El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente ruso, Vladimir Putin, han participado en una serie de discusiones recientemente, al menos algunas de las cuales probablemente están vinculadas a las actividades iraníes en Siria.
Las reuniones se realizaron tras los informes recientes de un importante ataque aéreo israelí el 28 de marzo que apuntó a un depósito de armas iraní cerca de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.
Rusia lidera una coalición militar pro Assad en Siria, de la cual las fuerzas iraníes son una parte central. También mantiene un canal de mediación con Israel para evitar choques involuntarios entre su fuerza aérea y la Fuerza Aérea israelí, ambas activas en Siria.
Putin intenta, hasta ahora con un éxito parcial, desempeñar el papel de mediador entre Israel e Irán, buscando aplacar la guerra en la sombra que se libra entre ambos países en suelo sirio. Israel quiere evitar a toda costa que Irán utilice a Siria como un frente adicional de guerra en su contra, sumado al ya existente en Líbano con la guerrilla chiíta Hezbollah.
Según el politólogo Uzi Rabi, director del Centro Moshe Dayan para Estudios del Medio Oriente y África en la Universidad de Tel Aviv. Rusia no puede satisfacer a todos, sino dejar a cada lado con «la mitad de sus deseos».
Para lograr esto, Moscú exige que cada actor explique lo que es realmente importante para él, y al mismo tiempo definir el alcance de las acciones de cada uno en Siria. “En general, esta es una situación nueva a la que la región no está acostumbrada. Los rusos están manejando este juego con muchas fichas de negociación, e Israel tendrá que adaptarse a las nuevas reglas del juego».
Doron Itzchakov, investigador asociado del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, estuvo de acuerdo en que la situación actual es buena para Moscú.
«El interés ruso es posicionarse como el ´juez final´ en Siria, y esta situación, en la que Netanyahu corre hacia Putin y la parte iraní corre hacia él, es cómoda para los rusos. Se sienten cómodos siendo los que equilibran la balanza», manifestó Itzchakov.
Irán, por su parte, seguirá de cerca los contactos de Israel con Rusia y adaptará sus políticas en Siria en consecuencia. «Los iraníes vigilarán la política de Rusia en Siria, para ver cómo necesitan cambiar sus tácticas. Irán no tiene ningún plan para aflojar su control sobre Siria, pero cambiará las tácticas para no perder el impulso», dijo Itzchakov.
Un ejemplo reciente de cómo Irán ha adaptado sus esfuerzos de toma de control en Siria es la forma sigilosa en que ha incorporado a su personal militar y armamento en los sitios administrados por el ejército oficial sirio. Esto no ha impedido que Israel golpee a tales objetivos cuando los detecta.
Itzchakov destacó que las decisiones de Irán en Siria no pueden desconectarse de las ambiciones geopolíticas más amplias de Teherán o de las luchas de poder internas que se están librando dentro de la República Islámica.
Citó una visita en marzo del presidente iraní, Hassan Rouhani, al vecino Irak, como ejemplo de este vínculo. El objetivo de esa visita era desarrollar un corredor económico para evitar las sanciones estadounidenses.
La visita también aumentó el prestigio de Rouhani, quien se enfrenta a grandes críticas en el país por parte del bloque conservador rival y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC).
“El corredor económico que Irán quiere en Irak está ligado a su deseo de un corredor económico al Líbano y Siria”, añadió Itzchakov.
Además, Irán ha podido formar fuerzas armadas en todos estos países (Irak, Siria y Líbano) y las ha convertido en fuerzas políticas de gran influencia en Irak y el Líbano. Irán planea hacer lo mismo en Siria.
Pero el elemento responsable de esta actividad es principalmente el IRGC y el general Qassem Soleimani, comandante de la unidad de la Fuerza Quds iraní en el extranjero, que compite con el ministro de Exteriores de Irán, Muhammad Zarif, por el control de las políticas regionales.
Ilegalización de la Guardia Revolucionaria de Irán
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos Donald Trump interviene en el tablero de ajedrez anunciando la designación de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista.
En la prensa en general se denomina este hecho como inédito al “designar un ejército de un país extranjero como un grupo terrorista”, lo cual es cierto en la medida en que es un organismo estatal oficial. Pero no es exacto, dado que se trata de un grupo paramilitar que opera en el interior y en el exterior de Irán. En el interior de Irán, el ejército regular, conocido como Artesh, defiende las fronteras de Irán y mantiene el orden interno, y la Guardia Revolucionaria (Pasdaran) tiene la intención de proteger el sistema de la República Islámica del país, y realiza a través de su fuerza Quds (= sagrado, en referencia a Jerusalén) sus intervenciones militares imperiales en el exterior, como en Siria y Líbano. En los hechos, la Guardia tiene un enorme control sobre la economía y la industria del país persa.
Una de las metas de esta medida es estrangular la canilla de financiación alternativa que la Unión Europea mantiene con el régimen iraní, desde que Estados Unidos decidió salirse del JCPOA (el acuerdo de entendimiento nuclear de las potencias con Irán). La UE decidió permanecer en el acuerdo para mantener sus negocios con Irán, lo que hasta ahora lo viene protegiendo de las sanciones de EEUU. Queda por ver cómo sigue el juego de ajedrez de las potencias.
