Como todos sabemos el pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer. Durante ese día se reconoce el noble trabajo que muchas de ellas hacen para la sociedad, el esfuerzo por la inclusión de la mujer y su eterna lucha por una igualdad social.
Los Acuerdos de Abraham entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel abrió un abanico de oportunidades para muchas mujeres innovadoras de las dos partes. En el marco de esos Acuerdos, la Viceintendente de Jerusalén Fleur Hassan – quien a su vez es la Presidenta del Consejo Empresarial EAU-Israel- , tomó la iniciativa de crear una red de cooperación entre diplomáticos y políticos, y promueve la unión entre las mujeres de la región así como en Bahrein y Marruecos.
La vice intendenta de Jerusalén Fleur Hassan-Nahoum
El potencial de trabajo femenino en los Emiratos Árabes es muy positivo. Según los datos obtenidos, el porcentaje de mujeres con títulos académicos en los Emiratos es más alto en comparación con Israel, y el 50% de su cámara de diputados está compuesta por mujeres. Esto nos da a entender que existe un gran interés en común del cual ambas partes tienen mucho que aprender.
En una entrevista que Jerusalem Post realizó a la Sra. Hassan, explica lo siguente sobre su labor ante los EAU:
» Cuando se firmaron los Acuerdos de Abraham, junto con Justine Zwerling, Ariella Steinreich, Dorian Barak e Isaac Hassan, vimos una oportunidad para crear la paz a través del crecimiento económico, y así nació el Consejo Empresarial EAU-Israel.»
«Al crear el Consejo Empresarial EAU-Israel, vimos otra oportunidad para crear una mayor paz entre los EAU e Israel, un lugar donde las mujeres de ambas naciones pudieran reunirse y forjar amistades y asociaciones comerciales.»
«Creo que las mujeres son constructoras de paz naturales e instintivas. Al crear un foro solo para mujeres dentro de nuestras naciones, hemos creado un nuevo espacio que crea más amistades y nos permite en Israel aprender de quienes viven en las naciones del Golfo sobre la igualdad de género y viceversa.»
La vice intendenta de Jerusalén Fleur Hassan-Nahoum durante la conferencia
Es muy satisfactorio poder ver los frutos cosechados, añadió Hassan-Nahoum en nuestro encuentro. El concejo logró expandirse hacia otros países y lograr que sean miembros del nuevo proyecto incluso países que no son parte de los Acuerdos Abraham como Arabia Saudita y Egipto.
El Foro de Mujeres del Golfo-Israel, al margen de crear una relación de amistad a largo plazo, quiere fortalecer a la mujer en la región, presentando mujeres que sean modelos a seguir, y así con ello combatir los estereotipos conocidos. Compartimos su espíritu por la igualdad de la mujer, al haber declarado en la entrevista citada de Jerusalem Post:
«Para lograr una paz sostenible y cálida en nuestra región, las mujeres tienen que liderar. No solo podemos aprender y crecer juntos compartiendo ideas e innovación, sino que los lazos que creamos hoy son la promesa de una mejor región para nuestros niños mañana.»
Los judíos españoles, o sefardíes, que han vivido un milenio en la península ibérica hasta su expulsión por parte de los reyes católicos en 1492, se han exiliado a tierras más tolerantes para poder seguir manteniendo su identidad.
Los que se han quedado en España debieron convertirse, y los que decidían emprender viaje a América, debieron no sólo ocultar su descendencia judía, sino también su estatus de conversos, o “cristianos nuevos” según la lista burocrática de la Inquisición que dividía a la población según niveles de “pureza sanguínea”.
Ocultar su origen converso era clave si estos descendientes de sefardíes pretendían acceder a puestos importantes en la sociedad, en las profesiones, en la Iglesia o en el Ejército. Pero el olvido del origen judío no ocurrió tan rápido. La nostalgia por las prácticas judías y por el mensaje libertario del judaísmo (que contrastaba contra el oscurantismo católico de la época), llevó a muchos descendientes de conversos a practicar el judaísmo en secreto, o incluso a conformar una cultura “cripto-judía”, en la cual sus miembros siguieron realizando prácticas judías aún sin saberlo, como encender velas los viernes, descansar el sábado, no comer cerdo, lavarse las manos antes de comer, inclinación al pensamiento racional o teísta, etc.
La Inquisición debió continuar su cruel trabajo de torturas y de quema de personas (autos de fe), para erradicar completamente cualquier atisbo de rebelión, sea de judíos, indígenas, mujeres, libre pensadores. Famosos casos de practicantes del judaísmo, que han sido quemados por la Inquisición han sido rescatados por la historia y la literatura. El médico tucumano Francisco Maldonado da Silva, la familia Carvajal de México, son algunas figuras históricas conocidas por el dramatismo de sus vidas perseguidas por la Inquisición.
Se sabe a través de varios estudios de la presencia y penetración de los conversos en la sociedad latinoamericana -como los realizados por Mario Sabán-, y algunos descendientes, católicos practicantes, han reconocido retrospectivamente algunas prácticas judías en su familia. Un caso reciente de una persona que descubrió sus orígenes es la escritora norteamericana Doreen Carvajal, que escribió el libro “Los hijos de la Inquisición”, en donde cuenta su viaje hacia sus raíces judeoconversas.
Pero el camino de la investigación sobre el pasado converso en Sudamérica adquirió otro hito con el análisis genético: la revista
Nature publicó un trabajo que revela que el aporte demográfico de los conversos es mucho mayor de lo que se pensaba, e incluso es mayor que en España y Portugal.
Uno de los autores, Juan Camilo Chacón-Duque, genetista del Museo Natural de Londres, manifestó a la revista The Atlantic su asombro por los resultados de la investigación, que también revela el aporte demográfico de la población sub-sahariana, indígena nativa, y europea al mosaico cultural latinoamericano. Él mismo también encontró que es descendiete de sefardíes.
Chacón-Duque y sus colegas juntaron el registro genético mediante el muestreo de ADN de 6500 personas en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que compararon con el de 2300 personas en todo el mundo. Casi una cuarta parte de los latinoamericanos compartieron el 5 por ciento o más de su ascendencia con personas que viven en el norte de África y el Mediterráneo oriental, incluidos los judíos sefardíes. El ADN solo no puede probar que los conversos fueron la fuente de esta ascendencia, pero encaja con el registro histórico.
La investigación encontró que la ascendencia sefardí es detectable en las muestras de cada país: Brasil (1%), Chile (4%), Colombia (3%), México (3%) y Perú (2%).
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