La guerra de los tres días ¿Qué ganó la Yihad Islámica?

Anna Mahjar-Barducci*

A pesar de los duros golpes infligidos por el ejército israelí, el movimiento Jihad Islámica Palestina en Gaza ha obtenido varias ventajas desde la última guerra contra Israel. Algunos medios occidentales informaron que Israel «ganó» la guerra. De hecho, aunque Israel eliminó a dos importantes líderes del movimiento terrorista, la Jihad Islámica logró fortalecer su imagen e influencia en la región. Hasta el 5 de agosto, cuando Israel lanzó el ataque preventivo contra Gaza, iniciando la operación «Breaking Dawn» (Alot Hashajar, en hebreo, Amanecer -o “rompe el alba” en castellano), la Yihad Islámica era solo un movimiento secundario, que no podía competir con la popularidad de Hamás en la Franja de Gaza. Sin embargo, tras tres días de guerra y unos 1.100 misiles lanzados contra Israel, la Yihad Islámica se ha convertido en uno de los movimientos de resistencia más importantes de la región y ha obtenido el pleno apoyo de Teherán.

Cómo empezó la guerra

El 1 de agosto, durante una operación en Yenín, Israel arrestó a un comandante de la Jihad Islámica en Cisjordania, Bassam al-Saadi, junto con su yerno Ashraf Zidan Mohammad al-Jada. Inmediatamente después del arresto, la Jihad Islámica comenzó a planear ataques terroristas contra ciudades israelíes alrededor de la Franja de Gaza, con el objetivo de presionar a Israel para que liberara a Bassam al-Saadi y al detenido administrativo palestino Khalil Awawdeh, quien se convirtió en uno de los símbolos de la resistencia palestina, tras más de 150 días de huelga de hambre. Por consiguiente, el ejército israelí elevó el nivel de alerta en el sur del país, cerrando las carreteras a los vehículos civiles.

Taysir al-Jabari

Taysir al-Jabari

La población israelí, sintiéndose asediada, pidió al gobierno que interviniera. Por lo tanto, el 5 de agosto, el gobierno israelí decidió bombardear Gaza de manera preventiva, después de recibir información de que la Yihad Islámica estaba lista para atacar a Israel. El bombardeo, aunque también provocó bajas civiles, eliminó a Taysir al-Jabari, un importante comandante de las Brigadas Al-Quds (Saraya al-Quds), el brazo armado de la Yihad Islámica. La respuesta del movimiento terrorista no se hizo esperar, de hecho la Yihad Islámica mostró su fuerza militar, lanzando misiles hacia el sur del país y hacia Tel Aviv, el centro económico y cultural de Israel.

El segundo día de la guerra – El «Gaza Envelope»

En el segundo día de guerra, la Yihad Islámica continuó disparando misiles sin interrupción, especialmente en el sur del país. Uno de los objetivos proclamados de esta organización fue de hecho hacer imposible la vida en el «Gaza envelope», es decir, la parte de Israel que se encuentra a siete kilómetros de la Franja, de tal manera que se despueble de ciudadanos israelíes.

En parte, la Yihad Islámica ha tenido éxito en su propósito. Muchos habitantes del «envelope» han declarado que por primera vez han pensado en mudarse de esta zona. De hecho, varios buses evacuaron a parte de la población, exhausta por el continuo lanzamiento de misiles (desde el momento en que suena la sirena, la población en el «envelope» tiene solo 15 segundos para llegar al refugio antimisiles). 

El segundo día de la guerra – La reunión en Teherán

Sin embargo, el evento más significativo del segundo día de guerra fue el encuentro en Teherán del líder de la Yihad Islámica, Ziyad al-Nakhalah, con el general iraní Hossein Salami, actual comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Durante el encuentro, Salami dijo que «el colapso» de la «entidad sionista» es un «camino irreversible» y que «la liberación de Jerusalén es inminente».

La reunión en Teherán entre Ziyad al-Nakhalah y Hossein Salami

Archivo: reunión en Teherán entre dirigentes de Hamas y comandantes de la Guardia Revolucionaria

Es importante subrayar que el 4 de agosto, antes de que comenzara la guerra, al-Nakhalah se reunió con el presidente iraní Ebrahim Raisi. Según el Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio (MEMRI), durante la reunión, Raisi dijo: «No tenemos dudas sobre la victoria de la resistencia palestina y la liberación de Jerusalén… Hoy, las naciones musulmanas de la región odian la entidad sionista depredadora y consideran que la resistencia es la línea principal y fundamental para hacerle frente».

El día anterior, el 3 de agosto, al-Nakhalah también se reunió con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, con el presidente del Majlis (parlamento iraní) Mohammad Baqr Qalibaf y con Ali Akbar Velayati, consejero de relaciones exteriores del Líder Supremo, el Ayatolá Ali Jamenei.

El terrorista neutralizado Khaled Mansour

El terrorista neutralizado Khaled Mansour

Irán, que está negociando acuerdos nucleares con Estados Unidos, tiene un interés en presionar a Washington a través de los movimientos terroristas en Palestina y en Líbano, que reciben fondos de Teherán, para lanzar una guerra indirecta contra Israel, como ya lo ha hecho en el pasado.

Sin embargo, en la tarde del segundo día de guerra, Israel golpeó duramente a la Yihad Islámica, matando a Khaled Mansour, otro líder del movimiento palestino.

