El conflicto en el Golfo junto al mapa del mercado energético
En estas últimas semanas el Golfo Pérsico fue el escenario de violentos eventos vistos como una agresiva ofensiva por parte de Irán en respuesta a las sanciones de los Estados Unidos, y es obvio que la tensión vivida impacta en el mercado energético. Sin embargo, el precio del crudo no subió como era esperado.
Los petroleros afectados por ataques de torpedos iraníes -que sin duda perjudicaron el trafico del crudo por la zona del Golfo de Omán- son hechos que logran influenciar en el mercado, aunque también existen otros factores los cuales no están relacionados con la violencia, son lo suficientemente contundentes para poder cambiar el rumbo de los precios sin necesidad de disparar ni un solo tiro. Estamos hablando de la OPEP, OPEP+, sus políticas de reducción y por supuesto los juegos de tras los telones que las petroleras importantes pertenecientes a dichas organizaciones están realizando para estar preparadas ante cualquier crisis en el mercado.
Corto historial del precio
Si bien el año 2012 cerró con un precio de 91$ por barril, el futuro visto desde ese momento no fue muy claro ya que siguió con una caída con el transcurso de los años, la cual nos sorprendió a principios del 2019 donde desde el mes de enero hasta mediados de junio llegó a tocar los 50$. Esta fue una sorpresa para todo el mundo que apostaba a que las sanciones contra Irán –que incluso lograron a convencer a su mayor importador de crudo iraní (India) a que detenga su demanda, no logró ajustar el mercado para una supuesta subida como deseaba Arabia Saudita.
Razones
Durante todo este periodo nos preguntamos el por qué, ¿cómo fue posible que el precio quedó estancado en una época tan conflictiva? No había lógica si se cerraron puertas a países productores como Venezuela e Irán, la OPEP comenzó su plan de reducción y los Estados Unidos tampoco hicieron uso de sus inventarios de manera excesiva ¿Entonces? ¿Estaríamos realmente acercándonos a la demanda máxima de petróleo? Si es así, ¿cómo afectará a las empresas relacionadas con la energía en la próxima década?
La respuesta a la última pregunta es una de las razones por la cual el precio no se movió según las expectativas. La demanda del petróleo aminoró, y esta vez no fue solo por conflictos bélicos, sino la incertidumbre de las empresas petroleras las cuales comenzaron a buscar diferentes fuentes de inversión en el rubro de energía ya que veían también el crecimiento de la producción de gas natural y nuevos proyectos de energías renovables frente al frágil mercado que no prometía un futuro seguro.
Entonces, si bien la producción del crudo se redujo al mismo tiempo que la circulación de petróleo entre los países, sumemos a esto que las empresas restantes productoras de crudo se encontraron frente a un mercado que no estaba interesado en su producto. Estamos hablando incluso de refinerías que se abrieron solo para la elaboración de gas cuando otras aminoraron la compra del crudo, esto llevó a los especuladores a la venta masiva en el complejo petrolero.
Esta situación creó una realidad en la cual subir el precio ya no era un lujo como años anteriores, y ahora podemos ver que la predicción de algunos analistas que a principios de año nos avisaron de que mediados del 2019 comenzará la gran demanda de gas, no fue una equivocación.
El precio hoy
Los ataques iraníes en el Golfo de Omán a los petroleros americanos desató un impacto definitivo al precio del crudo haciéndolo saltar por encima de los 53$ en solo 24 horas, ¿qué significa esto? que el precio rompió la ultima cima de las últimas semanas colocándolo en un cierre de 57.46$ del Viernes 22 de junio.
Esto es algo muy positivo para la expectativas sauditas que desean llevar el precio a 80$ por barril, sin embargo podrían haber sorpresas justamente por los cambios en el mercado energético como expliqué anteriormente, nuevos jugadores, nuevos productos y nuevas fuentes de inversión que dejaron al petróleo como un actor secundario.
¿Vientos de guerra?
En a una situación crítica donde la guerra podría ser utilizada como la última solución al problema, surgen distintos medios de comunicación informando la posición del lado iraní, ya que por parte de los Estados Unidos quedó muy claro que no pensaban retroceder con las sanciones. Ahora, en diversos diarios de Occidente se informó que las amenazas por parte de EE.UU. habrían logrado que Irán baje en cierta manera sus amenazas, intentando convencer al lector que Irán frente a la crisis económica que se le avecina podría estar pensando en no querer entrar en un conflicto y estaría haciendo lo posible para no desatar una guerra más en el Golfo Pérsico. Sin embargo, los últimos ataques no demostraron lo dicho.
Para entender esto debemos saber que los países del Medio Oriente no trabajan solo con sus ejércitos en los momentos de responder ante los conflictos bélicos, también están las organizaciones terroristas las cuales cada una se alinea a algún país de la zona, y eso es lo que pasa con Irán, quien no tiene problema de abrir otros frentes a través de organizaciones como Hezbollah combatiendo en el Líbano y Siria. Irán tiene muchas capacidades de combate, incluso mas más allá de las fronteras del Medio Oriente. En Yemen, la República Islámica asiste a los rebeldes hutíes, en Irak, las milicias chiítas operan bajo sus órdenes, y en la Franja de Gaza tienen una gran influencia en la Jihad Islámica. Además, invirtió y entrenó a varias células terroristas en el mundo las cuales pueden activarse en cualquier momento, en síntesis, la guerra en Medio Oriente se puede llevar a cabo desde muchos frentes de combate.
Es por eso que no nos sorprende que el Presidente Trump haya cancelado el ataque que se venía venir, aunque esto podría ser una tregua antes de la batalla o como se conoce en Oriente Medio, «Hudna».