Rusia media entre Irán e Israel en Siria
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente ruso, Vladimir Putin, han participado en una serie de discusiones recientemente, al menos algunas de las cuales probablemente están vinculadas a las actividades iraníes en Siria.
Las reuniones se realizaron tras los informes recientes de un importante ataque aéreo israelí el 28 de marzo que apuntó a un depósito de armas iraní cerca de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.
Rusia lidera una coalición militar pro Assad en Siria, de la cual las fuerzas iraníes son una parte central. También mantiene un canal de mediación con Israel para evitar choques involuntarios entre su fuerza aérea y la Fuerza Aérea israelí, ambas activas en Siria.
Putin intenta, hasta ahora con un éxito parcial, desempeñar el papel de mediador entre Israel e Irán, buscando aplacar la guerra en la sombra que se libra entre ambos países en suelo sirio. Israel quiere evitar a toda costa que Irán utilice a Siria como un frente adicional de guerra en su contra, sumado al ya existente en Líbano con la guerrilla chiíta Hezbollah.
Según el politólogo Uzi Rabi, director del Centro Moshe Dayan para Estudios del Medio Oriente y África en la Universidad de Tel Aviv. Rusia no puede satisfacer a todos, sino dejar a cada lado con «la mitad de sus deseos».
Para lograr esto, Moscú exige que cada actor explique lo que es realmente importante para él, y al mismo tiempo definir el alcance de las acciones de cada uno en Siria. “En general, esta es una situación nueva a la que la región no está acostumbrada. Los rusos están manejando este juego con muchas fichas de negociación, e Israel tendrá que adaptarse a las nuevas reglas del juego».
Doron Itzchakov, investigador asociado del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, estuvo de acuerdo en que la situación actual es buena para Moscú.
«El interés ruso es posicionarse como el ´juez final´ en Siria, y esta situación, en la que Netanyahu corre hacia Putin y la parte iraní corre hacia él, es cómoda para los rusos. Se sienten cómodos siendo los que equilibran la balanza», manifestó Itzchakov.
Irán, por su parte, seguirá de cerca los contactos de Israel con Rusia y adaptará sus políticas en Siria en consecuencia. «Los iraníes vigilarán la política de Rusia en Siria, para ver cómo necesitan cambiar sus tácticas. Irán no tiene ningún plan para aflojar su control sobre Siria, pero cambiará las tácticas para no perder el impulso», dijo Itzchakov.
Un ejemplo reciente de cómo Irán ha adaptado sus esfuerzos de toma de control en Siria es la forma sigilosa en que ha incorporado a su personal militar y armamento en los sitios administrados por el ejército oficial sirio. Esto no ha impedido que Israel golpee a tales objetivos cuando los detecta.
Itzchakov destacó que las decisiones de Irán en Siria no pueden desconectarse de las ambiciones geopolíticas más amplias de Teherán o de las luchas de poder internas que se están librando dentro de la República Islámica.
Citó una visita en marzo del presidente iraní, Hassan Rouhani, al vecino Irak, como ejemplo de este vínculo. El objetivo de esa visita era desarrollar un corredor económico para evitar las sanciones estadounidenses.
La visita también aumentó el prestigio de Rouhani, quien se enfrenta a grandes críticas en el país por parte del bloque conservador rival y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC).
“El corredor económico que Irán quiere en Irak está ligado a su deseo de un corredor económico al Líbano y Siria”, añadió Itzchakov.
Además, Irán ha podido formar fuerzas armadas en todos estos países (Irak, Siria y Líbano) y las ha convertido en fuerzas políticas de gran influencia en Irak y el Líbano. Irán planea hacer lo mismo en Siria.
Pero el elemento responsable de esta actividad es principalmente el IRGC y el general Qassem Soleimani, comandante de la unidad de la Fuerza Quds iraní en el extranjero, que compite con el ministro de Exteriores de Irán, Muhammad Zarif, por el control de las políticas regionales.
Ilegalización de la Guardia Revolucionaria de Irán
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos Donald Trump interviene en el tablero de ajedrez anunciando la designación de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista.
En la prensa en general se denomina este hecho como inédito al “designar un ejército de un país extranjero como un grupo terrorista”, lo cual es cierto en la medida en que es un organismo estatal oficial. Pero no es exacto, dado que se trata de un grupo paramilitar que opera en el interior y en el exterior de Irán. En el interior de Irán, el ejército regular, conocido como Artesh, defiende las fronteras de Irán y mantiene el orden interno, y la Guardia Revolucionaria (Pasdaran) tiene la intención de proteger el sistema de la República Islámica del país, y realiza a través de su fuerza Quds (= sagrado, en referencia a Jerusalén) sus intervenciones militares imperiales en el exterior, como en Siria y Líbano. En los hechos, la Guardia tiene un enorme control sobre la economía y la industria del país persa.
Una de las metas de esta medida es estrangular la canilla de financiación alternativa que la Unión Europea mantiene con el régimen iraní, desde que Estados Unidos decidió salirse del JCPOA (el acuerdo de entendimiento nuclear de las potencias con Irán). La UE decidió permanecer en el acuerdo para mantener sus negocios con Irán, lo que hasta ahora lo viene protegiendo de las sanciones de EEUU. Queda por ver cómo sigue el juego de ajedrez de las potencias.