El tercer día de guerra – Tisha b’Av

El 7 de agosto, el tercer día de guerra, los analistas israelíes temían que Hamas pudiera entrar en el conflicto. Ese día, de hecho, marcó el aniversario de Tisha b’Av (día de ayuno en recuerdo de los eventos de luto en la historia judía, como la destrucción del Primer Templo en el 586 a. C. y del Segundo Templo en el 70 d. C.).

Muchos analistas esperaban tensiones en el Monte del Templo (donde está ubicada la mezquita de al-Aqsa), ya que se creía que numerosos judíos religiosos habrían ido (según la tradición) a rezar en la explanada, haciendo inevitable la entrada de Hamás en el conflicto. En la mañana del 7 de agosto, la Yihad Islámica también envió misiles de advertencia hacia Jerusalén (sonaron sirenas hacia el área de Beit Safafa, un barrio predominantemente árabe, Shoresh, Neveh Ilan y Abu Gosh). Sin embargo, la policía israelí pudo manejar la situación, también porque el número de judíos religiosos que se presentaron en el Monte del Templo fue menor de lo esperado.

El tercer día de guerra – La Tregua

En la tarde del 7 de agosto, los medios anunciaron que Egipto estaba mediando una tregua.  Alrededor de las 10 de la noche, los medios informaron que la Yihad Islámica aceptó un alto el fuego, luego de que El Cairo se comprometió a mediar en la liberación de Bassam al-Saadi y Khalil Awawdeh. La tregua entró en vigor a las 23.30 horas, pero la Yihad Islámica lanzó su último cohete a las 23.50 horas hacia el «envelope».

Bassam al-saadi (izq), Ashraf al-Jada (der)

Bassam al-saadi (izq), Ashraf al-Jada (der)

Cabe señalar que, al día siguiente, a petición de la Yihad Islámica, Israel envió camiones con combustible a Gaza, tras la apertura de los pasos fronterizos. 

Además, según algunos sitios de noticias palestinos, Awawdeh podría ser enviado a un hospital para recibir tratamiento médico, según lo solicitado por la Yihad Islámica, y luego liberado en los próximos días. Sin embargo, los periódicos israelíes escriben que, por ahora, Israel no tiene prisa por liberar ni a Awawdeh ni a al-Saadi. De todas formas, el 11 de agosto, Ynet (un sitio web de noticias de Israel) ha escrito: «Israel traslada a un prisionero de la Yihad Islámica al hospital en medio de una huelga de hambre. Khalil Awawdeh supera los 160 días sin comer en protesta por su detención administrativa sin juicio; el abogado dice que Awawdeh necesita silla de ruedas y muestra signos de daño cerebral; la Yihad Islámica amenaza con represalias si el preso va a morir.»

Es importante recordar que, en Gaza, Hamás tiene como rehenes a dos israelíes (Avraham Mengistu, israelí de origen etíope de Ashkelon, e Hisham al-Sayed, árabe-israelí de una aldea beduina del Néguev) y retiene los cadáveres de dos soldados israelíes (el sargento Oron Shaul y el segundo teniente Hadar Goldin, que murieron en la guerra de 2014).

Hamás, el gran ausente

Desde el comienzo de la guerra, Hamás ha decidido no entrar en el conflicto. La decisión demostró que Hamás se ha convertido en un movimiento político pragmático. En la guerra de los once días de 2021, Hamás fue considerado el «ganador» de los enfrentamientos militares, por haber paralizado la vida en Israel, y consagrarse como representante del pueblo palestino. Por lo tanto, el movimiento islamista no tiene intención de participar en guerras, en las que podría perder su popularidad.

Además, la Yihad Islámica está compitiendo con Hamas en Gaza, y no le interesa rescatar a un rival. Si la guerra hubiera durado varios días, seguramente Hamás se habría visto obligado a entrar en el campo de batalla, para no ser acusado por la población palestina de haber abandonado a su propio pueblo y a la resistencia.

También vale la pena señalar que ni siquiera Hezbollah se sintió obligado a ayudar a la Yihad Islámica, también porque la situación político-económica en el Líbano está tan en crisis, que el grupo chiita no puede permitirse entrar en una guerra. 

Conclusión 

A pesar de la destrucción provocada en Gaza, la Yihad Islámica se considera ganadora de esta guerra. De hecho, el movimiento logró dictar los términos de la tregua y hacer insoportable la vida de los israelíes en el sur del país. Lo más importante es que la Yihad Islámica ha superado o al menos igualado la popularidad de Hamás. Sin duda fue bueno para Israel que Hamás no entrara en el conflicto, pero también podría ser un factor negativo, ya que el crecimiento de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza no beneficia a Israel. Además, la Yihad Islámica ahora se ha ganado el admirado apoyo de Teherán. Durante su reunión con el asesor de Jamenei, el líder de la Yihad Islámica (¡un movimiento sunita!) dijo: «El líder supremo [Jamenei] tiene un lugar especial en nuestro corazón… Ustedes son nuestros hermanos mayores…». Además, el día de la tregua, al-Nakhalah declaró la victoria de su movimiento directamente desde Teherán.

En cuanto al gobierno de Lapid, el resultado de esta guerra será evaluado por los propios israelíes en las urnas el próximo octubre. Israel mató a dos comandantes de la Yihad Islámica, pero esto no parece haber debilitado al movimiento, que ahora está satisfecho con el resultado de la guerra, a la que ha dado el nombre de «Unidad de los Campos de Batalla» (Wahdat Al-saahat, en árabe), o la unión de los campos de batalla de Cisjordania con los de Gaza. Por el momento, la Yihad Islámica parece haber tenido éxito en este intento.

*Anna Mahjar-Barducci es investigadora y vive en Jerusalén.