponer sanciones a los colaboradores corruptos, investigando los crímenes que serán revelados más tarde para comenzar su persecución y arresto y el segundo el conjunto de intervenciones militares y de inteligencia de Estados Unidos e Israel, persiguiendo a los agentes iraníes en el exterior y atacando sus arsenales militares.

Según el analista iraquí, Israel no entiende todavía el potencial que hay dentro del amor y respeto que sienten hoy los iraquíes debido a su actividad digna y valiente en la guerra contra la propagación e influencia iraní en la región.

La visión pragmática hizo que muchos iraquíes y árabes vieran a Israel como un amigo y aliado admirado e importante pieza del eje de guerra contra Irán.