El parlamento jordano culpa a Israel de los últimos acontecimientos terroristas
Los países árabes siempre tuvieron que jugar a dos puntas, en especial aquellos que tienen alguna relación con Occidente como lo es Jordania.
La discusión interna de los países del Medio Oriente relativa al estatuto de las relaciones diplomáticas con Occidente está atravesada por la pregunta de si éstas empujan hacia una renuncia de la tradición islámica o no. El temor a que la influencia del Nuevo Mundo se introduzca en la cultura popular árabe existe desde la era del Imperio Otomano, su acercamiento es un dilema permanente y recrudece con el nacimiento del nacionalismo árabe oficialmente a principios del siglo 20.
Durante el transcurso de la historia del siglo pasado, países como Jordania mantuvieron buenas relaciones con Occidente, incluso con Israel firmó un acuerdo de paz que ya lleva vigente 28 años, y lo mismo hicieron Egipto y últimamente los Emiratos Árabes Unidos. Tenemos que tener en cuenta que si bien estos países mantienen relaciones abiertas con Occidente también tienen que mantener la armonía en la región y desarrollar una política exterior junto con los países árabes que se oponen rotundamente a todo tipo de trato con Occidente, por lo cual Jordania debe tener dos posturas, una bien diplomática con los países de Europa y otra con el resto de los países árabes. Esta última postura no es tomada en cuenta por los medios de comunicación occidentales, que se conforman con exponer lo básico y formal de las relaciones diplomáticas.
Esto explica el comportamiento último de Jordania que culpa a Israel de los desmanes terroristas palestinos recientes en el Monte del Templo. Debido a que como mencioné anteriormente, Jordania debe mantener esa postura doble, desde el parlamento jordano se están movilizando para promover la propaganda palestina contra la postura israelí, hasta el punto de tomar una posición unilateral en la cual Israel sería el responsable de los últimos acontecimientos terroristas. Pero de esta actitud sólo nos informamos en la prensa árabe y de los países islámicos radicales. En este caso, el Parlamento Árabe (de la Liga Árabe) es el ente utilizado por Jordania para llevar a cabo esta nefasta propaganda.
Hay algunas publicaciones donde la prensa árabe hace pública su postura, pero desde «Parlamentos del Medio Oriente» informaremos quiénes son los políticos detrás de esta propaganda y cómo desde el parlamento jordano se logró influenciar en otros países árabes que sean los que públicamente critiquen a Israel, país con el que Jordania tiene una acuerdo de paz junto a la frontera más silenciosa de la zona, pero eso no obsta que el Reino Hachemita por detrás de los telones también actúe contra su aliado de occidente para quedar bien ante sus vecinos del Medio Oriente.
El pasado 21 de abril un informe del parlamento jordano público los datos de la reunión realizada entre el presidente de la Cámara de Representantes, el abogado Abdel Karim Al-Daghmi y el presidente del Parlamento árabe, Adel Al-Asumi. El objetivo fue claro, crear una unión de los países árabes pertenecientes al «Parlamento Árabe» a favor de la causa palestina pero demonizando la imagen de Israel en relación a la última ola de atentados que ocurrieron en Israel por parte de civiles árabes israelíes.
En principio la crítica se concentra a lo que ellos llaman los “ataques israelíes” en la sagrada Mezquita de Al-Aqsa, como base que inspiró a la agresión palestina.
Adel Al-Asumi aceptó realizar el pasado 23 de abril una reunión especial con este fin, en la sede de la Secretaría General del Parlamento Árabe en la capital egipcia, El Cairo, para discutir los últimos acontecimientos entre israelíes y palestinos. Esta reunión destacó la centralidad de la causa palestina como la primera causa árabe, y representa un paso fundamental que mejora la solidaridad árabe y el proceso de acción árabe conjunto. Al-Asumi subrayó que este importante encuentro representa un valor cualitativo añadido a los esfuerzos árabes en apoyo a la causa palestina y en rechazo a las continuas violaciones llevadas a cabo por la potencia ocupante en la sagrada Mezquita de Al-Aqsa y la ciudad “ocupada” de Jerusalén.El resultado fue el anuncio del Parlamento Árabe el cual culpó a Israel de querer liquidar el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), también instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades hacia los refugiados palestinos, a través de la ayuda y la financiación, para permitir que UNRWA continúe con su trabajo, destacando la necesidad de permitir que UNRWA asuma sus responsabilidades sociales hacia los refugiados, así como su política.
También el Parlamento Arabe condenó el pedido de Israel en querer instalar la bandera israelí en lugares sagrados islámicos (N. de R. interpretan como una actitud oficial la manifestación de la derecha nacionalista que realizó una marcha con banderas en la ciudad de Jerusalén, misma que fue abortada por la policía israelí), afirmó que realizar estos llamados en el aniversario de la Nakba de Palestina es una provocación peligrosa y un ataque flagrante a las santidades islámicas y un desafío a los sentimientos de los musulmanes y una continuación de los esquemas de “judaización” implementados por lo que ellos consideran las autoridades de ocupación.Occidente tendría que prestar más atención a los movimientos que realizan sus aliados dentro de su territorio, y no juzgar la opinión árabe según los informes que reciben desde sus embajadas. Solo así podemos notar quien está de nuestro lado, en contra o juega a dos puntas.